¡Mi novio es una bruja!

Capitulo 3. Magia de amor

Hola, quiero pedirles una disculpa, esta semana estuve atareada pero sin saberlo... o sea, casi siempre sé que voy a hacer en la semana y esta vez me salían los compromisos uno tras otro sin previo aviso.

Pero bueno... aquí está el nuevo capítulo. Muchas gracias a todos los que me comentaron y votaron.

No, Sasuke no es un vampiro en esta historia jeje... aparece decepcionado porque si no cree Naruto en estas cosas tampoco creerá en otras más fantásticas.

Gracias por decirme que soy una buena escritora, en estos días me puse a leer mis primeras historias y me quedé como de "qué asco de escritos", muy mal hechos pero supongo que he mejorado jeje... siempre se reciben críticas constructivas ¿vale?

Gracias y a leer.

 

El lápiz, casi nuevo, se mantenía sujeto entre la nariz y la boca gracias a la mueca graciosa que hacía. Parecía su bigote.

Las personas entraban al salón una a una, le saludaban con gusto y algunos se quedaban viendo su jueguito.

-Buenos...-Sakura miró a su amigo con las cejas levantadas. -¿Qué demonios haces aquí tan temprano? Tú siempre llegas tarde.

-No podía dormir, ttebayo. –le dijo con una leve sonrisa y se volvió a poner el lápiz. Miró a la chica murmurar algo y acomodar su bolso retacado de libros en su escritorio, esta vez llevaba un pantalón algo holgado, verde limón y corto hasta las pantorrillas. Se le veía muy bien. -¿Cómo están tus rodillas? –le preguntó sujetando el lápiz con sus dedos.

-Bien, Naruto. Llevas tres días preguntando lo mismo. –le dijo sin mirarle. -¿Hiciste la tarea?

-¡¿Había tarea?! –el lápiz cayó al suelo y rodó un poco. Se inclinó con pereza para rejuntarlo, cuando se levantó, casi da un salto del susto. Hinata ya estaba de pie mirándole con una atención aterradora. –Hola, Hinata... buenos días.

-Naruto, yo hice ese trabajo escolar en casa... -sacó de su mochila un cuaderno. –Puedes copiar mi trabajo.

-¡¿En serio?! –no dudó en aceptarlo y empezó su tarea. Sakura solo negó molesta y siguió reacomodando sus cosas para luego pasar a cepillarse el cabello tratando de ignorar a la Hyuga y su incómoda mirada de odio.

-¿Naruto? –le dijo luego de unos minutos, el rubio ya estaba terminando de copiar. Cerró el cuaderno y se lo entregó a la morena que no se había alejado ni un centímetro. -¿Me acompañas?

-Sí. ¿A dónde? –le dijo poniéndose de pie.

-Ahora no, saliendo. –le dijo con una sonrisa divertida. –Debo ir a comprar algunas cosas a esa tienda ¿te acuerdas?

-¡¿Vamos a ir con Sa...?! –se cubrió la boca con sus manos y se sentó de nuevo.

-¿Qué traes?

-Nada, nada. ¿Vamos a ir a esa tienda?

-Sí. A la salida ¿va? –los demás compañeros seguían entrando.

-Vale. –estaba más que listo, ah... el día se le haría muy largo entonces. –Ahm... gracias Hinata. –le dijo una vez más al verla aun frente a él, parada como estatua.

-Tienes... lindos ojos...

-Ah jaja... gracias, supongo. –estaba incomodándole mucho aquello, miró hacia el frente, hasta donde Sakura le alzaba las cejas varias veces para burlarse.