Capítulo 24. Djab y la séptima alma

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HOLA, BUENO, YA POR FIN PUDE TERMINAR ESTE CAPÍTULO CHAFÍSIMO, SINCERAMENTE. TENGO CIERTOS PROBLEMAS CON PODER PONER EN PALABRAS LAS IMÁGENES QUE TENGO, OJALÁ QUE SE ENTIENDA SIN QUE SE PIERDA EL AIRE DE MISTICISMO QUE RODEA EL FIC CULERO QUE LES OFREZCO UWU 

GRACIAS A LOS QUE ME ESCUCHARON EN MI LIBRO DE ACERCAMIENTO, LES INVITO A QUE PODAMOS HACER UN MOVIMIENTO DE CONCIENCIA EN TODOS LADOS. POR LOS NIÑOS ¿SÍ? 

Y BUENO, ESPERO QUE LO DISFRUTEN, LES MANDO UN ABRAZO GRANDOTOTE. 

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Igual y la risilla se parecía mucho pero conservaba un aura oscura que le daba náuseas cuando la comparaba con la de Naruto cuando hacía una broma, era una risa de placer ante el dolor. En su mano oculta ya no podía sentir el clamor de la piel ardiente, solo las cenizas de su juguete revolviéndose con la propia piel carcomida, acababa de sentenciarse y entregarle el poder completo de su espíritu, alma y cuerpo, existencia y tiempo a Djab.

Y él se reía.

Como la victoria premeditada que era.

Hasta que claramente Sasuke se vio a sí mismo aun doliente en la transformación inconclusa, jamás había estado antes en esa situación pero vaya que sabía que su cuerpo dejaría de ser humano o antropomórficamente el de uno. Pero ahí estaba aún los restos carcomidos, como cadáver consumido por los gusanos, pero aun humano.

Entonces la risa se detuvo y sintió la pesada mirada de su dueño, que le observaba con incertidumbre antes de girar la cabeza hacia los restos de la chica.

-¡Te dije que no te entrometieras! –el grito ronco le arrebató la valentía al Uchiha menor por unos segundos, reconociendo frente a él a una criatura inhumanamente luminosa, una especie de luz que rodeaba un cuerpo aun sin forma. Le dolía verlo, le provocaba espasmos en lo que se avecinaban a músculos y aterrado de la sensación, dio tres pasos más hacia atrás.

Si Djab no esperaba esto...

Estaba en peligro.

El silencio rodeaba todo el lugar, las luces se mantenían estáticas, también el aire; Sasuke pudo captar el ollín flotante ahora espesado en el espacio frente a él. Una miradita fugaz le hizo ver a los chicos amigos de Naruto en medio de movimientos de terror estáticos, cual pintura. El cielo tampoco mostraba movimiento.

Pero esa luz se acercaba bajando su brillo, revelándole a los otros su forma, así como liberando a Sakura aun atrapada en posición de ovillo y con los rayos de luz a centímetros de su piel.

-¡Sasuke! ¡Termínala! –le ordenó. -¡Sasuke! -el grito fue acompañado de dolor carnal, haciéndolo doblarse unos segundos antes de estirar la mano y aun preso del asombro y del mutismo, controlar el rayo una vez más, topándose con la fuerza que ejercía el otro ser. Lo intentó con fuerza, con paciencia, pero disminuyendo su credibilidad cuando la luz se acercaba y ya preveía de quién se trataba.

-... Cer... nunnos... -emitió bajando la mano, el calor que emergió de su vientre se alzó a su garganta y rostro.

-Dame la séptima alma, Sasuke.

-Es Cernunnos.

-No te tocará. Dame la séptima alma. –le prometió para disminuir su miedo, porque sí, Sasuke podía sentirle miedo al dios guardián de la existencia misma, dios de los tiempos, controlador de las escenas del mundo. ¿Cómo no temerle? ¿Cómo es que fue invocado? Simplemente no podía verse frente a él ganándole, le fallaba su confianza, le abandonó su orgullo. –Joder... -escuchó a sus espaldas y tras un chasquido de dedos, unas burbujas oscuras flotaron hasta rodear el cuerpo de la chica inmóvil atrapada en el tiempo, buscaban absorberla quizá llevándola a uno de los infiernos de Djab. Pero ella se movió inmediatamente, con tal velocidad que no pudo ser atrapada; corrió en busca de refugio, chocando con una construcción aun sin atacar y haciéndose un ovillo en el suelo pegada a ella. Todo eso sin que Sasuke pudiera parpadear dos veces.

¡Mi novio es una bruja!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora