El día por fin había llegado, después de tanta tediosa espera en Alemania, hoy regresaría a Totsuki para darle inicio a la parte más complicada de mi carrera culinaria... la preparatoria.
Ya estaba en mi habitación revisando mis maletas, mi vuelo salía dentro de aproximadamente 2 horas y tenía que estar en el aeropuerto una hora antes así que tenía que salir ahora mismo de mi casa.
Bajé las maletas una por una, tomándome mi tiempo, abajo se encontraba Thomas y mi Padre esperando por mi. Ya al estar abajo visualice a mi Padre observando algún objeto por la ventana, con su ya usual copa de vino tinto en mano y a Thomas esperando por mi al pie de las escaleras derechas en forma de "L" invertida por las que estaba bajando.
-Pero si apenas nos alcanzó el tiempo para crear una sola receta nueva.- Se quejó Thomas limpiando de su rostro una "lagrima" de forma dramática, haciendo que yo sonría con nostalgia.
-Una receta es un gran logro Thomas, además ya crearemos otra en mi próximo receso.- Respondí acercándome prometiendo de forma indirecta regresar, mientras un sirviente recogía las maletas, para llevarlas hacia el vehículo que nos esperaba fuera.
Mi Padre dejo su copa de Vino en una de las mesas de café que teníamos en el salón para después caminar hacia la puerta principal, desapareciendo completamente de mi vista. Thomas y yo intercambiamos miradas, para después caminar, siguiendo a mi Padre.
Ya fuera, vimos un automóvil negro, en el que ya se encontraba Papá y Stefanel (el conductor principal de la familia) quien nos abrió la puerta del vehículo.
El camino fue relajado y Thomas se encargó de hacerlo entretenido a la vez, en cambio Padre y yo ni siquiera intercambiamos ni una mísera palabra.
En cuanto llegamos al Aeropuerto, Stefanel se encargó de abrir la puerta y ayudarnos a salir del vehículo, mientras se despedía de mi con todo respeto.
-Espero disfrute el tiempo en Japón Señorita.- Se inclinó Stefanel mientras me entregaba las maletas.
-¡Oh, Stefanel! Te voy a extrañar.- Respondí, mientras lo abrazaba y él me respondió con una sincera sonrisa.
Thomas y mi Padre me ayudaron a llevar mi equipaje hasta registrarlo, ya para ahora solo esperamos la llamada para mi vuelo, mientras nos despedimos.
-Mi querida Jin, te extrañaré un montón, recuerda llamar en cuanto llegues a "La estrella Polar" y no olvides contestar cada mensaje que envié, de acuerdo.- Clamó Thomas mientras me abrazaba fuertemente y zarandeaba de un lado a otro.
-No te preocupes Thomas, llamare en cuanto llegue a Totsuki, además yo siempre respondo todos tus mensajes.- Respondí mirándolo risueña.
-Lo sé, pero no está de más recordartelo querida, sabes que te quiero mucho verdad.
-Claro Thomas, yo también te extrañaré mucho. Tú también debes llamarme cuando regreses a Francia.- Clamé soltando su abrazo, para mirarlo a los ojos.
~PASAJEROS DEL VUELO 217-ALEMANIA CON DESTINO A JAPÓN REPORTARSE EN PLATAFORMA~
-Bueno... es mi vuelo, nos vemos Thomas.- Finalicé quitando la mirada de Thomas para centrar la misma en mi Padre a quien solamente me límite a acercarme un poco.
-Adiós Padre, lo echaré de menos.- Dije inclinandome un poco.
-Nos vemos Jin, recuerda... se la mejor en todo lo que hagas.- Respondió mientras asombrosa mente se acercó para abrazarme.
-Sí- Conteste sonriente- Los voy a extrañar mucho.- Respondí mientras caminaba hacia la plataforma de inspección agitando mi mano en forma de despedida.Me encontraba saliendo del aeropuerto de Japón con mis maletas en mano, seguí caminando hasta llegar al lugar donde usualmente pasaban los taxis, pero estoy aquí esperando y ni siquiera uno a pasado.
-Gottsched-San ¿qué haces por aquí?- Me pregunto una voz risueña y alegre detrás mió, yo gire extrañada, para encontrar a Alice Nakiri y su ayudante Kurokiba Ryou. El año pasado Alice y yo pasamos algunas clases juntas, logrando una especie de amistad hipócrita, pero, nada fuera de clases, nunca salimos ni nada por el estilo.
-¡Alice-chan! Que sorpresa... bueno, solo esperaba un taxi, pero no veo ni uno cerca.
-Oh, Jin-chan que torpe.- Respondió Alice riendo.- Los taxis cambiaron de ruta, por una un poco más lejana.
-¡Y yo como iba a saber eso!- Clamé alterada moviendo mis brazos energicamente para finalmente suspirar con pesadez mirando mi equipaje.- Me podrías decir donde tomar un taxi.- pedí mirando a Alice.
-Hum, como un taxi.- Respondió rápidamente Alice.- Sígueme, nosotros te llevamos, al final nos dirigimos a la misma dirección. Vamos Kurokiba-kun.- Finalizó la peli-blanca caminando tranquilamente mientras Kurokiba-san cargaba sus valijas detrás de ella sin reclamar nada y simplemente susurrar un simple "Bien".
Yo mire con asombro aquella escena, bien había oído hablar un poco acerca de el comportamiento de ambos, pero pensé que los chismes eran exagerados. Mi padre me enseñó a que yo nunca debería seguir ordenes de nadie que me tratase como a su vasallo, simplemente es inaceptable para mi.
El pequeño viaje hacia Totsuki fue un tanto incómodo, Kurokiba-san se limitó a simplemente observar por la ventana, Alice en cambio trataba inútilmente de hablar con él, y bueno yo... miraba relajada el suelo, tratando de romper la incomodidad en la que me encontraba en ese instante con silencio.Finalmente llegamos a las inmensas puertas de Totsuki. Yo fijé mi mirada rápidamente en Alice, para después decir:
-Alice-chan muchas gracias por traerme, puedo bajar aquí.-Dije, a lo que ella me miro con asombro para después responder.
-Oh, claro que no Jin, ya la trajimos hasta aquí, nada nos cuesta ir a su casa. Por sierto... ¿Cuál es tu casa?
-¿Mi casa?...pues, La estrella Polar.- Después de escuchar mis palabras dirigió su mirada al conductor en el asiento delantero.
-Paul, por favor dirígete a la "Estrella Polar"
-Enseguida ojosama.- Después de la respuesta de el conductor guardé silencio, hasta que llegamos a mi casa.
-¿Esta es tu residencia?... es más lúgubre de lo que pensé... ¿No lo crees Ryo-Kun? -Dijo Alice en forma de pregunta hacia mi y su asistente a lo que él respondió como era de esperarse, con un simple asentimiento.
-Bueno... muchas gracias por traerme Nakiri-san. -Clamé bajando de el vehículo. El conductor se encargó de bajar mis maletas y depositarlas frente a mi, para después retirarse al vehículo nuevamente.
-Nos vemos mañana Jin-chan. Despídete Ryo-Kun.-Respondió Alice con su usual tono agudo.
-Adiós. -Dijo repentinamente Kurokiba-san a lo que yo respondí mientras acomodaba mis maletas.
-Muchas gracias nuevamente, Adiós Kurokiba-san.- Ryou volteo la cabeza por primera vez hacia mí mirando me directamente a los ojos mientras el automóvil en el que se encontraban avanzaba.Toqué la puerta principal de mi residencia esperando una respuesta... que recibí de inmediato.
-Gottsched Jin... que gusto verte.
-¡Fumio-San!- Grité mientras dejaba mis maletas y corría a abrazarla.
-También te extrañé niña. -Respondió Fumio-San mientras correspondía mi abrazó.
Solté el abrazo para tomar mis maletas y acomodar la mochila personal que traía.
-¿Llegó alguien Fumio-San? -Dije mientras me adentre en las paredes de la "Estrella Polar".
-Satoshi nunca se fue y los chicos, bueno...
-¡JIN! -Escuché un grito y lo siguiente que vi fue el techo de la residencia y a Shoji, Daigo y Yuki en cima mio; a Sakaki, Marui, Megumi, Ibusaki e Ishiki-senpai parados frente a nosotros riendo, bueno Shun no reía, pero lo disfrutaba interiormente... o eso creo.
Yo también empecé a reír, acompañada de todos los presentes... esto es a lo que yo llamo hogar.............................
¡Hola! Bueno... para empezar quiero informar unos cuantos puntos: •Primero: La historia no será 100% fiel al Manga o al Anime.
•Segundo; Esta demás mencionar al manga, por que la historia avanzará junto con el anime, no con el manga. •Tercero(pero no menos importante): Si es que leíste uno de mis otros Fanfics sabrás que no tengo un horario ni agenda definida, simplemente subo cuando me inspiro.
Bueno, solo era eso... espero les guste, ¡mil gracias por leer!
Atte:
Dona Jhow ×
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Indiferente- Ryou Kurokiba
Fanfic-"¡Dímelo! solo tienes que decirlo" ~Había intentado excusar su indiferencia con todas las palabras posibles. Sabía bien lo que mis amigos trataban de decirme, lo entendía, no era tonta. Aún así, seguía buscando excusas. Tal vez no para hacer que e...