Cap. 18

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-TODOS LOS ALUMNOS DEBEN TOMAR SUS PERTENENCIAS Y ABORDAR LOS AUTOBUSES DESIGNADOS. REGRESEN LAS LLAVES DE SUS CUARTOS EN LA RECEPCIÓN. PROCUREN NO OLVIDAR NADA ANTES DE MARCHARSE-

El eco de los altavoces indicaba una y otra vez aquellas instrucciones mientras nosotros, tomados de nuestro equipaje, salíamos de aquel lujoso hotel.
Mis amigos habían decidido salir de inmediato. Sin embargo yo, aún estaba caminando por los pasillos de las habitaciones de los egresados buscando algún indicio se Kojiro. Tenía el móvil en la mano, y el chat de aquel egocéntrico chef de cabellos rosas abierto. Le había mandado cientos de mensajes desde la noche anterior hasta ahora mismo, sin embargo Shinomiya no respondió a ninguno de ellos, es más, tenía el cinismo de leerlos y no responder. No quería irme sin antes por lo menos despedirme de él, sin embargo parecía que a aquel despreciable sujeto le daba completamente igual.
Durante toda mi estadía había hablado más con Thomas que con Kojiro, ni siquiera se dignó en mandar aquel emoticono del gato arrogante que solía usar tanto cuando pequeña y hablaba con él por el teléfono de Thom.

Bajé las gradas hasta la sala de recepción, donde estaban las puertas principales y por las que los pocos alumnos que aún quedaban estaban saliendo.
Ahí estaban parados algunos de los egresados y amigos de Shinomiya (pues ya los había visto antes de visita en su restaurante) junto a Dojima-Senpai. Como siempre Kojiro estaba discutiendo con Inui-Senpai.

Tome carrera hacia Kojiro, que parecía ser el único en tener una maleta en las manos. Cuando ya estuve lo suficientemente cerca, los amigos de Shinomiya se giraron al escuchar mis pasos y dejaron camino libre hacia Kojiro, evitando que yo los empujé.
-¡Kojiro-chan! - Él se giró tras el grito y al verme cambio su gesto serio a uno de estar aterrado, soltando su maleta, retrocedió lo que pudo, pues ya fue muy tarde cuando con el impulso de la carrera y tras tirar mi maleta y mi mochila al suelo, me abalancé sobre él haciendo que pierda el equilibrio y golpeara de espaldas al suelo, cayendo yo sobre él.

-¡Niña irrespetuosa, quítate! -Clamó él.

-¡Vilain, t'es qu'un vilain!* -Le reclamé, sin percatarme del idioma.

Él se incorporó, obligandome en el proceso. Yo lo vi aún con el ceño fruncido, pero sin poder estar realmente enojada, lo volví a abrazar con total añoranza, pues era más la tristeza que mi rabia.

No supe que pasó durante unos minutos, no me importaba que la reputación narcisista de Kojiro se vaya al caño frente a sus amigos y compañeros, que sin percatarme siquiera había estado llorando silenciosamente en su hombro, ni mucho menos las insistentes palabras de Shinomiya tratando de salvar su pobre orgullo.

Me separé de él cuando Dojima-San dijo que los buses estaban por partir.
Al separarme y verle a los ojos noté recién lo borrosa que se encontraba mi vista. Me talle los ojos con la manga de el suéter negro que llevaba.

-Recuerda contestar mis mensajes, sino, me voy a quejar con Thomas.

-Bien.- Bufo y volteó los ojos.- Tu t'en es bien sorti.*- Dijo mientras ponía su mano en mi cabeza.- Ahora, corre que se te va el bus.

Yo sonreí alegre y tomé nuevamente mi maleta y acomode la pequeña mochila que traía en mi espalda. Giré completamente mi cuerpo y tras una reverencia hacia los egresados acompañado de una disculpa por empujarlos y una merecida despedida me giré nuevamente hacia Shinomiya para volver a darle un rápido abrazo y salir corriendo al primero de los buses que encontré, pues varios ya se habían ido. Un señor muy amable me pidió mi maleta para guardarla en la bodega que tiene para el equipaje grande.
Y seguidamente me indicó que dentro aún quedan asientos disponibles. Había corrido con demasiada suerte.

Ingresé sosteniendo mi pequeña mochila en la mano y vi que ciertamente varios de los asientos estaban desocupados, sin embargo no había nadie conocido con quien pudiese sentarme, nadie excepto...

Indiferente- Ryou KurokibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora