Daddy Luke [Luke.Hemmings] ✔

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Traté de hacer caso omiso a los fuertes latidos de mi corazón y me concentré.

—Sobre el escritorio, ahora

Asentí y como ayer me senté sobre la madera de este. Se posicionó frente a mi y con sumo cuidado acomodó la corona sobre mi cabeza, apartando algunos mechones de esta. Después procedió a atar mis manos detrás de mi espalda, impidiemdome el movimiento de estas.

—Ahora pequeña princesa, aprenderas lo fundamental de todo esto— Me señaló con la regla —Como está es tu primera vez, procurare ser amable contigo ¿bien?

Moví mi cabeza dándole a entender un sí, pero eso término cuando sentí la regla chocar contra mi muslo.

—Punto uno: nunca debes hacer gestos, debes hablarme fuerte y claro

—Si— Respondí a medias

—¿Si qué?

—Si Daddy

—Buena chica— Murmuró posando sus dedos en mi barbilla —Ahora, cada vez que yo te ordene algo tu lo debes cumplir sin protestar. Si yo te digo que te desnudes; tú lo haras

—Si Daddy— Contesté seria

—Ahora debo examinarte, pequeña princesa, así que vas a quedarte quieta o si no me veré obligado a castigarte con está regla o peor aún, follandote muy duro ¿ok?

—Si Daddy

Tenía un terrible nerviosismo. Saber que iba a mirar mi cuerpo, me aterraba por completo. No tenía un cuerpo de modelo para nada, diría que soy algo ¿dispareja?, no tengo mucho trasero y tampoco mucho busto y soy algo delgadita. Nada que se pueda mirar.

Luke empezó a desabotonar mi blusa, y cada vez que salía un botón, sólo quería huir de ahí. Cuando por fin término apartó con cuidado la tela dejándome al descubierto.

Estuvo al menos dos minutos mirándome y nada más. Dos minutos en los cuales sufrí una agonía terrible.

—Debo admitirlo, cada vez me sorprendes más pequeña princesa— Jadeó retrocediendo

Como si fuera lo más normal, se dedico a medirlos. ¡Medirlos!, con una estúpida huincha.

—Oh joder, enserio me sorprendes— Musitó con voz pesada, soltando un leve gemido

Siguió tocandome muy campante como si nada. Yo por mi parte trataba de no soltar ningún ruido. Sinceramente jamás me ha gustado ser tocada de forma tan libre como está pasando ahora mismo.

Sin aviso me apreto haciéndome dar un respingo y a la vez soltando un leve gemido, casi inaudidable. Recobré la compostura y apreté mis labios.

—Muy bien pequeña princesa. Ahora se una buena chica y baja de ahí

Obedecí y con su ayuda bajé del escritorio. Desató mis manos y tomó nuevamente la regla.

—Está es mi regla de la corrección y está siempre la voy a usar ¿captas?

—Si Daddy