Daddy Luke [Luke.Hemmings] ✔

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Luke POV

Era estéril, era malditamente estéril. Eso de cierta forma me aliviaba, ya que jamás podría quedar embarazada, pero por otro lado era realmente horrible no poder tener el privilegio de concebir, lo sé porque mamá era estéril y mi padre no tuvo más remedio que arrendar un vientre para que yo pudiera existir.

No la quise seguir, porque nuevamente quería darle su espacio para que se desahogara sin mi. Es preciso tomar las decisiones con cuidado si quiero mantenerla a mi lado por un tiempo. Mañana será otro día y podré hablar con ella... O al menos eso espero.

Clarie POV

Al otro día como de costumbre, repetí mi rutina olvidando todo lo que pasó ayer con Luke. Como dije, no me sentía atada a él en ningún sentido, pero no puedo negar que algo en mi se ha roto al confesar aquello.

Y no, no el ímem.

Llegué a mi espacio de trabajo y cuando estaba a punto de abrir la puerta, escuche uñas risitas dentro. Con cautela me asome y abrí mi boca de par en par al ver que era Karla con aquel chico de pelo azul que vi el ascensor.

Maicol, mike, Michael.. Si, Michael

Llevé mis manos a mi boca sorprendida y solté una leve risita. Me alegra saber que aquí no soy la única que se divierte aquí.

Iba a irme cuando Michael me vio y su rostro palideció por completo. Se separó de Karla y salió sin decir algo.

Entré avergonzada por eso.

—Lo siento no quería...

–Tranquila—Me cortó

—De verdad no quería... Siento que tu novio se haya marchado así

—¿Novio?, oh no, él no es mi novio...

OMG

—¿Qué...?

No me lo creía, se estaba besándo con él y ahora me dice que no es su novio.

—Digamos que yo soy sólo su entretención— Susurró triste

Bueno mi situación es la misma, pero al parecer ella sí siente algo por Michael.

—Oh... Bueno no quise sacar el tema...

Vale la he jodido pero no ha sido mi intención en lo absoluto.

—No, relájate Clarie...Pero quiero saber algo— Soltó con malicia

Fruncí mi ceño confundida y asentí lentamente.

—¿A qué se debe que el señor Hemmings te solicite tanto en su oficina?

Al instante mis mejillas se volvieron rojas por la vergüenza que estaba empezando a sentir. ¿Tan notorio era?

—No se de que hablas— Mentí desviando mi rostro a otro lugar

—No me mientas, Clarie— Habló sonriendo

—Bueno, yo...

Iba a hablar para dar una excusa tremendamente barata cuándo el teléfono sonó anunciando que había un correo de voz.