Daddy Luke [Luke.Hemmings] ✔

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Me atraganté con mi propia saliva, tanto así que un punto creí que iba a desmayarme por la falta de aire en mis pulmones.

Suspiré unos segundos y puse mi mente en frío, no puedo negar que aún sigo molesta por su actitud de hace unas horas.

—Estás ebrio y debes dormir— Contesté de forma fría y poco amable —Ahora hazlo rápido, que mi paciencia no es infinita

No dije más y salí del baño con los ojos picando por lágrimas. ¿Por qué diablos lloraba?

Parecía una adolescente hormonal cualquiera ¡Ya tenía veintitrés años, joder!, ¿Por qué lloraba por algo tan estúpido?

Limpié rápidamente mis lágrimas y me arrope fingiendo que me había quedado dormida. Después de unos minutos de sentir el agua de la ducha caer, finalmente paró y supe que debía sacar mis dotes de teatro.

Sentí como la puerta se abría y sus pasos resonaron en el piso de madera, curiosa por ver asomé disimuladamente mi cabeza por entre medio de las sábanas y cobijas.

La santa mierda.

Su cabello rubio estaba húmedo y desordenado, traía una toalla Blanca que se ajustaba a su cadera dejándome ver su perfecto torso marcada y gotas de agua descendían lentamente desde su cuello hasta perderse debajo de la toalla.

Controlate, recuerda que estas enojada, controlate.

Se que en el fondo toda esta estupidez de mi enojo y el de él, es por nada menos que Brooke.

Jamás debí dejar que se me acercara, nunca debí haber hablado con él, fue mi error pero aún así me negaba a admitirlo además él tampoco hacia algo por ello, no me había dejado explicarle nada y enserio enserio me molestó.

—Es de mala educación espiar a las personas,  cariño— Pronunció sin mirarme, mientras abría el closet que estaba dispuesto en una esquina

Mi corazón empezó a bombear como loco de tan sólo oír su particular voz ronca y pesada. No respondí y mucho menos me moví de mi posición. No iba a darle la satisfacción de saber que estaba en lo cierto, no hoy.

—Se que estas despierta, te he visto asomar tu cabeza

Idiota.

No hice más teatro y simplemente me levanté hasta quedar apoyada en el respaldo de la enorme cama.

—Que este borracho no significa que no sea un poco consiente de mi alrededor

—Vaya siempre tan observador— Comenté rodando mis ojos fastidianda, con claro tono de sarcasmo

—A ese perro con otro hueso, amor

Me tardé varios segundos en captar su estúpida indirecta y cuando por fin lo entendí me limité a enseñarle mi dedo medio. No tenía ánimos de discutir con este sexy sujeto así que por ende opté por volver a escabullirme entre las sábanas y tratar de dormir.

A los minutos después sentí como su cuerpo caía pesadamente a mi lado.

Estaba frío.

Me hice más al lado tratando de no tocarlo, pero fue inútil ya que a los segundos tiró de mi pequeño cuerpo para pegarlo al suyo.

—Duerme Cariño, mañana tienes que darme muchas explicaciones— Escondió su rostro entre mi cabello y rodeo sus brazos en mi cintura

—Buenas noches Luke— Susurré poniendo mis manos sobre las suyas

Mañana iba a ser un largo día.

[.............]

—No me diste tiempo de explicarlo— Hablé con voz ahogada dándole la espalda

Tenía la respiración agitada y por más que trataba de disimular lo nerviosa que estaba no podía lograrlo. Él se quedó en silencio y a los segundos sentí su respiración pesada en mi nuca.

—No tienes una maldita idea de las cosas que me gustaría hacerte justo ahora— Deslizó sus largos y pálidos por mi cuello hasta rodearlo completamente

Acarició lentamente mi garganta con su dedo pulgar e hizo presión ahí, sin cortarme la respiración. Un nudo se formó en mi estómago, inpidiéndome estar tranquila.

—Luke...

—Shh, será mejor que cierres esa hermosa boquita que tienes o me veré obligado a follarte tan duro que no podrás caminar en semanas— Gruñó bajando su otra mano libre por medio de mis senos, hasta terminar en mi entrepierna

Apretó de forma brusca ahí, haciéndome saltar. Gemí en respuesta de eso y por inercia aferré mis manos a su camisa.

—Ugh pequeña zorra no sabes cuántas ganas tengo de follarte— Sentí como uno de sus dedos apretaba fuertemente en mi entrada

Mordí mi labio inferior callando mi gemido pero a cambio de eso me aferre aún más a la tela.

Mi libido está subiendo, demasiado rápido. Demasiado rápido.

—¿Eres la zorrita de papi, cierto?— Demandó echando mi cabeza hacia él de modo que podía ver su perfil, mientras pasaba sus labios húmedos por mi cuello —Vamos quiero oirte decirlo— Jadeó apretando mi intimidad a mano abierta

No se sentía bien, pero a la vez si.

—S—Si soy una Zorra, soy la zorrita de papi— Gemí deslizando mis manos hasta su cabello rubio

Al decir aquello gruñó pesadamente y De forma brusca me volteó hacia él. Sus pupilas estaban dilatadas por completo, tapando casi todo sus ojos azules.

Con rapidez tomó mis hombros y me dejo caer sin ningún tipo de cuidado —Cosa a la que ya me estaba acostumbrando— a la cama. Le puso seguro a la puerta y se sacó su cinturón para luego darme una mirada maliciosa.

—Jamás debiste desobedecerme Cariño.

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