Daddy Luke [Luke.Hemmings] ✔

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Lentamente dejé caer mi cuerpo hacia atrás esperando que Luke no me dejará caer. Apreté fuertemente mis ojos, a pesar de que no podía ver nada, quería tener la certeza de que la oscuridad se quedará.

Después de unos segundos de tortura y miedo, caí sobre algo suave y acolchado. La cama, eso tenía mucho sentido.

Los segundos pasaron y sólo podía oír mi respiración agitada, nada más.

—¿Luke...?

Otros segundos pasaron hasta que sentí algo suave pasar por mis piernas, haciendo que saltará involuntariamente.

—¿Recuerdas mi objeto mágico, cariño?— Preguntó con voz pesada

—Si, eso creo......

—Atare tus manos a la cama y te quedarás quieta como la buena chica que eres— Sus labios rozaron mi oído provocadoramente sacandome un gemido

—Ujum....

Él tomó mis muñecas y las amarró con lo que creo puede ser, una corbata. Después de eso sentí el "objeto mágico" pasar por mis cuello, senos y piernas para terminar en mi sexo.

—Unm......Luke— Gemí retorciendome

—Quieta— Ordenó

Traté de obedecerle, pero me era algo difícil. Después dejó de pasar lo que fuese que fuera eso y a cambio sentí sus labios suaves sobre los míos.

La extraña mezcla de terror y deseo me apretaban el pecho inpidiéndome respirar con normalidad, pero la verdad valía la pena. Había aceptado su contrato para darle un giro radical a mi vida monótona y gris.

Sentí el cuerpo de Luke colocarse a horcajadas sobre mi cintura con cuidado de no aplastarme. En esa posición, con los brazos atados al rededor de mi cabeza y sus largas piernas rodeandome, me encontraba aturdida por su aroma tan masculino y peculiar que desprendía.

—Eres sólo mía ¿Oiste?, nadie jamás podrá hacerte sentir como lo hago yo— Susurró

Aquellas palabras de alguna forma lograron llegar muy al fondo de mi, provocando que soltase una solitaria lágrima, llena de emociones.

—¿Qué sucede Cariño? ¿Quieres que paremos?— Preguntó con algo de sorpresa en su voz

Inmediatamente negué con mi cabeza.

—Como tu desees

Sentí sus labios bajar por mi clavícula y se perdió entre mis senos acariciandolos con suavidad, lamiendo el espacio que quedaba entre ellos. Solté un gemido ahogado tratando de contenerme.

Él labio con avidez la tela de mi sujetador, pasando su lengua por sobre mi pecho. Sus grandes manos acariciaron mi cuerpo y a momentos trataba de liberarme, pero era inútil.

Se sentía bien, muy bien, tanto así que me asustaba.

Su boca se dedicó a recorrer mi abdomen hasta llegar a mi cadera en donde se dedicó a succionar. Eso iba a dejar una marca.

Sus dedos pasaron por sobre mis panties, para finalmente bajar las con suma lentitud. Estaba nerviosa, esto aún era algo nuevo para mi.

—Eres perfecta— Oí su voz

Unas cuántas lágrimas cayeron de mis ojos, negando lo que él había dicho, en el fondo estaba tan defectuosa y arruinada. No era cierto.