Aya sentía como poco a poco sus sentidos se iban agudizando, sintió como una fuerza sobrenatural se apoderaba de ella, solo veía fuego por todas partes y una sombra que intentaba agarrarla fuerte por la cabeza.
Como siempre, nadie que le ayudara a calmarse y mucho menos a despertar.
Abrió los párpados lentamente, estaba sudando como solía hacerlo cuando era chica y sus pesadillas no la dejaban descansar ni un día. Escucho un bip que inundó toda la habitación de suspiros pesados por su parte.
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La luz me fue cegando poco a poco, pude ver como hacía un lindo día afuera, pero por favor hace tanto que no son lindos para mí.
Reconocí inmediatamente la habitación del hospital. Aquí vamos de nuevo.
- ¿Qué fue esta vez? - Dije sonoramente al percatarme de una presencia en la habitación, pero no hubo respuesta alguna así que lo intente nuevamente.
- ¿Sobredosis, accidente?
- Homicidio. - respondió una voz contundente que poco a poco se iba acercando a la cama, aún no podía distinguir bien su rostro pero era un médico.
Me quede estupefacta, dirigí la mirada hacia mi costado derecho, de ahí provenía el dolor. Di un lento pero pesado suspiro.
- ¿Sabe que me paso? - Trate de recordar por un momento, pero pude sentir como el pánico inundaba cada parte de mi cerebro - No logro recordar nada.
- Bueno señorita King, es probable que no lo haga.
Hice una cara de horror y el doctor pudo verla. Camino un poco más a la cama hasta que pude distinguir sus facciones, acercó la silla de las visitas y me miró fijamente.
- Usted fue internada por intento de homicidio o al menos eso dice el primer parte médico, pero... - hizo una pausa que pareció eterna - sus exámenes de sangre dicen que tenía droga en la sangre, Ketamina para ser exactos; una droga utilizada en violaciones
Sentí como iba palideciendo poco a poco, las pocas fuerzas que tenía se fueron volando y todo se fue nublando.
- Sin embargo, no encontramos rastros de que usted haya sido agredida sexualmente, es por esto que se cree que solo la querían asesinar.
- ¡¿Y usted viene y me lo dice tan tranquilamente, como si nada pasara?! - me senté de golpe en la cama llevándome las manos a la cabeza, también me dolía como el demonio. - ¿Como es posible que alguien tenga algún interés en asesinarme?
Y entonces lo recordé, sentí una punzada en el corazón. Creo que fue una de esas veces en las que la mente de las personas suprime los recuerdos dolorosos o traumáticos, para poder seguir viviendo.
"Era 2001 y yo debería tener unos 7 años, la puerta de la oficina de mi padre se abrió de golpe dejando a la vista un hombre alto, fornido con algunas canas asomándose pero lo que más resaltaba en él eran sus marcadas venas por todo el cuello y en la frente, la cara enrojecida y los puños cerrados. Al escuchar el estruendo mi padre volteo a verlo bruscamente y me obligo a ponerme detrás de él queriendo protegerme.
- Escuchame bien Edward - Pronunció más calmado de lo que todo él representaba, apuntando con el dedo a mi padre - Si tratas de acabar conmigo te lo haré pasar mucho peor.
- ¿A que coño te refieres Miles? ¿Acabar contigo? ¿De que hablas?
- Oh, sabes muy bien a lo que me refiero King. - Desvio su mirada hacia mi. - Es una linda hija la que tienes allí.
- No te le acerques o te matare, gruño mi padre.
- No me ensuciaria las manos socio, lo haría desde el anonimato.
- ¿De que estás hablando? No entiendo nada. - Mi padre retrocedió unos cuantos pasos más y me apretó fuerte contra él.
- Si yo me hundo, te hundes conmigo. O sabes? Creo que prefiero acabar con toda tu familia así no se tienen que enterar con que trafica su padre - Su risa malévola pronto inundó toda la oficina."
No, no puede ser cierto me repetí una y otra vez en la cabeza mientras perdía todo sentido del tiempo y del espacio, sentí las gotas de sudor frio caer por cada lado de mi frente y después no sentí nada.
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Hola!! Estoy comenzando recien a subir lo que escribo por acá así que si les gusta aunque sea un poco pueden añadir esta historia a su biblioteca. Espero que les guste <3 Y no olviden dejar sus comentarios y votos.
Ale
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MY BODYGUARD
RomanceElla, Aya King es una mujer común y corriente, a sus 19 años jamás le ha faltado nada, pocos amigos y mucha fiesta y sobretodo le encanta sentir como la adrenalina se extiende por su cuerpo cada vez que monta. Está acostumbrada a los gilipollas y lo...