MY BODYGUARD

33. Haré lo mismo por ti

Bueno sé que muchas personas no lo esperaban pero como les había comentado antes venian los capitulos finales y aquí está por fin. Quiero ante todo pedirles una enorme disculpa porque me tardé terminandolo solo para que quedara bien. Sé que algunas no han entendido ciertas cosas así que les explicare:

1. Thomas es Devil para las que de pronto no recuerdan el capitulo en que Devil comenzó a tener un nombre.

2. He visto que están confundidas sobre quien es Patricia Lain y bueno en capitulos anteriores James estando en el hotel mientras se ocultaba encontro en el archivo policial que el padre de Aya era sospechoso de asesinato en su caso. 

Y pues ya eso era todo. Aún falta el epilogo así que allí les dare los agradecimientos y sobre todo espero que les guste. Si quieren decirme algo, hacerme criticas o lo que sea quiero que sepan que mi buzón esta esperando mensajes que me ayuden a mejorar.

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Espere por lo menos una hora antes de que Patricia Lain bajara de nuevo a donde yo me encontraba para continuar nuestra conversación, las manos me sudaban y no había podido probar más de dos bocados de la comida que Cesar me había puesto en frente. Me pase las manos por el cabello, no entendía porque alguien fingiria su muerte, bueno en realidad después de lo que ella me había contado si lo entendía, nadie tiene porque soportar una vida tan dolorosa pero lo mejor habría sido denunciarlo o matarlo en el peor de los casos. Escuche el sonido peculiar  de sus tacones provenientes de una escalera cercana y una puerta en el fondo de la habitación se abrió dejando verla en una ropa más relajada, unos jeans ajustados y una camisa blanca suelta. Camino lentamente y se sentó frente a mi.

- ¿Está bien? - Le pregunté tímido sin saber que decir o que hacer.

- Si, lo siento. Es que recordar es un poco difícil para mi y más sabiendo como mi hija está ahora por causa de su padre.

- Hay cosas que todavía no entiendo pero siento que no es el momento para responder a todas mis preguntas.

- Tienes razón, tienes poco tiempo para encontrar a Aya antes que pase lo peor.

Se le quebró la voz en un punto y en vez de dejar que las lágrimas brotaran de sus ojos agarró mis manos entre las suyas como si me fuera a hacer una súplica.

- Tienes que saber también que mi hija no es una mala persona James, lo que ella hace no lo hace consciente, su padre le envenenó el alma y el corazón. - Se le salio un sollozo y retiró su mirada. Le puse la mano en el hombro con miedo.

- No se preocupe, pero lo que no entiendo es quien es su hija y porque me dice todo eso.

- Oh James, sé que en unas horas lo sabrás y me odiaras por no decírtelo en este momento pero ten en cuenta lo que te digo. Por el momento no puedo hacer otra cosa que darte apoyo en armas y hombres con cierto entrenamiento militar para que te ayuden. Ahora tienes que irte, Cesar te acompañara a la salida y te llegarán todos los numeros de los hombres que ya están enterados de la situación y están esperando tus órdenes. Cuídate James, y cuida a Aya. Hasta pronto.

Se fue corriendo por donde había entrado minutos antes dejándome con la palabra en la boca, con muchos interrogantes y sobre todo confundido. No entendía nada, no entendía quien era su hija. Necesitaba desesperadamente saber donde tenían a Aya antes de que fuera demasiado tarde.

Subí a mi automóvil y lo primero que mire en mi celular era si tenía alguna llamada de Thomas indicandome donde estaba y a ver si tenía alguna pista de donde podría estar Aya, pero lo único que encontré fueron 17 llamadas perdidas, creo que estaba algo desesperado. Le devolví la llamada inmediatamente y no contesto hasta la tercera vez.