28. Tú aún no estás en el olvido.

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Mis planes parecían ir cayendo uno a uno, o más bien ese pedacito de realidad que estaba viviendo parecia estar desmoronándose, mi rabia, el desconcierto todo desapareció cuando después de dar varias vueltas por el campus pensando a lo lejos vi como requisaban a Simon contra una pared de la universidad.

Corrí lo más rápido que mis piernas me lo permitían y llegue hasta la pared donde estaba, me dolió escucharlo decir que él no había hecho nada mientras el policía que lo terminaba de requisar sacaba las esposas del bolsillo y le recitaba lo de guardar silencio y toda esa basura.

Le toqué el hombro al otro uniformado.

- Disculpe, ¿Por qué se lo llevan? - Dije agitada mientras él me miraba con desconfianza.

- ¿Usted es algo de él?

- Bueno si, soy su novia. - Dije preocupada y el policía me miró con curiosidad.

- Necesito que me de sus datos - Sin dudarlo en ningún momento le di mi nombre y mi número de celular.

- ¿Es todo?

- Si, es todo. Si quiere puede hacerle una visita en la cárcel de aquí mientras pasa el juicio y es trasladado. Contacte a sus familiares por favor.

Todo me dio vueltas pensé en llamar a Dani, pero me imagine que ya estaba enterada así que solo había una persona que me podía aclarar esta situación, busque en el directorio del celular el número de Devil y no cogía ninguna llamada, así que tenía que enfrentar las cosas y por lo menos que el idiota de Simon que quien sabe en que problema se habría metido, me contara lo que estaba sucediendo.

Justo cuando me iba a subir a la motocicleta apareció James a mi lado.

- Dame la bolsa disimuladamente Aya, yo sé que hacer con ella. Fue un error dártela y más en este lugar. - Me voltee para mirarlo a los ojos.

- ¿Que haces aquí todavía?

- Damela. - Ante tanta insistencia de su parte decidí darle la bolsa que tenía escondida en mi chaqueta.

- Se a donde vas y créeme te requisaran antes de entrar, no quieres que te encuentren con 500 gramos de cocaína escondidos entre la chaqueta.

Dio media vuelta para ir por el auto que estaba parqueado en frente de la puerta principal de la universidad y alzó el dedo derecho.

- Me preguntaste que hacia aquí todavía.

- Así es.

- Siempre te cuido.

Maldito James, es un maldito no puede llegar como si nada y en uno de los peores momentos me dejó congelada mirando mientras se iba, entre como en un trance hasta que gracias al cielo mi celular comenzó a sonar en mi bolsillo trasero.

- Aya. ¿Estás bien? Me llamaste cinco veces.

- Lo prometiste - Dije con voz dura.

- No entiendo de que hablas

- Prometiste que no ensuciarías a Simon después de que lo confesaste todo. - Escuche un suspiro desde el otro lado del teléfono.

- Escucha - Hizo una pausa que me pareció eterna - No fui yo, me entere del operativo hasta hace unos minutos y por eso no te contestaba, me lo estaban informando. - Yo solo me quede callada tratando de procesar todo. - ¿Me crees?

- Si.

- Esta bien, escucha lo que te voy a contar y no te muevas de donde estás hasta que te llame de nuevo. A Simon lo van a procesar por tráfico ilegal de drogas, al parecer alguien dentro de la organización lo delató, creo que puede salir bien librado de eso pero hay más.

MY BODYGUARDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora