MY BODYGUARD

21. Ha pasado un tiempo

Ya había pasado un mes desde que tuve una fuerte discusión con James, había pasado un mes desde que el tipo de relación que habíamos logrado crear se fue al inodoro, se deterioró totalmente y para siempre.

" La mañana estaba fría, ya habían pasado unos pocos días desde el episodio del robo. Yo ya estaba más calmada pero la actitud de James, estaba fría y un poco distante. La verdad no lo entendía, habíamos pasado de bromear con todo, de besarnos sin tener un título a básicamente solo hablar lo necesario, en pocas palabras habíamos vuelto al principio de una relación odio/odio.

- James, ¿Puedes decirme que te sucede? - dije entrando a la cocina mientras clavaba mi mirada en su espalda.

- ¿Que me podría pasar? - Dijo sin mirarme y con la voz indiferente.

- Nada - susurre. Por un momento pensé que podría pasar algo como en las películas, que él chico se da cuenta de su error y corre detrás de la chica que ya está empapada de lagrimas pero no iba a pasar, o por lo menos a mi no me pasaban esas cosas. Me di media vuelta para dirigirme a mi habitación.

- Aya - El corazón me palpitaba rápidamente y se me secó la boca hasta que escuche lo siguiente. - Voy a salir esta noche, ¿crees que estarás bien?

La ira comenzó a subirme desde los pies hasta que se me puso la cara completamente roja.

- No, no estaré bien. Se supone que tu puto trabajo es cuidarme pero no puedes ni hacer eso bien.

- Esta bien, entonces vendremos aquí si tanto te molesta que salga de casa. - Dijo más calmado de lo que esperaba.

Salí corriendo para mi habitación, di un portazo y puse música a todo volumen, "Vendremos aquí" se repetía una y otra vez en mi cabeza sin poder creerlo, estaba en shock y la tristeza me invadía cada vez más, sentía una presión en el pecho. No alcance ni a recostarme en la cama cuando ya estaba de rodillas llorando con el corazón en la mano. Estoy segura que es una estupidez que yo esté llorando así de desgarrada por dentro por un hombre con el que de hecho ni sostenía una relación pero vamos, a todo el mundo se le ha roto el corazón por lo menos una vez en la vida, se supone que ya me había pasado y por eso era una desgraciada con todo el mundo... pero hasta ese momento me di cuenta que era una cosa de niños, cuando uno realmente siente a alguien en el corazón, cuando la sonrisa de una persona se mete en el alma es ahí cuando uno tiene el corazón roto. La verdad no sé por cuánto tiempo llore, lo siguiente que supe era que me estaba despertando de un sueño profundo en el que por primera vez desde hace ya un rato no habían pesadillas. Y la verdad la razón por la que me desperté no me gusto mucho, escuche ruidos provenientes de la cocina que al agudizar el oído se convirtieron en sonidos sexuales, en sonidos que hacen las pieles cuando están teniendo fricción, pero lo que más me dolió fue escuchar un gemido ahogado de James, en realidad lo estaba disfrutando.

Le di muchas vueltas, perdí mucho tiempo pensando en que fue lo que hice para que el rubio volviera a ser un gilipollas. Hasta que al final me cansé, suspire cuando deje de escuchar los ruidos de la cocina y me dispuse a salir de mi habitación pero escuche pasos yendo hacia la de James así que espere hasta que escuche que se cerraba la puerta. La verdad había planeado ir por un vaso de agua pero me aterraba el solo hecho de pensar en la cantidad de gérmenes o de enfermedades que la puta que tenía James el día de hoy habría dejado regados así que me puse mis botas militares, una chaqueta con estampado militar, las llaves de mi motocicleta y rebusque el casco entre mi armario. Lo limpie un poco y ya estaba reluciente y listo para una carrera.

Llegue a la pista donde siempre estaban celebrando las carreras, levante la visera del casco y busque con la mirada a Ed, lo vi a lo lejos en un circulo formado por mujeres y pude ver como estaba en una especie de competencia de "quien bebe más" pero con él solo, a veces los tipos son absurdos de verdad que si.