Golpeo nerviosamente el lápiz contra la mesa mientras observo como el segundero del reloj avanza.
En cuanto la campana suena agarro todas las cosas que hay esparcidas por la mesa y salgo de la clase, un suspiro se escapa de mis labios, las clases me están matando.
Camino rápidamente por los pasillos que comienzan a llenarse de estudiantes deseando tanto como yo salir de allí.
En cuanto piso la calle puedo respirar tranquila, por fin puedo decir que el fin de semana había llegado.
Agarro mi teléfono y lo desbloqueo, viendo así los mensajes de Trish y Melissa, estas estaban hablando de una fiesta, no les presto mucha atención, simplemente conecto mis auriculares y pongo el reproductor de música en aleatorio.
En unos quince minutos estoy en la puerta de mi casa y al entrar me percato de que mi madre no está sola, la señora Hood, la madre de Aiden está hablando animadamente con la mía.
Dejo mis cosas en la mesa del salón y me acerco a ellas.
—Hija, ¿qué tal? Joy está aquí para pedirte un favor.–Mi madre me sonríe y yo fijo mi vista en Joy, ella y yo siempre nos hemos llevado bien.
—¿Cuál?–Pregunto curiosa mientras me siento en uno de los taburetes de la isla de la cocina y me apoyo en la encimera.
Joy deja el café que sostenía.—Aiden, su padre y yo estaremos fuera unos días y quería pedirte que te encargaras de Max mientras estemos fuera, ponerle comida, agua y sacarle a pasear, se que él te adora...
Asiento.—Claro, no hay problema.
Joy sonríe y me tiende las llaves de su casa.—Muchas gracias.–Hace una pausa y mira su reloj.—Nos vamos en una hora a si que creo que debería marcharme ya.
—Que tengáis buen viaje.–Me despido.
Mi madre asiente y se va a acompañarla hasta la puerta, yo mientras tanto subo hasta mi cuarto y me pongo ropa cómoda.
No tarda ni cinco minutos en sonar mi teléfono, alguien me está llamando, sin ni siquiera mirar quien llama contesté.—Hola Trish.
—¿Vamos al centro comercial?–Pregunta ella animadamente.
Me dejo caer en la cama.—Estoy cansada, ¿no puede acompañarte Melissa?
—Melissa nos esperará allí.
Suspiro.—Bueno, ¿pero cuando...?
Trish no me deja ni terminar la frase.—En media hora estoy en tu casa.
Cuando terminamos de hablar tiro el teléfono a mi lado y me levanto perezosamente.
Seguramente querrían comprar cosas para la fiesta de la que estaban hablando esta mañana y ciertamente a mi tampoco me vendría mal comprar algo de ropa.
Cuando llegamos como Trish dijo Melissa está ya allí, con dos bolsas colgando de su brazos.—¿No puedes estar diez minutos sin comprar nada?–Bromeo señalando las bolsas.
Me fulmina con la mirada y nos arrastra hasta su tienda favorita, esto no va a acabar bien para mi cartera.
Tres horas y quince tiendas después salimos del centro comercial, no hace falta decir que con menos de la mitad del dinero con el que llegamos.
Trish y Melissa acaban en mi casa, probándose todo lo que han comprado y yo, totalmente distraída miro el reloj, este marca las diez menos cuarto de la noche.
No me preocupa hasta recordar a Max, tengo que ir a ver cómo está, ya ha pasado tiempo desde que la familia se había ido.
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truth or dare; cth
Fanfiction"Te reto a intentar conseguir el número de teléfono del primer chico que veas"