truth or dare; cth

26

¿Se puede llegar a odiar tanto a alguien?
Si Erica realmente quisiera a Calum le hubiera dejado ser feliz conmigo pero ha preferido destruirlo todo con tal de separarnos.

Estrujo el cojín que sostengo entre mis manos, yo era la que tenía que contar todo lo relacionado con el viaje a Calum, no ella.

A saber qué le estará diciendo sobre mi, qué se habrá inventado para que me odie.
¿Me odiará? ¿Todo se habrá acabado de verdad?
No hay manera de describir el dolor que siento y este aumenta cada vez que recuerdo la cara de Calum, estaba decepcionado, había confiado en mi y yo me he encargado de estropearlo.

En el fondo me merezco todo esto.

Me paso las manos por la cara, miro el trozo de papel que estaba encima de la cama y lo vuelvo a leer.

"No espero que me perdones nunca, yo no lo haría, no merezco tu perdón y mucho menos estar a tu lado."

"Estoy enamorado Arianne, de ti."

Lágrimas siguen deslizándose por mis mejillas, Luke realmente ha cambiado y espero que encuentre a una chica que le ame tanto como yo una vez lo hice.
Se lo merece, merece ser feliz.

Doblo la carta y la guardo en un cajón de la mesilla de noche, no puedo tirarla.

En ese momento alguien toca la puerta de mi habitación y rápidamente me limpio las lágrimas, mi madre no va a saber nada de esto. No le voy a dar el gusto de saber que Calum y yo ya no somos nada.

Aunque realmente nunca llegamos a ser algo.

La puerta se abre y me sorprendo al ver a Melissa, su cara expresa preocupación y miedo, ¿tan mal me veo?

—¿Arianne?–Pregunta esta mientras se desliza dentro de la habitación y cierra la puerta detrás de ella.

No escondo mi sorpresa.—¿Qué haces aquí?

Melissa avanza lentamente hacia mi.—Aiden me ha llamado, me ha dicho que viniera a verte.

—¿Aiden?

Ella asiente y se sienta a mi lado.—¿Qué ha pasado con Calum?

Meneo la cabeza, no quiero hablar de esto pero a la vez tengo tantas dudas.—¿Y si al final no debemos estar juntos?

—¿Qué dices?–Melissa me agarra de la cara para que la mire.—Todas las parejas tienen discusiones.–Suspira.—Lo malo es que vosotros no habláis las cosas, ¿cómo queréis solucionarlo si aplicáis la ley del hielo el uno con el otro cada vez que hay un problema?

—Melissa, no quiere hablar conmigo.–Digo marcando cada palabra.

—Obviamente ahora no va a querer hablar con nadie, dale tiempo.

Me abrazo las rodillas.—¿Tiempo?–Una risa sin humor sale de mi garganta.—Eso es lo que quiere Erica para poder poner a Calum contra mi.

—¿Crees que Calum es tan fácil de manipular?–Melissa se pone seria.—Él te quiere Arianne, más de lo que crees.

—¿Cómo estás tan segura Mel? Debe odiarme ahora mismo.

Se muerda el labio, como decidiendo si decirme algo o no.—Trish y yo le íbamos a ayudar a preparar una cena.–Esboza una pequeña sonrisa.—No sabes lo nervioso que estaba, quería formalizar vuestra relación.