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Mentiría si dijese que he estado bien estos días, no he parado de pensar en Calum, en nuestro beso, en cómo le dije que hiciésemos como que nunca había pasado.

En cuanto entro en mi calle y vislumbro la casa de Calum mi corazón se acelera, ¿por qué solo pensar en él me pone así?

Camino hasta encontrarme con tres figuras en su jardín.

No puedo evitarlas, para llegar a mi casa tengo que pasar en frente suyo, trago saliva.

Intento pasar con la cabeza baja, mirando al suelo y haciéndome la distraída.

—¡Arianne!–Escucho como Joy me llama y yo maldigo por lo bajo.

Levanto la cabeza y fuerzo una sonrisa amable.

—¿Qué tal todo? Hace días que no te veo.–Mientras ella hablaba mi mirada se dirige primero a Calum que está distraído mirando su móvil y luego a Aiden, nuestras miradas se cruzan y él rápidamente aparta la suya hacia otra parte.

Genial, había conseguido hacer que ninguno de los dos hermanos me dirigieran ni si quiera la mirada.

Suspiro.—Si, es que he estado algo ocupada.–Mi vista se queda fija en la de Joy.

—Oh vaya, bueno.–Hace una pausa.—Espero que os vaya todo bien a ti y a tu madre, dile que algún día tengo que ir a tomarme un café con ella.

Asiento evitando hacer notar mi incomodidad.—Lo haré, adiós.–Dicho esto me permito el lujo de mirar a Calum por última vez.

Camino deprisa hasta mi casa y cuando estoy dentro suelto todo el aire que ni me había dado cuenta de que aguantaba.

Así había sido toda la semana, tanto Calum como Aiden hacían como si no existiese, me evitaban a toda costa.

Lo he hecho todo fatal.

Suspiro y me dejo caer en el sofá, ¿me odiarán?

Desde la última vez que Calum y yo hablamos, el día después de la fiesta, he sentido un nudo en el estómago.

Y lo preocupante es que ya todo el mundo se está empezando a dar cuenta, mi mal humor, que mi apetito ha desaparecido, mis ojeras...

Y realmente es todo por la culpabilidad, he jugado con Aiden y he mentido a Calum, soy horrible.

Pero en el fondo me lo merezco.

Mi teléfono comienza a vibrar en el bolsillo trasero de mi pantalón, un nuevo mensaje de Trish.

"Centro comercial en 1 hora, ¿te apuntas?"

"No me apetece mucho, ¿otro día?"

Es la tercera vez esta semana que les digo que no cuando me preguntan de ir a algún sitio juntas, pero es que de verdad no me apetece.

Dejo el móvil en el sofá y subo hasta mi habitación, una vez allí me apoyo en la ventana, a través de esta se ve la casa de los Hood, de un bonito color azul claro, el jardín ahora está vacío; no hay rastro de Calum.

Iba a apartarme pero algo llama mi atención, una chica alta, morena y delgada atraviesa el jardín y se para delante de la puerta de la casa de los Hood.

Parpadeo varias veces para confirmar que estoy viendo bien, ¿Qué narices hace Melissa ahí?

Mi corazón se acelera cuando entra en la casa, la imagen de ella y Calum hablando en la fiesta provoca que mis pulmones se queden sin aire, ¿acaso hay algo entre ellos dos?

Siento una punzada en el estómago, no es de mi incumbencia pero no puedo evitar querer llamarla ahora mismo y preguntarle.

Me alejo de la ventana y me siento en la silla de mi escritorio, definitivamente hoy no iba a poder olvidarme del tema.

truth or dare; cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora