Sesion 3

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El jueves había llegado y aquella consulta que me había tenido dando vueltas toda la semana debía volver a ocurrir. No es que no quisiera volver a atender a Park Chanyeol, es que la sola idea de estar encerrado una hora con él en mi consultorio, con aquella mirada penetrante y sus insinuaciones, no era algo que me hiciera sentir precisamente a gusto.

Oí la llamada de mi secretaria, pidiéndole que hiciera pasar al joven para luego abrirle la puerta. Cada vez lucia peor, esta vez apenas parecía vivo. Tan solo se dirigió a mi sofá, recostándose allí antes de cerrar sus ojos y hablar.

— ¿Es posible morir por masturbarse, doctor?

Aquella pregunta me sorprendió, haciéndome fruncir el ceño sin saber que contestar.

—No he oído de algo por el estilo pero ¿por qué lo preguntas?

—En estos días he sentido que voy a morir en cualquier momento, no puedo dormir, comer, paso mis clases encerrado en el baño. Necesito ayuda con mi entrepierna y usted solo se dedica a asustarse por mis insinuaciones.

Logró que un enorme peso cayera sobre mí, Chanyeol tenía razón, estaba dejando de lado mi profesionalismo para dejarme intimidar por simples comentarios de un adolescente.

—Tienes razón, cuéntame algo sobre ti, mas allá de lo que ya se.

—Vivo con mis padres, asisto a la escuela secundaria, mi grupo de amigos es muy reducido y casi nulo con estos últimos acontecimientos. No creo que sea algo grato ir por ahí junto a un chico que sufre frecuentes erecciones.

— ¿Y tienes pareja? ¿Alguna otra forma de bajar esos problemas? —pregunté, anotando todo aquello que él decía.

—Ya le he dicho que tenía pareja pero se fue. Luego de aquel encuentro con ese chico que mencione, comencé a tener problemas para llegar al clímax con ella y lo notó. Llegó un punto en que ya no pude ocultarle algo como eso y se fue enojada.

—A mi parecer todos esos problemas están siendo causados por ese chico que mencionas. ¿Tanto pudo impresionarte para que te causara todo esto?

Creía haber encontrado una gran parte de todo este problema. Él se encontraba frustrado de no haber culminado en nada con aquella persona y a raíz de esto pasaba su tiempo imaginando todo tipo de escenas que a su vez derivaban en sueños. No lograba comprender como habia producido semejante efecto en mi paciente para que este se encontrara en aquellas condiciones tan lamentables.

—Claro que sí. Si usted supiera, doctor, su trasero era fascinante, el modo en que se frotaba contra mi aun me produce miles de excitantes sensaciones, sus labios y el modo en que mordía estos al bai...—no pude evitar notar que se había callado de repente, provocando que levantara la vista de mis apuntes, encontrándome de frente con el chico totalmente sonrojado y una muy obvia erección en los pantalones. — ¿Cree que podría ir al baño?

No tarde en asentir, permitiendo que se fuera porque estaba provocando que hasta yo mismo me avergonzara. El caso de este chico era difícil, si no lograba encontrar a aquella persona que mencionaba, por lo menos para demostrarle que no era tan gran cosa como para tener esos problemas, debía recurrir a un proceso más largo que terminaría por volverme loco.

Al rato Chanyeol apareció nuevamente en mi consultorio, sentándose frente a mí.

—Siento que en cualquier momento se me caerá el pene. —dijo sin ningún tapujo, mostrando una mueca de desagrado. — Soy muy joven para quedarme sin pene y sé que usted tampoco quiere eso.

Rodeé los ojos ante sus palabras, apagando el cronometro que daba por terminada la sesión.

—Para la semana que viene necesito que hagas algunos ejercicios. Busca algún entretenimiento que no esté referido a lo sexual y que pueda apagar tu mente de tus problemas un momento. Y a su vez, también quiero que averigües lo que puedas sobre el chico que viste aquella noche.

Luego de aquello me puse de pie para despedirlo en la puerta y arreglar la próxima sesión.

—No se sienta mal, doctor, su trasero también es apetecible para mí.—guiñó uno de sus ojos y cerré la puerta antes de que este notara mi creciente sonrojo. 

Ese chico era un caso de no creer y aun quedaba un largo tratamiento por delante. Y por largo me refiero a uno del tamaño de aquella posesión en sus pantalones que habia podido notar antes de que fuera al baño a atenderse.

Psicólogo ↪ ChanBaek/EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora