Capítulo 12: No se si sea correcto intentarlo.

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— Anda Amy, ve a ponerte un traje de baño — dijo Niall aventando las llaves de su auto en la mesa.

— ¿Y tú con que te meterás al agua? — pregunte intrigada, que yo sepa esto no estaba en los planes.

— Yo entrare en bóxer — me guiño un ojos, levante una ceja y lo mire extrañada — ¿Qué? Ni que fuera ilegal.

— Está bien — alce mis hombros — como digas señor nudista. 

— Cuida tus palabras jovencita, recuerda que estoy a cargo de ti — me señalo.

— Calmado Horan — lo rete.

— Anda, ve por tu bikini — ordeno.

Solo reí y fui a mi cuarto, busque un bikini lindo, no muy provocativo, provocarlo era lo que menos quería, busque uno normal, color blanco con puntos de colores muy bonito, me puse un short y una blusa realmente suelta, tome una toalla y el protector para la piel, baje a la sala para decirle a Niall que ya nos metiéramos a la alberca pero no lo encontré, fui a la cocina y no estaba, salí de la casa por una serie de ruidos provenientes del patio, cuando vi a Niall muy divertido jugando en la alberca, se entretenía con un par de pelotas de voleibol y otra de fútbol, sonreí, me gusta verlo feliz. Me acerque a él para entrar a la piscina.

— ¿No piensas entrar? — preguntó cuándo me quede parada fuera de la alberca mirándolo.

— ¿Qué tanto me miras eh? — preguntó.

— Lo lindo que eres...

— Y tú estás preciosa — contesto y me dedico una sonrisa.

— Gracias duendecillo — le envié un beso con mi mano.

— ¿Cómo me llamaste Amy? — me miro.

— ¿Duendecillo? — respondí.

— ¿Con que duendecillo he? Ahora veras Amy — alió de la alberca y intentaba perseguirme pero yo también corrí.

— No puedes alcanzarme — grite desde el otro lado de la alberca.

— Eso verem... — iall no termino de decir su frase cuando lo vi caer al suelo mojado. No lo dude y corrí a ver qué había sucedido.

— Niall, ¿Estas bien? — pregunte toando su espalda.

— ¡Ah! — se quejó mientras agarraba su tobillo.

— ¿Estas bien nialler? Por favor dime que sí, no me hagas esto otra vez — suplique recordando aquella vez que Louis había entrado en la casa y niall no despertaba.

— ¡Ah! Me duele — sus quejidos me ponían nerviosa y de pronto Niall comenzó a reír. 

— ¿Qué, de que te ríes Niall? 

— ¿Así que duendecillo? — dejo de fingir, me miro y se levantó muy rápidamente.

— ¡Maldito, me engañaste! — me tomo de la cintura y me cargo, me daba de vueltas.

—Repite lo que como me llamaste jovencita! — me tiro en el pasto y comenzó a hacerme cosquillas y yo explote de la risa.

— ¡Detente por favor! — no parábamos de reír, sentía mucho la sensación de las cosquillas en mi cuerpo, sentía que me iba orinar ahí mismo — ¡NIALL ME VOY A SER PIS! — advertí.

— No te creo capaz — me reto — hazte.

— No... Niall... por favor — no podía ni hablar de tanto que reía. Tocaron el timbre la puerta y ahí fue cuando me salve — alguien llama en la puerta Nialler — se detuvo.

Secuestrada → l.t PAUSADA HASTA NUEVO AVISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora