Capítulo 34: Quédate conmigo, mi amor.

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— ¡Oh por dios! — grite cuando la toalla se quedó atorada al momento en que cerré el ventanal y se desprendió de mi cuando empecé a caminar, joder — ¡Voltéate, no me mires!

— ¡Mierda! — se tapó la cara con las manos inocentemente — ¡Ten más cuidado Amy! — me dijo.

— ¿Yo? — grite señalándome — ¡Yo puedo estar en mi cuarto libremente como se me pegue la gana de estar! — dije tratando de desatorar la toalla, jaloneaba de ella.

— Pues por si lo olvidas... yo estoy aquí — suspiro, tomo una almohada de mi cama y me la lanzo — exhibicionista.

— Entraste como un intruso — lo regañe — ¿Me llamas así ahora? genial, estúpido.

— ¿Ahora soy un intruso? — se señaló, mostrando indignación — Mira quien acaba de cerrar su ventana tamaño gigante para no dejarme ir.

— Estaríamos a mano, tú me secuestraste a mí una vez — le dije — ¿Lo recuerdas? — me cubrí con la almohada y empecé a dar saltitos hacia él, para no tener que gritar tanto — ¿No pudiste lanzarme algo más grande? — rezongue – esto apenas me cubre.

— No encontré nada mejor.

— ¡Voltéate entonces! — grite — depravado.

—  ¿Depravado? ¡Ja! —   río con orgullo, odiaba ese plan— ¿Y qué piensas hacer? secuestradora.

— Ya suenas como niño chiquito, estúpido.

— Te he repetido tantas veces que no me insultes.

— Eso era antes — tome la cobija de mi cama y me envolví en ella — cuando tú me tenías secuestrada en tu estúpida cabaña — le recordé — y me hacías daño y hacia lo que tú querías, ahora no.

— ¿Y ahora qué?

— Ahora... — no sabía cómo decirlo, era mejor seguir con el pleito — ¿A qué mierda viniste ahora?

— Si quieres me voy.

— Te hice una pregunta, contéstame.

— Solo vine a... — guardo silencio por un momento y me miro de pies a cabeza — mejor me voy.

— Tú no vas a ningún lado — lo detuve, corrí envuelta hacia él y lo tome de la playera — aquí te vas a quedar.

— ¿Y tú vas obligarme? — me miro como si le hiciera gracia — que miedo...

— Sí.

— Estas empapada.

— ¡Cerdo! — lo empuje y le di un golpe en el hombro, apenas y lo moví.

— Hablo de tu cobija — me señalo — esta empapada.

— Ah... — dije y me mire — ¿A dónde vas? — le pregunte cuando vi que caminaba hacia el ventanal.

— Me voy.

— Louis... — baje la mirada — por favor — me acerque a él y lo abrace — por favor, quédate conmigo, solo hoy.

— ¿Qué sucede? — acariciaba mi cabello y beso mi cabeza, sentía su calor.

— No vuelvas a irte, por favor.

— Es difícil — dijo.

— ¿Qué cosa? — me separe de él para poder mirarlo bien.

— Estar contigo, así — me señalo con la mirada — como estas ahora.

— Puedes hacer lo que quieras — tome sus manos  — menos irte, ni rechazarme.

— Es que yo...

— Quédate conmigo, por favor — le pedí — solo esta noche — pase mis brazos por detrás de su nuca y lo bese — no quiero estar sola — me miro y lo pensó por algunos segundos.

— Está bien — suspiro — aunque esperaba que me obligaras a hacerlo.

— Era la segunda opción — explique — por si decías que no.

— Ya veo... — dijo y se quedó en silencio.

— Espérame aquí, me voy a vestir.

— Aja...

Sentía que estábamos distantes, a pesar de que seguíamos peleando, ya no era lo mismo y lo peor era que no sabía muy bien que era lo que nos unía.

Me puse un short y una blusa de tirantes sin nada abajo. Él ya me conocía y a decir verdad quería provocarlo.

— ¿A qué volviste? — le pregunte, él estaba sentado en la cama y tome lugar a un lado suyo.

— Por ti.

— ¿Y entonces por qué me ignoras?

— No te ignoro — negó frunciendo el ceño — es solo que... las cosas son diferentes ahora.

— ¿Yo soy diferente? yo diría que tú, ya no eres el mismo.

— No tienes idea de lo que dices.

— Es que así te veo yo. ¿Qué sucede Louis?

— Amy... — tomo mis manos — hay algunas cosas, que tú no puedes entender aún...

— ¿Cosas? — lo interrumpí — ¿Cómo que cosas?

— Mi amor — ¡Me dijo mi amor! — todo a su tiempo. Lo único que debes saber, es que te amo, a pesar de las situaciones, te amo, no le des tanta importancia a mis comportamientos, todo tiene una razón. Cada vez que pienses que todo está perdido, piensa que te amo, porque así va ser siempre.

Secuestrada → l.t PAUSADA HASTA NUEVO AVISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora