Capítulo 11: Soy valiente, primera parte.

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Tenía mucho sueño, me estaba quedando dormido, mire el reloj, 6:20 am, todavía estaba obscuro el cielo, no había señales de sol, ni de Amy, no se movía, seguía en la misma posición. Me estaba empezando a preocupar, es que realmente no medí mi brutalidad con ella, fue demasiado, soy un estúpido, si tan solo no la hubiera amenazado las cosas hubieran sido diferentes, totalmente diferentes. Fui al baño, tenía unas enormes ganas de orinar, hice lo que tenía que hacer, me lave las manos y la cara para despertarme un poco más, fui a la cocina y puse café. Volví a la ventana, mire nuevamente por los binoculares y mi impresión fue que Amy ya no estaba en su cama, "Despertó" pensé, ella está bien, no podía evitar sentirme terriblemente mal, no tendría el valor de mirarla a los ojos, no quiero que me rechace, no quiero, la quiero bien y conmigo, estoy arrepentido, todo por querer darle "una lección" en la cual no medí la fuerza que use con ella, no sé qué palabras saldría de mi boca cuando la vea otra vez, tal vez me denuncie a la policía. 

Vi a Amy salir del baño en su cuarto, camino lentamente al ventanal, por un momento pensé que saldría a su balcón, pero fue todo lo contrario, cerro las cortinas, estaba molesta, muy molesta, podía notar la tristeza en sus ojos, tal vez ella pensaba diferente acerca de mí.


(***)


Me desperté por un terrible dolor que recorría mi cuerpo entero, abrí los ojos, no tenía idea de que hora era, el sol no salía todavía, mire el reloj, 6:27 am, lo primero que vino a mi mente fue lo que ocurrió hace unas horas, paso todo muy rápido ¿Por qué me trata así? él sabe que no quiero estar así, no quiero nada de esto, yo no pedí esto, no quería todo lo que me está pasando ahora, estaba enojada, ¿Dónde estás para defenderme mamá? no, no, perdón, no es tu culpa mami, perdón, tú no tienes la culpa de nada, en todo caso, la culpa es mía por descuidada. Ahora no tengo más remedio que ser fuerte, no sé cuánto tiempo más poder aguantar así, tal vez tenga que decirle a papa lo que pasa pero tendría que volver y pasa ser sinceros, hay gente que necesita más que yo y que realmente están pasando por momentos realmente más difíciles.
Mire mi mesa de noche, había una nota más de él ¿Ese es su estilo? dejar notas para expresar su odio, amor, rencor etc. Esta loco, definitivamente soy valiente, muy valiente, cualquiera que me escuchara cuando le cuente lo que me paso, no me creería, que una niña adolescente de 18 años tenga el suficiente valor de enfrentar a su acosador. Tome la hoja de papel, iba leerla, la abrí y di un largo suspiro, pero antes supuse que me estaría mirando, no sé dónde pero lo estaría haciendo, camine al ventanal y cerré las cortinas, me sentía débil, muy mal, pero aún tenía fuerzas, me senté en la orilla de la cama, agarre la carta y la leí.

Estoy consciente de que esto es difícil, tanto para ti como para mí, perdón cuando vine aquí, mi intención nunca fue hacerte daño, no sé qué me paso, bueno si, tuve un mal momento, estoy arrepentido, tú no tienes la culpa de nada de esto, siento mucho haberte lastimado de la manera en que lo hice física o mentalmente, por hablarte así, perdón. Si no quieres no sabrás de mí, después de esto, tengo claro que me odias, además de que me lo dijiste, hasta luego Amy, perdón.

PD: cuando leas esto tienes que saber que realmente estoy arrepentido, que te quiero y que extrañare a esa chica testaruda, peleona, valiente y hermosa. Te quiero Amy.

PD2: ponte la pomada que está en tu mesita de noche, te ayudara a curar... ya sabes que cosa.

LT.

Una lagrima rodó por mi mejilla, fue inevitable, no era una costumbre mía llorar y menos por un hombre. Sonara loco, extraño y pareciera que me gusta sufrir, pero voy a extrañar pelear con él, si ya se, suena raro, si alguien escuchara mis pensamientos, estaría en un manicomio. Extrañaba al chico que vino a verme la primera noche, ese era alguien totalmente diferente, fue mi culpa, si no lo hubiera hecho enojar como lo hizo, él no hubiera hecho esto, aunque ninguna mujer merece esto. Me puse de pie, tome el pequeño tubo de crema y fui al baño, tenía que hacer pipí, termine, abrí la llave del lavabo, lave mis manos y mi cara, me mire al espejo y mis brazos estaban un poco rojos, no fue mucho lo que me hizo, no me salió tanta sangre pero mis brazos estaban adoloridos, abrí el tubo, era para desinflamar dolor, ardor y cicatrizar, lo puse en las pequeñas heridas de mis brazos, mire mis muñecas, estaban mejor, ya no se notaba mucho el daño. Me mire al espejo, mi rostro no era el mismo, hoy no me sentía bonita, hasta ayer me sentía la mujer más perfecta del mundo, cerré los ojos y una serie de recuerdos vino hacía mí, cuando intentaba despertar a Niall, cuando baje a la cocina, cuando forcejee con Louis.

Secuestrada → l.t PAUSADA HASTA NUEVO AVISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora