Me movía desde un extremo de la barra a otro cuando apenas llevaba dos horas de trabajo. Mis ojos pesaban más de lo normal y tenía dos nudos: uno en la garganta y otro en la cabeza, enredándose mucho más a medida en que pensaba el porqué Liam me había preferido a mí para decir esas cosas cuando ni siquiera éramos buenos amigos. Y más confundida me dejó cuando vi en mi celular, apenas entré en Jackie's, que tenía un mensaje de su parte que ponía: "Espero q no m trates diferente a los otrs dias. L x ".
Ni siquiera sabía cómo había conseguido mi número. Procuré guardar el suyo como un contacto en seguida.
Terminé de servir un café a nuestro cliente frecuente que se sentaba en un extremo de la barra mientras que escuchaba las palabras que Sasha decía casi sin darse el tiempo de respirar. La verdad era que no le estaba prestando demasiada atención, pues la conversación con Liam se repetía en mi cabeza una y otra vez.
—Wow, eso es genial —murmuré sirviéndole otro poco de leche a su café.
—¿Genial? —Sasha repitió entrecerrando los ojos—. ¿Estás siquiera escuchándome? ¡El perro se meó en mi cama!
—Oh —parpadeé varias veces, aturdida—, lo siento.
—¡Mesa cinco, Jones! —exclamó Ashton mientras deslizaba una bandeja que contenía un desayuno que yo, personalmente, me moriría por probar.
Esta mañana le había pedido a Niall que me viniera a dejar antes de que los demás chicos despertaran, por lo que ni siquiera me dispuse del tiempo para tomar un desayuno. Estaba realmente hambrienta, y el olor a tostadas y canela de Jackie's no ayudaba precisamente.
Resoplé mirando la bandeja, luego a Sasha, y me dirigí a dejar la órden a su destino con la mejor de mis más falsas sonrisas. Cuando volví a la barra, comencé a pasar innecesariamente un pañuelo sobre ésta para poder quedarme conversando con mi prima por un poco más de tiempo.
—Ese chico —Sasha susurró mientras señalaba disimuladamente a Ashton con la barbilla.
—¿Ashton?
—Síp. Es muy lindo —arqueó las cejas con una mirada picarona—. Deberías pedirle una cita.
Sin siquiera mirarla y con la cabeza aún en otra parte del mundo, me encogí de hombros.
—Sí, deberías pedirle una cita —mascullé.
—¡Sigues sin escucharme, por el amor de Dios! —mi prima alzó los brazos y puso los ojos en blanco—. ¿Qué pasa contigo? ¿Estás volviéndote loca?
—Sí, quizás... —volví a encogerme de hombros, seguido de un profundo resoplido—. No lo sé, Sasha.
Pude ver que su mirada se suavizaba un poco y alzaba las cejas en preocupación. Antes de que me diera cuenta, una de sus manos estaba por encima de la mía; sus ojos me miraban fijamente, así que me obligué a enfrentarlos con toda la naturalidad del mundo.
—¿Estás bien, prima? —preguntó.
Negué suavemente y dejé caer los codos sobre la barra, apoyando mis manos sobre mi frente. Me sentía muy cansada y éste era el último lugar en el que querría estar.
—No —admití.
—Oh, ¿qué ocurre, Abbie?
Bien, se lo diría. No había nada que ocultar después de todo. Si le sacaba unos cuantos detalles, no estaría mintiendo en absoluto. La miré y pretendí seguir limpiando cuando Jackie pasó por unas mesas por delante.
—Anoche apenas pude dormir —el fruncimiento de sus cejas me dijo que quería una explicación al respecto—. Me quedé conversando con Liam. Ha estado pasando por... unas cuantas situaciones que jamás me había imaginado. El tipo es más profundo de lo que pensé. Tiene un alma muy frágil, ¿me entiendes?
Esperé comprensión por parte de Sasha, pero en seguida una sonrisa se acrecentó desde sus ojos a sus labios, haciendo que su nariz se arrugara y sus ojos se escondieran por encima de sus pecosos pómulos.
—¿Ya empezó a quitarte el sueño este chico? —insinuó—. Abbie Jones, no estás cayendo a sus encantos, ¿o sí?
Por suerte, caí a tierra firme a tiempo. Negué rápidamente, lanzándole una mirada de muerte. Yo me prometí no caer por Liam en ningún momento. Me mantendría firme; era lo suficientemente orgullosa para lograrlo.
—¡Claro que no, Sasha Walker!
Parecía a punto de debatir, pero pude escuchar Can't Hold Us de Macklemore avisando que Sasha tenía una llamada entrante. Levantó un dedo hacia mí y se apresuró en contestar la llamada. Por la forma en que sus ojos se iluminaron y su sonrisa creció dentro de sus labios, supe que era Niall quien la estaba llamando. Puse los ojos en blanco, aunque no de mala manera, y caminé hacia la cocina para llevar otra orden a la mesa. Justo en el momento en que crucé las puertas de la cocina, Calum apareció frente a mí. Esbozó una sonrisa mientras mordía su labio inferior.
—¡Abbie! —exclamó sosteniéndome por los hombros suavemente.
—¡Calum! —obviamente, yo no tenía su mismo ánimo.
—¿Qué pasó ayer? ¿Por qué te fuiste con ese tipo de la moto?
—Primero que todo, su nombre es Liam —resoplé—. Y segundo, ¿en serio quieres hablar sobre eso? No creo que esté de humor, ¿sabes?
—Pareces cansada, a decir verdad —ladeó su cabeza mientras examinaba mi rostro.
—Lo estoy.
Intenté escabullirme por su costado, pero él fue más ágil, por lo que me atrapó nuevamente. No quise parecer irritada; ni siquiera tenía ganas de estarlo. ¿Pueden hacerse una idea de cuán agotada me sentía?
—Abbie —la voz de Calum sonó un poco más nerviosa y aclaró su garganta varias veces antes de continuar—, me estaba preguntado si esta tarde irías conmigo... ¡y los chicos, claro!... a ver nuestro ensayo. Es en mi casa. Estarán mis padres, si es que el dato te da más confianza.
—Oh, eh...
—Por favor, dime que hoy sí puedes —entrelazó sus propias manos como en signo de súplica.
—Claro, claro... sí.
Bien, ya me había estancado en otra tarde que pasaría maldita y terriblemente lenta. Suerte para mí.
ESTÁS LEYENDO
Troublemaker |payne|
Fanfiction"-No me desnudes con la mirada -susurró con sus pupilas marrones acechando contra ella-: Hazlo con los dientes". |Registrada en Safe Creative|