Capítulo 19.

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Otro día estaba pasando en Jackie's, pero mi mente seguía divagando en la confesión que Liam me había hecho anoche. Hubiera querido decirle que me sentía de la misma manera respecto a él, pero ya se estaba alejando hacia su moto y me había dejado con las palabras en la garganta y el corazón esperando latir.

Eran ya casi las seis de la tarde y aún no me daba el valor para decirle a Calum que lo del viernes en la noche había sido un error. ¿Cómo siquiera podría mirarlo a la cara? Y con respecto a eso, su rostro parecía no haber sido no haber sido tocado ni por una pluma, lo que me alivió en el instante. Cuando apenas entré en el café, me dio una sonrisa torcida, la cual correspondí con algo de tensión en inseguridad. Dios, me sentía una perra.

—¿Estás bien, Abbie? —La voz de Ashton me sobresaltó.

Me volteé hacia él y sonreí lo más sincera que pude.

—Sí, lo estoy.

—Pareces algo distraída.

—No, no es nada —sí, lo era todo.

Nos quedamos en silencio un instante, mientras ambos comenzábamos a limpiar la barra del café para disimular. Aquél era el lugar ideal para conversar, sobre todo cuando no había nadie sentado ahí para escuchar. En realidad, y extrañamente, el café estaba casi vacío.

—Y... —continuó Ashton—, ¿estás bien?

—Ya te dije que sí —solté una risa vaga.

—Me refiero a lo del pub.

—Oh —por un momento dejé de limpiar y mi mente se puso en blanco, para luego recordar cada detalle de aquella pelea que Calum y Liam habían iniciado por mi culpa; reaccioné unos segundos después—. Em, sí, estoy bien. Ya hablé con Liam y eso.

—¿Y cuándo hablarás con Calum?

Por primera vez en todo el día miré a Ashton realmente. Sus cejas estaban levantadas y mantenía sus labios apretados en una fina línea. Viajé la mirada rápidamente hacia Calum, quien se encontraba recogiendo los vasos y platos de una mesa y luego los ponía en una bandeja. Lo examiné detenidamente: sus ojos oscuros fijos en las acciones, su semblante levemente ceñudo y sus labios apenas entreabiertos. Guardó la propina en un bolsillo de sus jeans y, con la bandeja en las manos, emprendió su caminó a la cocina. Sin mirarme. Sin mirar a Ashton. O estaba realmente concentrado o simplemente esperaría a que yo le hablara primero.

Resoplé a ojos cerrados y dejé el paño en la despensa debajo de la barra.

—Bien —dije—. Hablaré con él. 

Aguardé a que Calum saliera de la cocina y, cuando finalmente lo hizo, rápidamente me puse frente a él, manteniendo la distancia

—Um, eh, ¿podemos hablar?

—Claro —sonrió.

—Es sobre lo de la fiesta.

—Oh. Yo... eh...

—Lo que ocurrió... —hablé con cautela— entre tú y yo...

No pude seguir hablando cuando la campanita de la puerta principal avisó que alguien había entrado. Y ese alguien era Liam. Seguido por Niall.

—Mierda —susurré para mis adentros, sin apartar el contacto visual con Liam.

Éste tenía una sonrisa en los labios, la cual se difuminó en seguida que vio a Calum. Oh, no. En el trabajo no.

Ambos comenzaron a acercarse hasta la barra y Liam apoyó un codo en ésta. Había vuelto a sonreír, sólo que esta vez sus ojos destellaban desafío, el cual no iba precisamente dirigido hacia mí.

Troublemaker |payne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora