Troublemaker |payne|

Capítulo 14.

—¿Quieres un trago? —preguntó Harry por encima de la música una vez que nos sentamos en la barra.

—No, gracias —sonreí mirando por encima de la cabeza de Louis en dirección a los demás, que aún pedían sus cervezas.

—Hey, necesitas relajarte —dijo Zayn—. Deberíamos ir a bailar, ¿no te parece?

—Sí, sí —aún mantenía una afligida sonrisa en el rostro—. Primero, iré a decirle una cosita a Niall y vuelvo, ¿ok? 

—Claro —asintió.

Me puse de pie rápidamente y empecé a caminar hacia donde estaban Niall y Liam sentados, esperando por sus vasos. Tomé a mi mejor amigo del brazo y lo jalé unos metros alejados de Liam.

—No me dijiste que vendrían todos —susurré en su oído.

Él sonrió fingiendo inocencia entretanto se encogía de hombros.

—Quizás se lo comenté a Zayn en el trabajo —habló con cautela—. Se entusiasmó e invitó a los chicos.

—Pues entonces yo debería traer a mi propia invitada —me crucé de brazos.

—¿Sasha?

—Exacto. ¿Vamos o...?

—Oh, no, no —habló rápidamente—. Qué vergüenza, joder...

—¡Por favor, Niall, es sólo mi prima, la misma que llamas todos los malditos días!

—S-sí, pero... no es lo mismo. Ve tú. Yo las espero.

—Bien, jódete —le mostré el dedo del medio antes de darme vuelta.

Me aseguré de decirle antes a Zayn que iría en busca de mi prima antes de salir del pub. Esquivé varios cuerpos sudorosos y personas ebrias cuando por fin pude encontrarme con el frío viento de la entrada. Procuré tener el suficiente dinero para el taxi, pues, aunque la casa de Sasha no quedaba tan lejos, no confiaba en las calles vacías en medio de la noche, ni menos si Scott podría seguir merodeando por estos lados. No divisé ningún taxi desde la vereda, y cuando por fin unas luces me indicaron que venía uno, una voz me llamó a mis espaldas. Me volteé y vi a Liam trotando para alcanzarme. Me iba a asegurar de que el auto no se fuera, pero ya era muy tarde y había seguido su rumbo sin siquiera prestarme atención. Una parte de mí curiosamente lo agradeció.

—¿Dónde vas? —preguntó una vez que quedó frente a mí.

—Yo, eh... iré a buscar a Sasha..., mi prima —balbuceé sin querer.

—¿Puedo ir contigo?

—¿Por qué quieres hacerlo? —fruncí las cejas, realmente sorprendida.

—No estoy en plan de dejar que Scott encuentre la manera de hacerte daño.

Le sonreí, ganándome una de sus sonrisas sinceras de vuelta. El Liam protector en serio era una faceta que le quedaba bastante bien. Lástima que no se viera todos los días. Comencé a cruzar la vacía calle, esperando a que me siguiera, y en efecto, lo hizo. Refugié mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y le miré de reojo.

—¿Cómo conoces a Scott? —pregunté, queriendo saber la historia completa.

—Oh, es un... un viejo colega. Me debía una gran cantidad de dinero, y cuando no me la devolvió, me obligué a cobrarle de otra forma, o sea, a golpes. Rompí su dignidad, por eso me odia.

—¿Te debía dinero? ¿Cómo confias en alguien como él para hacer negocios?

Liam se quedó en silencio y suspiró. Parecía estar luchando internamente por responder. Me dio un leve empujón con su brazo. Bajé la vista mientras sonreía casi de forma inconsciente. Fue en ese momento en que me di cuenta de que estar con Liam hacía que todo mi cuerpo reaccionara bajo sus propias reglas, sin poder controlar los latidos de mi corazón, la firmeza de mis piernas o la fluidez de mis palabras.