Sexo

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POV Lucy

Miré la marca de fuego de mi brazo, se veía mal pero mi padre dijo que en unos días mejoraría, aún dolía un poco. Brooke se encargó de vendarla correctamente y yo sonreí levemente cuando me miró. 

- Eres muy torpe para estas cosas. - Murmuró terminando con el vemdaje.

- Por eso eres mi hermanita, Brooke. - Revolví su pelo para molestarle.

- No me cabrees porque sin mi serías un asco, no puedo creer que esto sea parte de tu entrenamiento. Ni siquiera serás su sucesora, ¿Por qué haces todo eso?

- Porque debo aprendre a llevar una vida normal, a veces el entrenamiento puede ser algo duro, pero es importante que maneje todo aquello. No quiero dañar a nadie, menos a las personas que quiero. - Ella parecía sorprendida por mi respuesta. - Además, la idea de ser capaz que el fuego no me queme es cool.

- Idiota. - Ella rio y yo sólo le saqué la lengua. - Te escuché hablando el otro día con papá.

- ¿Y qué escuchaste?

- Lograste que las pupilas de tu novia se dilataran.

- Mack no es mi novia, aún. - Le aclaré. - Y si, aunque ese fue un error. - Murmuré.

- ¿Un error?, Lucy has hecho que sus ojos vuelvan a reaccionar, eres casi como Jesús. Bueno, un Jesús real y satánico.

- Gracias. - Dije con sarcasmo. - Lo he hecho, pero eso no significa que estuviera bien. - Ella cerró su casillero. - Mack no quiere tener esperanza, si llega a ser operada es posible que ella no vuelva a ver y no creo ser capaz de hacer que su vista vuelva sin que papá se entere.

- Siempre puedes hacer un trato con el diablo. - Ella no parecía estar bromeando, pero no le dije nada pues el sonido de un bastón golpeando en el piso se hizo escuchar.

- Mack. - Su sonrisa creció, y la atraje a mi cuerpo en un abrazo.

- Hola a ti también, Lu. - Ella besó mi mejilla.

- ¿Cómo estás cuñada? - Tomé la mano de Mackenzie luego de soltarle.

- Ahora bastante bien, ¿Y tú Brooke?

- Genial, ¿No hace un poco de calor para que lleves bufanda? - No pude ocultar mi sonrisa burlona ante ello.

- Estoy algo enferma. - Mack apretó mi mano fuertemente.

- Hey, el sexo no es un tabú. - Yo empecé a reír fuertemente al ver como la cara de Mackenzie se ponía roja. - No hay que sentirse avergonzada, aunque no me gustaría escuchar los detalles de como tuviste sexo con mi hermana, no tienes que cohibirte por algo así.

- Nosotras no hemos hecho nada. - Mack habló rápidamente. - Tu hermana es una idiota.

- Hey. - Fruncí el ceño. - Brooke lo ha dicho, el sexo no debe ser un tabú. Es lo más normal del mundo.

- Bueno, no todos nos acostamos  con cualquier persona sin involucrar sus sentimientos. - Brooke notó la tensión y sus pasos empezaron alejarse lentamente. - Lo siento.

- Eso no iba al tema. - Murmuré. - Lamento eso, nunca fue mi intención.

- Ya te has disculpado y sé que sólo tenías miedo a que tu padre supiese la verdad. - Ella acarició mi mano con cuidado.

- Mack.

- ¿Mhh?

- Tú eres... ¿Virgen? - Ella asintió.

- Sí, lo soy. Con mi ex nunca llegamos tan lejos, supongo que era porque no me sentía lista ni cómoda. Ahora entiendo por qué.

- ¿Por qué? - El timbre sonó.

- Debo ir a mi clase, luego te digo. - Ella soltó mi mano y yo gruñí, ella tenía clases al lado opuesto.

Cuando fui a la cafetería, la pude ver con sus amigos, al otro lado mi hermana estaba sentada sola, que extraño. Brooke a diferencia mía era bastante sociable y popular a pesar de ir en un curso menor. Me acerqué a ella y me senté a su lado.

- ¿Pasa algo, insecto? - Ella no levantó su  vista del libro que leía.

- Nada. - Contestó cortamente.

- Usualmente no estás sola.

- Ahora no lo estoy. - Ella tomó su botella de agua bebiendo de ella sin despegar la vista de su libro.

- ¿Qué lees? - Intenté ver el contenido de aquel libro, pero ella lo alejó antes de mirarme.

- Es sólo un libro que quería leer en paz.

- Estás rara.

- Tú eres rara.

- Si, pero ahora no estamos hablando de mí. - Ella sonrió, pero eso no duró nada.

- ¿Haz pensado en lo mucho que nos parecemos físicamente?

- Somos hermanas, supongo que es normal.

- Sí, pero si vemos más allá nos criamos juntas y aún así eramos diferentes.

- Mamá trató que mi papá no te influenciara como a mí.

- ¿Nos han pensado qué no fue así?

- A que te refieres.

- He estado pensando en que quizás ellos siempre supieron que serías tú la heredera al trono. - Ella acercó el libro y cuando lo cerró supe que era uno de los libros de mi padre. - Tu eras una niña problema desde el jardín de niños, incluso cuando no lo querías así. - Yo asentí levemente prestando atención en lo que decía. - Mamá también se preocupaba para que no lo fueras, pero eras imposible.

- Soy la hija del diablo, ¿Qué esperaba?

- Exacto, pero yo también lo soy y nunca me he metido en problemas, al menos no hasta ese día. - Ella tenía razón. - Tus cambios empezaron cuando tenías mi edad, aunque mamá sea humana eso no cambia el hecho de que ambas tenemos la misma genética. Además, tú siempre te llevaste muy bien con la familia de papá, yo los detesto.

- Ellos son agradables.

- Porque son como tú, sin ofender. - Yo me encogí de hombros. - Pero a pesar de tener el corazón de un demonio eres buena, sólo algo irracional.

- No necesariamente debo ser malvada.

- Exacto. - Ella chasqueó sus dedos. - Por eso papá se preocupa que vivas una vida normal, él por muy cansada que esté de estar por milenios  al poder fue capaz de aceptar que estés con Mackenzie evitando que seas la nueva al mando.

- ¿Puedes ir al grano?

- Yo soy más humana, tú eres más demonio. Pero aún así podrás llevar una vida normal sin tener ataduras con las criaturas del inframundo, al menos hasta que cometas alguna locura.

- Buena reflexión, Brooke.

- Ahora cambiando de tema, ¿En serio aún no han tenido sexo? - Yo empecé a reír.

- No sabía que te interesaba mi vida sexual.

- Es sólo curiosidad, ¿Cómo lo hacen ustedes?

- Ve una película porno. - Le empujé. - No irás al infierno por eso, te lo puedo asegurar.

- Soy demasiado buena para ir al infierno.

- Si, lo eres. - Sonreí mirándola.

- ¿Cuándo le pediras que sea tu novia?

- Cuando lo crea adecuado.

N/A: Lamento las demoras con las actualizaciones, pero acabo de terminar los exámenes para entrar a la universidad y estuve demasiado ocupada, espero que estén disfrutando de la historia. Nos leemos luego.

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