Suelta tus guantes, nena

Mal momento, mal lugar... ¿Mala chica?

- Esto no puede ser verdad -susurro por lo bajo- ¡Dios, Tyler contesta!.

Un repique....

Dos repiques...

Tres repiques...

Buzón...

- ¿De veras amigo, vas a gritarle a tu celular, a las nueve de la noche, en una cuadra casi abandonada?

Deja de hablar en vos alta, el vagabundo de la esquina cree que estas loco.

Pero si el es un vagabundo.

No significa que este loco

Ya voz de mi cabeza ¡para!

Estas delicado hoy, seguro estás en tus días...

¡¿Queee!?

N-nada....mmm...mejor me voy, invita a cenar al vagabundo, parece buena persona....jajaja

Estaba caminado de noche, en un barrio que Dios sabe de dónde salió, y mi "mejor amigo" Tyler que quería ir a una supuesta fiesta, me deja botando, estoy hecho una furia... Y para colmo, estoy perdido en el estúpido barrio, en el cual pueden matarme y vender mis órganos en Japón.

- ¡Maldita sea, Sara! ¡No te he dado un pausa! ¡Ahora párate!- escuche los gritos de un hombre a los lejos, y me di cuenta de que estaba tan sumido en mis pensamientos que ignore un edificio del cual salía una luz blanca muy tenue.

Todo mi cuerpo me advertía que no me moviera, por qué ya casi parecía que la calle tenía una salida, pero el "Leo que no le da miedo que trafiquen sus órganos" salió a la luz y empecé a caminar en dirección al edificio casi abandonado; cada que me acercaba más escuchaba risas, abucheos, gritos y quejas de dolor.
Me asomé en la única ventana del edificio y mire un pequeño ring de boxeo, en el cual estaba una chica y un chico peleando; la chica tenía una cortada en el labio y no lograba ver bien pero creo que también tenía una en la ceja, llevaba  una camisa demasiado corta de ejercicio color negro y unos leggins del mismo color, tenía todo el abdomen morado y llevaba una coleta alta, se moría de cansancio y tristeza por expresión ¿Cómo un hombre que le lleva casi el doble de tamaño y como el triple o más de peso, podía golpear brutalmente a una chica?.

El chico estaba sin camisa y solo con unos pantalones cortos de ejercicios color azul, tenía sus cuantos golpes en la cara y una parte de su abdomen está muy morada.

Habían cuatro chicos sentados en una banca de madera, mirando el espectáculo, uno aplaudía y gritaba 'Sara, vamos, tú puedes' mientras uno daba gritos y no se sabía a ciencia cierta a quien apoyaba y los otros dos solo abucheaban.
En el fondo de la sala había un hombre con el ceño fruncido, que llevaba una camisa pegada al cuerpo y unos pantalones cortos de ejercicio, solo con mirarlo podías ver lo fuerte y rudo que era.

-¡Me rindo, me rindo! - dijo la chica entre sollozos

- ¡Está bien, para ya Lucas! - gritó el hombre en el fondo de la sala, el sujeto paró y el hombre del fondo se acercó a la chica.

- ¿Estás bien, princesa?- dijo con un tono burlón y la chica solo asintió y trató de pararse, pero antes de que lo lograra el hombre le dio una cachetada que sonó en toda la sala he hizo eco y luego se retiró del ring y entro por una puerta y desapareció de la vista de todos.

El chico que la apoyaba se acercó a ella y le dio un beso en la frente y la ayudo a pararse.

- Tranquila Sara, tranquila- y acariciaba su cabeza.

El hombre volvió a entrar en la habitación con unos papeles y leyó.

- Sara y Tracy , Lucas y Dante, Jake y Douglas, Mateo y John, Peter y Drake, Kris y Marcos....Esos son sus rivales mañana y más les vale ganar, por qué si pierden me costará mucho dinero y me encargaré de hacerlos polvo sino ganan, ahora vamos a los sacos.

-¿Hoy no salíamos a las nueve?- dijo uno de los chicos, creo que era el que aplaudía.

-¡NO, Mateo, no!, salen a la hora que yo diga- contestó él que parecía y creo que era el entrenador.

-Pe-Pe-pero, mi mama, Scott - dijo uno de los chicos que estaba abucheando y la verdad es que con ese tartamudeo no se miraba nada rudo.

El entrenador que al parecer se llamaba Scott, soltó un bufido y finalmente después de un largo silencio dijo:

-Pueden irse pues....

Los seis se empezaron a acercar a la puerta y cuando vi sus caras bien me resultaron muy familiares,....estos chicos estudiaban en el colegio, y la chica recibía Historia conmigo, la recordé y los demás también compartían una que otra clase conmigo, pero nunca les he hablado, solo los miraba por algunos lugares del colegio, pero nunca estaban juntos, siempre estaban cada uno con su grupo.

En el fondo Scott gritó:

- ¡Los hombres vengan! Necesito que terminen de firmar la inscripción para las peleas de mañana, Sara ya la firmó.

Todos los hombres fueron corriendo hasta Scott el cual empezaba a sacar papeles y lápices para que firmaran unas hojas. Cuando vi que la chica se acercaba a la puerta empecé a caminar rápido hacia la salida de ese barrio de mala muerte y dije por lo bajo:

- Tengo que olvidarme de esto, solo estuve en un mal momento, mal lugar...y una...

- ¿Mala chica?- dijo una voz femenina, era una voz muy linda y cuando me giré, me quedé helado...era, era...
Sara........