Excesos

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Leo

-¿Qué haces aquí?.-dije confundido y ¿enojado?

-Hablamos en privado.-dijo tomándome de la mano y jalándome lejos de Sara.

Sara se quedo quieta, le hice una seña de que volvería pronto, ella solo asintió pero estaba enojada podía verlo. Mia me llevó a otro balcón.

-Tu mamá me envió.-Eso me callo como un balde de agua fría.-Ella pago el pasaje, dijo que quería que te vigilara, hablo con mis padres y les contó todo y ellos accedieron, vine aquí hace unos dos horas, ¿Estabas fumando?¿Estás borracho Leo?¡No ves lo que esa chica te está haciendo!.

-Mira Mia....yo no necesito una niñera, ya puedo tomar decisiones por mi cuenta, si te quieres quedar está bien, si quieres hasta disfruta la fiesta, pero no es necesario que me cuides.-dije tratando de controlarme.

-Esta bien, me quedaré en la fiesta, solo quédate conmigo un rato ¿si?, sabes que no conozco a nadie.

La verdad es que quería regresar con Sara, pero tenía miedo de que algo le pasara a Mia, habían muchos hombres aquí, ella era mi mejor amiga, desde pequeños, no la podía dejar sola en una fiesta a la suerte....aunque sea ella la que allá venido.

-Esta bien, iré a buscar a Sara.-Pero ella me tomo del brazo.

-Yo puedo ir, tú busca bebidas.-Solo asentí y nos separamos.

Sara

¿Quién era esa chica?, creo que Leo ya me había mencionado a esa tal Lía, ¿O era Mía?, no la conocía, no quiero ser una novia celosa, además confió en Leo profundamente, pero ella no me daba buena espina.....luego recordé que soy boxeadora y le puedo bajar los dientes de un golpe.

Tome otro cigarro y seguí fumando, pero alguien lo quito de mis labios
y lo tiro por el balcón.

-Son dañinos.-dijo una chica, era ella, llevaba unos anteojos raros, era delgada, un poco más baja que yo, llevaba unos jeans y una camiseta con un unicornio ¿Quién viene así a la fiestas?.

-Que tú seas una niñita que no la dejan salir jamás y que no sabe nada de la vida por estar encerrada en su burbuja de arco iris no es mi problema.-dije sacando otro cigarro de la caja, que por cierto un extraño me había dado, ¿Estará mal aceptar cosas así de un extraño?¿Y si tiene droga o algo?, por un momento ignore la presencia de la chica y me quedé viendo el cigarro como si fuera una maravilla del mundo, pensando en si seguía fumando o no, pero acto seguido lo volví a meter en mi boca .....Ñaaaaa...sobreviviré.

-¿Te crees muy ruda no?.-dijo a la defensiva.

Tengo que hacer algo bien....por Leo.

-¿Sabes qué? Perdón.-dije tirando el cigarro.-Empezamos con él pie izquierdo, me llamo Sara.-dije extendiendo mi mano, pero ella la miro con repugnancia y no la tomo.

-¿A qué crees que juegas?.-dijo alzando una ceja.

-No juego, bueno excepto al póquer.-dije sonriendo.

-En serio crees que no puedo ver lo que eres, estás arrastrando a Leo a un mundo a donde él no pertenece, revuélcate con los hombres que quieras, pero no lo metas en esto, estás acabando con él y el cree que esta enamorado,que eres diferente, que en verdad lo quieres, pero en el fondo sabes que tu eres una basura, apuestas, te emborrachas, ese vestido no deja nada a la imaginación, tu familia está mal, peleas, vas mal en clases, ¿Crees que alguien como Leo, merece a una chica así?, el merece algo mucho mejor, vine a protegerlo de ti, de que lo arrastres contigo y tu basura.-¿Tiene una mancha en la nariz?, Sip, definitivamente tiene una mancha en la nariz ¿Será chocolate?....¡Sara concéntrate!, que esta mujer te acaba dar un discurso mejor que los del Papa y tú le miras la nariz, regrese a la realidad.

Suelta tus guantes, nenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora