Suelta tus guantes, nena

¿Resaca?....

Definitivamente papá y mamá tuvieron una charla conmigo, acerca de por qué llegue tan tarde sin avisar, pero la verdad es que ambos son muy confiados, así que fue rápida, no me castigaron ni nada, solo me dijeron que me fuera a mi habitación.

Estaba muy cansado, ¿En serio había pasado una noche con Sara Clarkson?

Para mí yo pasado eso era casi imposible de pensar, mucho menos llegar hasta las 4 de la mañana a mi casa, eso era inconcebible, yo no era así.

Pero Sara, el huracán, esa que agitaba mi mundo, lo puso de cabeza, no sé qué hace ella conmigo...¡Me hizo bailar! Y eso no lo hace nadie, bebí, jugué, me sentí vivo por primera vez en mi mísera existencia, ella no destruye, para mí ella devuelve la vida a la cosas.

Lave mis dientes, me puse un pijama y me fui a la cama, aunque sabía que solo me quedaban 3 horas de sueño, pero por lo menos hay que aprovecharlas ¿no?

El despertador sonó a las 7 de la mañana, me pare, parecía un muerto viviente, me duche, sacando todo el olor a alcohol que quedara en mi cuerpo, lave mis dientes como ocho veces para tratar de disminuir el olor, tenía unas ojeras incomparables, me peine lo mejor que pude, me vestí con unos jeans y una camisa azul oscura de cuello "V" y los típicos gastados Converse blancos y baje a desayunar.

-No es que te quiera decir nada obvio, pero te miras muy mal cariño.-la voz de mi madre, ya era chillona, para un YO con resaca, esa voz en serio perturba.

-Mejorare, no es como que este muerto.

-Pero lo pareces. -dijo dejando unos Cereales de sabores en mi tazón y luego poniéndoles leche. -Tu no vas a fiestas Leo ¿Por qué saliste ayer?

-Tenía ganas.

- ¡Oh por Dios¡ ¿Cómo se llama?

-¿Cómo se llama quien mama?.-dije de mala gana.

-La chica....esto es por una chica, no me mientas, yo te lleve nueve meses en mi vientre, te conozco.

-Pues esta vez te equivocas.

-Supongamos que te creo, que la verdad no es así....no me gusta que salgas y te emborraches, respeto tu vida hijo, pero no quiero que ahora está chica te cambie por completo, o que bajes tus notas por ella, no me reproches, por qué sé que hay una chica aquí y si no me quieres decir cómo se llama está bien, pero hay una chica, solo....no cambies, te quiero Leo, pero no tienes que aparentar otras cosas que no eres para enamorar a una chica. -Nada mejor para empezar un día con resaca con un discurso de mamá, ya denle el Nobel a esta mujer, para que me deje desayunar en paz.

-Si mama, estoy bien, no cambie, voy a llegar tarde, adiós. -le di un beso en la mejilla y me fui.

Cuando salí de casa, el sol estorbaba más que de costumbre, no creo estarme convirtiendo en vampiro, pero me siento raro, jamás había tenido resaca.

Me dirijo a mi casillero y guarde unos cuantos libros, cuando de imprevisto ella pasó, mi mundo se agitó y me paralicé, se está a acercando ¡A MÍ! Con una sonrisa.

-Veo que eres nuevo en el asunto de la resaca amigo, pareces un zombie.

-Si, pero ¿Hay una primera vez para todo no ? Tú estás muy bien, ¿Eres inmune a las resacas acaso ?

-No, pero el corrector de ojeras, una coleta alta y una sonrisa, hacen la diferencia amigo. -dijo riendo.

-Yo no uso maquillaje, así que creo que voy a parecer un sexy zombie por el resto del día. -la campaña sonó, vamos a Historia.

-Eso ni lo dudes. -dijo mientras me guiñaba un ojo y empezaba a caminar, cuando pasó a mi lado pude oler su delicioso perfume, era bajita, pero tenía más actitud que cualquier mujer en el mundo.

Saque unos libros y camine al salón de Historia, ella se sentó a mi lado, como el otro día.

-Bueno chicos, vamos a hacer un trabajo en parejas, que quiero que me entreguen en tres días , tendrán que hacer un informe sobre el país que deseen, su cultura, comida, tradiciones, etc, sus parejas serán sus compañeros de mesa, les daré un rato para que se pongan de acuerdo sobre qué país lo realizarán y cuando se reunirán. -dijo el profesor y luego se sentó en su escritorio a revisar unos trabajos.

-El destino nos quiere juntos amigo. -dijo ella y me voltee.

-Y tú me quieres alejar. -Ella agacho la mirada y apretó los puños.

-Es lo mejor, sabes que así es.- dijo con una sonrisa fingida. -¿De qué país lo haremos?

-¿Qué te parece Alemania?

-¿Por qué no, de Italia, me fascina Italia?, siempre he querido visitarlo, específicamente Venecia.

-Me parece bien, ¿Dónde nos reuniremos? ¿En tu apartamento o en mi casa?

-Pues, me parecería mejor en mi apartamento, ya conoces el camino y además tú tienes carro.

-Ok, llego ahi a las ¿Cuatro de la tarde?

-Me parece perfecto.

La clase transcurrió y no nos dirigimos más la palabra después de esa corta charla, estaba nervioso, ya quería que fueran las cuatro, quería que el día avanzará más rápido.

En el almuerzo, no la vi, la vi en los pasillos discutir y hablar en secreto con Lucas, pero después no la volví a ver en todo el día.

No paraba de mirar mi reloj, muero por que sean las cuatro....