Vacio

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Sara

Realmente se había ido, ¿Cuánto habían pasado ya, un años, dos años?, No, solo llevaban 4 horas en las que se había ido ¿O eran 7?, es de madrugada, la caja de cervezas esta vacía, las botellas de vino igual y las copas rotas en el piso, desearía volver al tiempo en el que el alcohol me sabía amargo.

Me dolía la cabeza, estaba próstrada en la cama viendo al techo, bebiéndome una cerveza, Maru me había acompañado un rato, pero ella también perdió a Peter, así ir decidimos darnos nuestros espacio, espero que ella se lo este llevando mejor que yo.

Ya no habían lágrimas en mis ojos, los sentía tan secos, el dolor se estaba amortiguando con el alcohol, mis ojos estaban a punto de cerrarse, mis párpados estaban pesados, se cerraron.

Entre a una habitación blanca, pensé que era un recuerdo, pero no era así, era un sueño, tenía la misma ropa que en la mañana, en medio de la sala había una mesa con unas tazas de té, dos sillas y en una de ella estaba sentada mi madre, se miraba tan viva, en esa época en la que el alcohol no había arruinado su vida aún, llevaba un vestido de flores y me miraba con una sonrisa.

-Siéntate bebe, tú té se enfriara.-dijo amablemente, me senté frente a ella, era una sensación rara, tenía tanto tiempo de no ver a mi mi madre en ese estado de pulcritud.

-Ho-Hola.-dije confundida.

-Cuéntame.-dijo sonriendo de boa cerrada.

-¿Qué te cuente ?.-dije con el ceño fruncido.

-Si tontita, hoy es jueves, tarde de té con mama, me platicas como ha estado tu semana.-Lo había olvidado, cuando era pequeña siempre hacía eso con ella, hasta que se hizo alcohólica claro está.

-Pu-Pues mi novio se fue, jamás lo volveré a ver, Mateo quizo abusar de mi, Maru esta cayendo en depresión, justo ahora hay muchas botellas de alcohol esparcidas en mi cuarto.....y....¡Y es idiota que te esté contando esto, por qué solo es un sueño!.-dije agitada.

-Que sea un sueño, no significa que sea menos real.-dijo dándole un sorbo así taza.

-De hecho si lo significa.-dije girando los ojos.

-Mente cerrada.-dijo acompañada de una risilla.-Siempre te he dicho que nunca tienes que tener la mente cerrada.

-Solo quiero despertar ya.-dije irritada.

-Eras más dulce.-dijo ella tomando mis manos.-Estas helada.

Leo me calentaba....mierda.

-Era dulce antes de que me abandonaras tu, mi padre y mi hermana.-dije viéndola con rabia.

-Mi niña.-dijo con expresión de tristeza.-Mi dulce niña ¿En qué te has convertido?.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

-¡¿Qué en que me he convertido?! ¡En lo que me convertiste!.-dije gritando.

-Princesa, Lucy, tu padre y yo, nunca fuimos buenos, tú sí, es verdad que es nuestra culpa, pero princesa vas a salir de esta.-dijo con tono amable.

-No es cierto.-dije negando con la cabeza, me tomo de la muñeca para que no me fuera.

-¿Si te hubiera dicho que tu mejor amigo, Mateo, el que te acompaño en las noches, el que te salvó la vida, el que te acompaño siempre, intentaría abusar de ti, lo hubieras dejado entrar en tu vida ? ¿Si hubieras sabido que ese nerd adorable de lentes se estaba afuera de la casa de entrenamiento será tu más grande amor, pero luego te sería arrebatando, te hubieras enamorado de él ? ¿Si te hubiera dicho que a Maru y a Peter los iban a separar, hubiera impedido que estuvieran juntos? ¿Si te hubiera dicho que iban a aumentar la deuda por tu padre, hubieras dado todo en las peleas ? ¿Si te hubiera dicho que Lucy iba a morir, hubieras estado más tiempo con ella?, solo hay una respuesta fácil, hubieras hecho exactamente lo que hiciste.

-Lo hubiera cambiado.-dije dolida.-Hubiera cambiando las decisiones.

-No es cierto.-dijo ella sonriendo y negando.-¿Y perderte las tardes de películas con Mateo, que te salvara la vida, que te protegiera, el amor de Leo, sus labios, sus brazos, y perderte los besos empalagosos y las sonrisas tontas de Maru enamorada, las reconciliaciones con tu hermana que las unieron más, vencer a esos idiotas?, NO, no lo habrías hecho, el pasado no puedo cambiarse cariño, pero el futuro se puede crear, lucha por lo que quieres y si eso que quieres es a Leo, lucha por el, lucha princesa, fue lo que yo no hice, hazlo,lánzate, sino arriesgas no ganas.....o pierdes, pero sabrás que lo intentaste.

-No es así de simple.-dije sofocada.

-Es verdad, pero puede ser tan difícil como tú quieras, veté.-dijo sonriendo.

-¿A dónde? No sé si habrás notado pero estamos en una habitación infinita blanca.

-Despierta, ¡Despierta!

Y desperté......

Estaba sudada, la habitación daba vueltas, tenía un medio profundo en el estomago.....yo sabía que era esto, no lo sentía hace mucho, específicamente desde que Leo era mi novio, era un ataque de pánico...

Leo ya no está aquí para sacarte de esta.

Nadie te va a tranquilizar ahora.

¿Extrañabas estos ataques?

Podía escuchar voces en mi cabeza riéndose de mi, tome una almohada y me la puse en la boca para contener un grito, me dolía la cabeza y lagrimas alían de mis ojos.

Respira....

La voz de Leo entro a mi cabeza.

Respira tres veces....

Así lo hice y poco a poco la habitación fue tomando forma de nuevo, seguí respirando, me dolía el estómago.

Extrañaba los brazos de Leo, él siempre me sostuvo cuando mis ataques de pánico atacaban, siempre los enfrente sola pero me acostumbre a su presencia y que le ya no estuviera ahí para mí dolía tanto.

Mire mi reloj y eran las 3 de la mañana, ni siquiera había pasado un día sin Leo, sobe mis cines con los dedos y agite mi cabello.

Perfecto.
Vacío más vacío.

Suelta tus guantes, nenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora