Apuestas

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Sara

Leo era tan lindo, era inseguro, pero me hacía sentir segura, no sé por qué, era una persona genial, no podía hundirlo en toda esta basura, era alto, olía muy bien, siempre usaba el mismo perfume, me encantaba, usaba anteojos grandes negros, como los míos, pero yo solo los usaba para leer, era mucho más alto que yo, delgado, era muy inteligente, casi no salía a fiesta, nunca salía a fiestas de hecho, era sexy de cierta manera, era inocente, era un chico bueno, adorable la verdad.....

El teléfono empezó a sonar.

-Aló....

-Hola Sara, habla Mateo, ¿puedo llegar a tu casa?, tenemos que hablar.

-Y-yo eh, ok.

-Llego en unos minutos.

-Adiós.

-Adiós.

Y apenas se fue mi fantasía y mi escape (Leo) vuelvo a mi realidad y viene Mateo para acá, seguro va a hablar de las peleas, los Jefes siempre están cambiando las fechas y los lugares, ya estoy acostumbrada, mi entrenador ya me interrogó acerca de Leo, me dijo que no podía arrastrar a alguien a esto, lo sé, ojalá sepa que lo sé mejor que nada, pero una parte de mí se olvida de todo cuando está con el, pero sé que lo mejor es no meterlo en esto.

El timbre sonó.

-Eres rápido amigo.

-Estaba por aquí cerca.

-Pasaaaa.

Nos sentamos en el sofá.

-¿Por qué estás mojada?

-Estuve bajo la lluvia.

-¿Y estos libros? -dijo señalando al escritorio.

-Leo estuvo aquí, se fue hace poco, teníamos que hacer un trabajo de Historia.

-¿En la lluvia? Uuhh, si claro.

-Salimos a jugar, bajo la lluvia.

-Romántico. -dijo moviendo la cabeza de un lado a otro. -¿Sabes qué esta prohibido?

-Ya se. -dije de mala gana.

-No lo puedes arrastrar a esto, tiene un futuro por delante, estamos hundidos, más que el Titanic. -dijo poniéndose una mano en el pecho haciendo un gesto dramático muy malo y cómico.

-Que exagerado, no estamos tan mal. -dije mientras le pegaba con una almohada del sofá.

-Eso dices tú, señorita romántica, solo no hagas nada que yo no haría, además creo que tiene novia, ¿Lía? ¿Mia?.

-Es su mejor amiga, está enamorada de él, pero el solo la mira como amiga.

-Uuuhhh....la friendzoneo. -dijo gritando y agitando los brazos en el aire y volví a pegarle con la almohada.

-Eres demasiado infantil...

-Ponlo como quieras, pero eso es Friendzoneo nivel ¡Diooooos!

Ambos reímos.

-Bueno, a lo que vine..... Creo que adelantaran las peleas en la Vegas.

-¿Por qué?

-Los Jefes, hacen lo que quieren, eso nos da menos tiempo para entrenar y no sólo vamos a pelear....

-¡¿Que!? No entiendo...¿Qué vamos a hacer?

-Vamos a jugar, a apostar en los casinos.

-Esa no es nuestra zona, ese no era el trato.

-Además tú sabes quién está en la zona de los casinos.....será incomodo.

-Pero no recuerdo dónde estaba, pero no estaba en las Vegas. -sentí una punzada en el pecho.

-Pero irá, los Jefes la llevaran, junto con su grupo y creo que ellos también pelearán.

-Soy mala apostando....y ellos peleando.

-Yo no, tenemos que practicar, además, los Jefes quieren que hagamos lo necesario, así que esto también implicaría contar.

-¡Eso es ilegal!

-¡Y el cielo es azul, Sara! ¡Dime algo que no sepa!...además las peleas son ilegales también.

-Lo sé... Pero es diferente...

-Solo te digo, pelearemos y apostaremos, por Dios, es la Ciudad de las Vegas, la Ciudad del Pecado.

-¿Y?

-Conoces a los Jefes, en lugares así, jamás nos íbamos a ir sin apostar y pelear en exceso.

-Tengo miedo Mateo, además no quiero verla.

Me jaló hacia él y me abrazo, amaba sus abrazos, eran reconfortantes, me hacían sentir segura un momento.

-Todo va a estar bien....Prometo jamás dejarte.

-Ya alguien me lo prometió una vez....no cumplió.....

-Yo si cumpliré Sara.

Sus fuertes brazos me rodearon más y me apretaron más fuerte.

-Tienes que alejar a Leo, no puedo saber lo de las Vegas, ya murió una por ese tipo de errores, jamás me perdonaría que le pasara algo a él, mucho menos a ti.

-Haré lo que pueda.

Me aparto, no bruscamente, pero rápido.

-No Sara, no lo que puedas, LO HARAS, no vamos a cobrar vidas innecesarias.

-Esta bien .- y esas palabras me dolieron tanto.

-También tengo que decirte otra cosa.

-Dime....

-Las peleas que tendremos no se comparan con nada, son las finales, son los mejores, ósea mucho dinero de por medio Sara, lo que significa que puedes.....-me miró directo a los ojos, yo sabia lo que iba a decir.

-¿Po-Podría ?.- me costaba procesarlo.- Ósea que tú también.- estaba tan feliz.

-N-no Sara, yo no, la mía es mucho más larga, falta mucho, pero tú sí.

Sentía que algo se había roto dentro de mi, pero también estaba emocionada, triste, eufórica.

Yo y Mateo nos abrazamos un largo tiempo.

-¿Dormirás aquí?

-¡Rogaba a Dios que dijeras eso! ¡Peter me vuelve loco ! Además...aquí si huele bien.

Ambos reímos, nos sentamos a ver una película, pedimos comida, luego fuimos a dormir.

¿Libertad? Demasiado bueno para ser verdad....¿apostar? La vería a ella, soy mala en eso, me desagrada, no es como que las peleas las ame, pero apostar me desagrada, siento que me descubrirán demasiado fácil si cuento....en dos o tres meses mi pasado se acumulara en un solo lugar, pero por alguna jodida razón solo pienso en una cosa...Leo....

Suelta tus guantes, nenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora