Trampa

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Sara

-¡Dios mío, Maru despierta!. -le tire una almohada a la cara.

-¡Yo no robe el banco !....bueno si fui yo pero no me arreste.-dijo despertándose de golpe y adormilada.

-Ya hice el desayuno.-dije soltando una carcajada.

-Si, si, si ya voy. -cuando intentó salir de la cama se callo el piso, pero inmediatamente tambaleándose se paró y salimos de la habitación.

Se sentó en la mesa, y hundió la cabeza en sus brazos.

-Mierda, mierda, mierda...,-susurraba.

-¿Qué te pasa?. -dije sirviéndole su plato de tocino y huevo.

-La resaca me pasa, ¿cómo es que tú estás bien?. -dijo levantando la cabeza .

-Corrector, agua con limón, corrección....mucha agua con limón, casi todo un paquete de pastillas, hacen magia. -dije poniéndole el pleito en frente de ella con un tenedor y cuchillo. -No puedo ir a clases con resaca, así que cada vez que voy a una fiesta hago todo eso.

-¿Hoy tienes clases?

-¿Hoy?¿Domingo?¿Finde semana?.....no lo sé. -dije sarcástica.

-Si no tuviera resaca estarías en el piso.-dijo bostezando.

-Si, como n...-sentí una punzada de dolor, no pude terminar la oración, caí al piso, duele, duele demasiado.

-¡¿Estás bien!?.-dijo Maru alarmada y parándose de la silla, tomando del piso.

-Si, no más quería besar al piso un rato.

-Ni el dolor te quita el sarcasmo. -Ambas reímos, pero al reír sentí otra punzada de dolor en el estómago y me retorcí en el piso. -¿Qué es lo que te pasa?, -dijo alarmada.

Trató de levantar mi camisa, pero yo sé lo impido.

-No...

-¿Sara, que pasa?, quita la mano.

-No...-solo siento dolor, dolor y más dolor.

Ella logró quitar las manos de mi agarre y levantó una parte de la camisa, se paró rápido y se tapo la mano con la boca, tenía los ojos abiertos como platos, me levanto y me llevo a mi cama.

-¿Por que tienes el abdomen así?.

-Yo...

-La verdad.

-Las peleas. -dije cerrando los ojos fuertemente por el dolor.

-Las peleas no te dejan el abdomen así, pueden dejar morados y cortadas, pero tienes casi todo el abdomen morado y amarillo ¿Qué fue lo que pasó ?

-Trampa...

-¿Que?

- A la última pelea que fui antes de que vinieras, la chica con la que peleaba puso yeso en sus vendajes y los golpes era mucho más duros, gane, de todos modos si perdía iría a la Vegas, pero ella quería asegurarse que llegara lo más débil posible, tome muchas pastillas, eso hago cuando tengo morados o dolor, a estas alturas los morados se miran menos, pero los miro igual o hasta peor.

-Sara....no sabía ¿Leo sabe de esto?

-¿Que? ¡No!.-grite.-El no puede saber, no quiero preocuparlo más, además no lo merezco Maru, después lo que hice ayer en la fiesta, no voy a poder mirarlo a la cara, ya no, creo que voy a tener que acabar con esto, merece a una chica con una vida estable y normal, con buenas calificaciones, que le gusten los vestidos y tacones, que sea inteligente y venga de una buena familia, no a mi.

-No digas eso nunca, eres genial Sara, él te eligió a ti....pero creo que vas a tener que contarle lo de la fiesta, merece saber, si tú no lo haces alguien más lo hará, nos vamos a las Vegas el miércoles, tenemos que tener todo listo y tú ya tienes que estar mejor, ¿Segura que no quieres que lo llame?.

-Segura, de todos modos lo miraré mañana.

-Bueno, pero vas a tener que decirle sobre todo, ¿Por qué jama fuiste al medico?¿No quieres que vallamos?

-No,me preguntaran cómo una chica de adolescente tiene esos golpes, me interrogaran, me querrán llevar a un psicólogo, querrán hablar con mis padres, además no les puedo decir a peleas, por qué son ilegales.

-Bueno, quédate aquí, te prepararé una sopa, té caliente más tarde, tienes que descansar, podemos ver películas y tenemos que ver qué harás con Leo, buscaré en las farmacias algo que pueda ayudarte.

-Si....

-Bueno, duerme un rato, -se paró y cuando estaba cerca de la puerta me acorde de algo y reí,

-Espero que disfrutaras los labios de Peter. -ella se voltio y está a roja como tomate.-No creas que te salvarás de esa conversación.-dije riendo.

-Si, si claro. -dijo nerviosa. -duerme ya.

El resto del día lo pase dormida, me desperté solo a comer, casi ni hable con Maru, vimos una película, platicamos de lo que íbamos a hacer con Leo, de Peter, ella trajo unas pastillas y una pomadas que la verdad es que disminuyeron bastante el dolor.

Cuando ya me iba a dormir mire que tenía mensajes de Leo.

Leo: Hey, hola, perdón por no contestarte ayer,mis papas tenía una cena y es una historia larga.
Leo:¿Estás bien?
Leo: Te lo compensaré.
Leo:Bueno tal vez está ocupada y yo parezco con loco acosador, lo siento, llámame cuando puedas.

Solo los leí, ya era de noche y quería contestar pero me sentía fatal, por los moretones, lo que hizo ayer en la fiesta, por Leo, por todo....

Suelta tus guantes, nenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora