Yo nunca, nunca...

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Leo

Sé que va a salir ya, la acaban de anunciar, no quiero ni imaginar lo asustada que está, bote la cerveza hace rato, la verdad es que tomar no es lo mío, ahora me acerqué un poco más para ver mejor.

Hasta que salió de unos almacenes, tiene una camisa que dice "Free Kisses" y espero que no sea en broma, sus guantes de boxeo son negros, trae algo en la boca, creo que es de esos protectores para no perder los dientes, no sé cómo se llaman, por el otro lado salió otra chica, más alta que ella,  más pesada, se notaba, sus guantes eran rojos, tenía una mirada furiosa, igual llevaba sus protectores, era rubia y muy pecosa, que por lo anunciado se llamaba Tracy.

Ambas se acercaron y chocaron guantes y le pelea inicio.

Sara le dio un golpe fuerte en el estomago, dejando a Tracy en el piso de dolor, pero con el pie, empujo los de Sara y esta callo al piso, pero se paró rápidamente y le dio otro golpe en las costillas, pero esta vez Tracy se lo del olvido en la cara, se tambaleó y esto permitió que Tracy le diera un golpe en las costillas, tirándola al piso, sé que eso le duele demasiado, por qué en las costillas tenía un montón de morados, pero con sus dos pies agarro una pierna de Tracy, haciendo que está calera al piso, Sara se subió en ella y empezó a darle puñetazos en la cara, sin parar, pero Tracy logró salir de su agarre y Sara callo, pero inmediatamente se paró, Tracy trataba de pararse pero le costaba mucho, estaba demasiado aturdida, Sara le dio otro golpe en las costillas, haciendo que está se quejara de dolor y luego le dio un último golpe en la quijada y esta se rindió.

El narrador se acercó a Sara y levanto su mano:

-Bueno chicos, recuerden que es una chica peligrosa. -dijo riendo y ella sonrió falsamente.

Todos aplaudieron y gritaron y salió todo su equipo, les aplaudieron y gritaron a todos, entonces Peter tomó el micrófono.

-Bueno amigos, que la fiesta comience

¿Comience? Son las 12 de la noche, pero claro que a nadie le importa, mi mama me dio una hora límite muy considerable, dijo que podía llegar a casa de las fiestas los más tarde a las 5, lo cual jamás he hecho, por qué nunca voy a fiestas, pero no le avise que venía acá, espero no se moleste, además es una vez en mi vida, mi padre ya empieza a pensar que soy gay, así ¿qué más me puede hacer una noche? ¿Solo una?.

Pero me quedo helado cuando miro a Sara acercarse a mí.

-No imagine que venías a estas cosas. -dijo con una sonrisa.

-No lo hago. -dije riendo.

-Es mejor así....pero creo que una vez no le hace daño a nadie.

-Eso es cierto.

-Ya en serio, ¿Por qué viniste?

-Escuche de la pelea y quise venir, no tenía nada que hacer. -ella asintió no muy convencida.

-Supongamos que te creo. -dijo con una sonrisa y me guiñó un ojo.- Ven.- dijo mientras me tomaba por la muñeca.

-¿Adónde vamos?

-¿Tienes miedo?

-Sii...digo Nooo, para nada.- ella soltó una carcajada.

-Tranquilo que no soy de la mafia.- se giró hacia mi.- Aún.- y me guiñó un ojo.

La seguí hasta los almacenes de donde había salido para pelear, entramos en una habitación pequeña, con un termo lleno de cervezas y unos sofás negros, en los cuales estaban sus amigos, tomando cerveza y platicando.

Suelta tus guantes, nenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora