Pacto

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Jefes
-¿Y esto será un problema?

-Obviamente no, ella solo está entrenando, para recibir su merecido, pero esa chica vale oro y la quiero en el ring.

-¿En serio?, por lo que escuche es muy depresiva, está tomando mucho, no creo que fuera buena idea lo de Leo.

-Yo creo que si lo fue.-dijo una voz interrumpiendo los murmullos en la sala.-Todo pasa con forme al plan, es sencillo, las peleas han ido decayendo, ¿Cómo creen que se mira el dolor adolescente en esto?, todos se dieron cuenta de lo sé Sara y Leo, nada vende mejor que el dolor ajeno, me di cuenta que Leo quiere entrar a esto como lo supuse, Sara hoy estuvo hablando con Santiago, pero sigue deprimida así que no le puede sacar mayor información, exactamente ese dolor es el que vamos a explotar.

-¿Qué quieres decir jefe?.-dijo alguien en el fondo de la sala .

-Que si todo sigue con forme al plan, es momento de meter a Santiago en el juego y.....Traer a Leo de regreso.

Leo
Tengo mi labio reventado, una ceja con una herida, me duele el abdomen, no saludo a mi papa ni a mi mama, pasó directamente a mi cuarto y me encierro, me siento tan débil, busco pastillas, siento el dolor de Sara, tomó las que encuentro y entro a la ducha, el agua caliente se siento bien pero al mismo tiempo duele.

Salgo de la ducha, tomó mi celular

* Un mensaje*
-Sabes quién soy, mañana combates, te necesito a las 6 aquí.

¿Mañana?, solo llevo dos semanas en entrenamiento y ya voy a pelear, en el fondo sé que es una buena señal, pero tengo miedo.

Miro la foto de Sara que tengo al lado de mi cama, miro sus ojos rotos pero una sonrisa tan hermosa que engaña a cualquiera, quiero estar con ella otra vez, quiero sentir su piel junto a a la mía, su pequeño cuerpo y su corazón uniéndose con el mío, los ojos se me ponen rojos sin notarlo.

-Mi princesa.-susurro.-¿Qué te han hecho?

Sara

En el piso de mi habitación, ups, dos copas quebradas en el piso, aaahhh...también la botella de vino Rota, ¿Qué tan cara será esta alfombra?, la verdad es que no me importa, todo esto es una rutina, me paro, entro a la ducha, me quito la ropa, siento un dolor en pie, y miro sangre correr en el agua de la ducha, perfecto, un pedazo de vidrio.

Lo arranco y lanzó un gruñido, pongo el agua helada y dejó que corra por mi cuerpo, salgo de la ducha, me miró al espejo envuelta en una toalla, ojeras, con el cabello mojado, labios secos, ojos hinchados, vaya estupidez, me miró al espejo, sigo mirándome, solo que el espejo me transporta al pasado, miro a alguien que jure destruir.

Lanzó un grito de ira y golpeó la mesa del lava manos, mi respiración está agitada y por primera vez se que hacer, no era buena decisión, pero serviría de algo.

Tome la bolsita de maquillaje, lo hice después de mucho tiempo, seque mi pelo, me peine, tome mis tacones y un vestido negro, me acerqué al espejo de la habitación y me mire, no era yo, pero servía de algo, mire la pulsera de plata en mi mano, dude, pensé, pero termine desabrochandola y dejándola en la mesa de noche.

Tome mi bolso y salí por la puerta, salí por la puerta sin saber si la volvería a cruzar o como la cruzaría.

Cruce esa puerta, sin saber qué firmando un pacto con el diablo.

Leo
Mis manos están temblando, la gente empieza a llegar, el olor a tabaco y alcohol invaden mi nariz, la gente se empuja para pasar.

-Pareces Chihuahua.-dijo Debora.

La mire sarcásticamente y le gire los ojos.

-¿Tienes miedo?.-dijo sonriendo de lado.

-No-dije seco.-Solo no entiendo, tengo muy poco tiempo entrenando y ya voy a pelear.

-¿Qué te puedo decir?.-dijo ella riendo.-Así pasan las cosas.

Su celular empezó a sonar.

-Discúlpame, es urgente.-dijo y se fue.

Debora

-¿Ya inició la pelea?.-dijo la misma voz ronca que hacía que mi cuerpo entrara en pánico.

-Aún no jefe.-dije tratando de sonar sería.

-Has que ese muchacho gane Debora, ya sabes el plan y lo necesitamos aquí, ¿Contra quién pelea?

Sentí que mi piel se erizo.

-Con Alex.-dijo rezando a los dioses q no dijera nada.

-¡¿Cómo?, Debora yo fui muy claro, tenía que ser alguien fácil!...

-Pero no fue mi...

-¡Cállate!, has trampa, no se qué harás, pero Leo debe de ganar esta pelea, con Alex no lo hará, deja de ser idiota y entra ahí y resuelve.

-Si jefe.-dije con voz débil.

Entre a los almacenes otra vez pero Leo no estaba, me acerqué a uno de los chicos.

-¿Y Leo?.-dije

-Fue a trae agua.- dijo uno de ellos.

Mire los guantes de Leo en la banca de camerino, salí corriendo a mi escritorio y saque unas bolsas de arena, una tijera, aguja e hilo, rompí una parte y meti las bolsas ahí, Los cosí otra vez, no era la primera vez que lo hacía.

Como por obra de Dios Leo apareció 2 minutos despues con una botella de agua en la mano.

Le sonreí, tenía que volver a jugar a las máscaras, a parecer prepotente, asustarlo.

Extendí mis manos dándole los guantes.

-Empezamos.-dije sonriendo maliciosamente.

-Empezamos.-dijo el enojado, tomó los guantes y se fue 

Volví de la muerte.
Yeeeeeiiihhh...Resucitó!!!
Creo que está de más contarles todos mis problemas, solo tienen que saber que aquí estooooy de nuevo, amando a este libro y a ustedes.
Heeeeey ya había recibido esta pregunta, sobre mi Instagram: Laura_Norori
Yyyyyy debería de Seguir a mi mejor amiga que es la que inspira al personaje de Lucy, ella es bailarina de ballet: Lilia_Luna.

Los amo mis monstruitos 💕💕

Suelta tus guantes, nenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora