—Ey princesa, ¿estás bien?
La voz de Justin me saca de mis pensamientos, haciéndome voltear rápidamente, casi logrando hacer caer a Esther del mueble, pero por suerte, Justin la atrapa con sus manos, y voltea a verme preocupado.
—¿Qué tienes?—deja a Esther delicadamente en el suelo, mientras yo me levanto de las piernas de mi hermano. Éste comprende que debo hablar con Bieber sin necesidad de decirle, por lo que se dirige a hablar con... no vi con quién se fue a hablar.
Doy un largo suspiro, y observo las facciones de Justin, tratando de convencerme de que su belleza tal vez es completamente común.
Observo sus ojos mieles, que a diferencia de los míos, dejan ver las pupilas de sus ojos, ligeramente dilatadas, y que a pesar de estar intrigados por mi estado, se muestran igual de alegres, felices y brillantes desde que lo conocí.
Veo su nariz, y trato de ver alguna imperfección en su forma o algo por el estilo, pero nada.
Sus labios entreabiertos, respirando entrecortadamente por haber bailado y saltado durante "Sorry", carnosos, pero igualmente suaves al tacto, de un color rosa suave.
Su cabello, naturalmente marrón ahora rubio, mojado por el agua en la presentación, hace que varios mechones de este caigan a un lado de su rostro.
Veo su mentón definido, que da un toque de fuerza al rostro de un bebito.
Un bebito extremadamente sexy.
Doy una última mirada a todo su rostro, que tiene una que otra imperfección pequeña, solo visible a la distancia en la que estoy de él.
Sólo puedo concluir que tengo un dios griego delante mis ojos, un ángel caído del cielo.
—Ann, hermosa, me estás preocupando. Dime algo ¿quieres?
Le sonrío tristemente, y me aviento a sus brazos, teniendo en mente que siempre puede ser la última vez.
Escondo mi cabeza en su cuello, sintiendo como su piel se eriza por mi aliento en su cuello haciéndole cosquillas.
Envuelve sus brazos alrededor de mi espalda, y la acaricia delicadamente, haciéndome sentir en casa.
Puedo sentir su corazón junto con el mío, pasar de latir de un ritmo acelerado, a uno ligeramente audible, con respiraciones tranquilas.
Justin se sienta mejor en el sofá, y yo me siento en sus piernas, sintiendo como nuestros torsos encajan, como si fueran piezas de un rompecabezas.
Compartimos respiraciones tranquilas, comodidad y calor el uno al otro.
De un momento a otro, siento como mis ojos empiezan a arder, teniendo la necesidad de llorar.
Mi vista se vuelva borrosa, por la capa acuosa de lágrimas que amenazan por salir, y que por mucho que intente evitarlo, saldrán eventualmente.
Justin parece sentirlo, porque levanta su cabeza de mi cuello, dándose cuenta de las lágrimas en su hombro y de los ligeros sollozos que salen de mi garganta.
—Lo siento.—digo en voz baja.— Quería tratar de no llorar, quería parecer fuerte, pero en estas circunstancias siempre seré débil y vulnerable.
—¿Qué circunstancias?— dice Bieber limpiando mis mejillas de las lágrimas, mirándome a los ojos.
—Estando en tus brazos y...— se corta mi voz con un sollozo.—... siempre tener que dejarlos ir.— veo en los ojos de Justin lástima y tristeza.— Por favor, no me mires así, que estoy tratando de no llorar más.— Justin sonríe ligeramente, al igual que yo.
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Soulmates ~JB~
FanfictionHay dos palabras que ocupan la mente de Ann Williams la mayoría del tiempo: Justin Bieber. Al igual que toda belieber allí afuera, su más grande deseo es abrazarlo, hablarle y conocerlo detrás de las cámaras: "Este es un nuevo año, y esta vez, mi su...