Capítulo 20: Te quiero Pequeña

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Sábado, 10:48 a.m.

Me levanto de mi cama, no por los rayos del sol, no por un despertador, sino por los gritos de cierta persona castaña que lleva mi misma sangre:

-¡ANN BAJA RÁPIDO QUE NECESITO HABLAR CONTIGO!- Daniel hijo de mi mamá, no puedo dormir tranquila.

-¡YA VOY JODER!- me pongo mis chancletas (sandalias) y me dispongo a bajar las escaleras para encontrarme con el idiota de mi hermano con el torso desnudo y un pantalón de pijama, y la mesa servida con pancakes y jugo de naranja.

-Buenos días hermanita del alma...

-¿Qué quieres?

-Voy a hacer una tertulia.- Oh no.

-No, no y por si no te queda claro, no. Tus supuestas "tertulias" terminan en un basurero de latas de cerveza, chicas y chicos haciendo cosas inapropiadas en MI cuarto y yo recogiendo todo el desastre mientras te atiendo a ti al día siguiente con tu migraña.

-1. Lo de la parejita caliente no fue mi culpa, tú dejaste la puerta de tu cuarto abierta- ruedo los ojos- y 2. No te pregunté si la podía hacer. Ya tengo el permiso de papá así que la haré.- vuelvo a rodar mis ojos.

-Entonces si ya la vas a hacer, ¿Para qué carajos me llamaste? Estaba muy feliz y tranquila durmiendo.

-Porque me pareció que debías saberlo, ya que estamos compartiendo temporalmente la casa nosotros solos.- dice con carita de ángel que no mata ni una mosca.

-Ja, ya en serio dime para qué.

-¿Podrías acompañarnos a mí y a Jake a comprar unas cosas para hoy?

-¿Y cómo que por qué razón, motivo o circunstancia debería yo hacer eso?

-¿Porque me amas?- levanto una ceja- Bueno, te lo diré, papá no quiere que te deje sola ni un momento, así que te tengo que llevar conmigo.

-¿Eso significa que yo no me puedo ir durante el tiempo que dure tu "tertulia"?

-Nop.

-¿Por qué? Bien le puedo decir a papá que voy a estar en casa de una amiga y quedarme a dormir allí.

-Joder Ann, papá no me quiere confiar la casa, y quiere que tú estés aquí vigilando que no me "salga de control".

-Ah! Significa que YO estoy a cargo.

-Oh no, para nada. Solo significa que papá no confía en mí habilidad de cuidar su casa, pero yo sigo a cargo.

-Como lo quieras ver. ¿A quiénes vas a invitar?

-Voy a extender la invitación a mis más cercanos amigos y a tus más cercanos amigos.

-¿En serio?- asiente- ¿significa que puedo invitar a mis amigas?

-No, tus amigas son demasiadas, solo 3 de ellas. Y si quieres invita al estudiante de intercambio de Australia.

-¿James?

-Si, quiero conocer a las amistades de mi hermana que son del sexo opuesto.

-¿Ahora te harás el sobreprotector?

-Por favor Ann, siempre soy sobreprotector. Prepárate para salir a comprar lo que necesitemos. Nos vamos en 30 minutos.

-Bueno- suspiro resignada. No quiero que mi hermano haga una fiesta. Me dirijo nuevamente a subir las escaleras pero me detengo.- Espera.

-¿Qué?

-¿Ese desayuno no es para mí?

-Ah si, por eso decía.- ambos reímos y empezamos a desayunar.

Soulmates ~JB~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora