Soulmates ~JB~

Capítulo 51: El Vuelo De Regreso

—¡Joder! ¡Esto es lo mejor!— digo emocionada mientras tomo la mano de Justin, subiendo las escaleras y dirigiéndonos al interior del Jet.

—Ann, las señoritas no dicen palabrotas...— Justin dice riendo, mientras que no quita su mirada de mi.

—Señorita mi culo entonces...— Estoy a punto de decirle más, pero Jessica me interrumpe.

—Pues, entonces si las señoritas no dicen palabrotas, seré macho. No si.— río con su comentario, pero después de todo entro a la aeronave y me deslumbro con su majestuosidad.

Me suelto de la mano de Justin, técnicamente lanzándome a una de las amplias sillas reclinables, claro no sin antes saludar a la Azafata con una sonrisa.

Doy un largo suspiro después de haber ubicado mis piernas de un lado del sillón y la cabeza en el otro. Si no tuviera pantalón en este instante, ya me hubieran visto todo.

Veo como Justin se ubica en la silla delante mío, y no para de sonreír al igual que yo.

Daniel, Jessica y Valeria, en ese mismo orden, entrar y hacen una expresión similar a la mía al observar los lujos por dentro, pero no se lanzan a una silla.

Aburridos.

Ósea, Justin viaja aquí todo el tiempo, pero yo bien podría quedarme a vivir aquí: baño privado, refrigerador privado, almohadas, cojines, sábanas, frutas exóticas... ¿eso es una patineta?

Eso claro que es una patineta.

—¿Esa es una de esas patinetas eléctricas verdad?— me levanto corriendo hacia ella y la trato de levantar, pero me doy cuenta de lo pesada que es el objeto azul.— Vaya, que pesada.

La ruedo un poco, sintiendo la mirada de todos en mi, y observo el botón de encendido, para luego oprimirlo y que la patineta se encienda.

—¿Me ayudas Justin?— El chico delante mío asiente, y me toma de ambas manos, pero por seguridad yo las sitúo en su antebrazo, mientras que me monto en el aparato correctamente, un pie a la vez.

La mirada de Justin hacia mi es bastante fuerte, como si quisiera comunicarme que confiara en él, así que no despego mis ojos de los de él, miel con marrón, transmitiendo tantas cosas.

¿Esas son las dichosas mariposas en el estómago?

—Escúchame nena, necesito que me escuches.— asiento, aún sin alejar mi mirada.— Esto puede ser muy sencillo, o muy complicado, todo depende de cómo te sientas. Si estás tranquila y me escuchas, vas a aprender en menos de 5 minutos, pero si te estresas y no me prestas atención, te podrías hacer un daño y eso es lo que menos quiero. Así que hagámoslo bien, ¿de acuerdo?

—Si Biebs.— le sonrío, y él también me sonríe.

Que bien se siente ser correspondido.

Justin le pide el favor a los chicos que se ubiquen en sus sillas, para que así tengamos más espacio.

—Bueno, eso es como con sensores, así que colocas presión adelante, te mueves hacia adelante, si haces presión atrás, te mueves hacia atrás. Si lo equilibras te quedas quieta. Para dar vueltas solo haces presión en uno.— Presto atención a todo lo que dice, manteniendo el equilibrio sin tambalearme en la patineta.—¿Lo captas?

—Aja.

—Bueno... relájate si. Te voy a soltar ahora hermosa...—Se aleja de mi, con cuidado, mientras que yo extiendo los brazos a ambos lados, para no caerme.— Bien, ven hacia mi.—Con cuidado hago lo que me dice, un poco despacio a mi parecer, pero al menos no me he roto nada.