Capítulo 38: Te extraño mucho

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Daniel y yo nos encontramos en mi cuarto, viendo Teen Wolf, mientras que yo me acurruco en sus brazos.

—Oye, ¿No crees que Stiles se parece un poco a ti?— le digo a mi hermano en voz baja, lo que sorprende a Daniel, teniendo en cuenta que no he dicho mucho en la última hora y media.

Él centra su mirada en mi, luego en la televisión.

—¿Repíteme cuál es Stiles?— dice mi hermano perezosamente, pasándose una mano por el ojo. Sonrío ligeramente.

—Es literalmente el que es idéntico a ti.— digo con una risa, a la que él me dedica un semblante completamente serio.— Okey, okey, es el chico de ojos marrones, cabello castaño, que está hablando con Scott.

—¿Quién es Scott?— ruedo los ojos y río nuevamente.

—Es el hombre lobo. El de la camisa roja.— mi hermano dice "Ah..." dándome a entender que ya sabe quién es Stiles.— ¿Ya?

—¡No se parece nada a mi!

—¡Claro que si!— le digo riendo.— Son casi idénticos.— mi hermano da un suspiro.

—Solo un poco, pero tienes que aceptar algo.— volteo a verlo con una ceja levantada.

—¿Que cosa?

—Yo soy mucho más guapo que él.— empiezo a reír sin control alguno.—¿Que es tan divertido?

—Tu... di- diciendo que Stiles... ¡jajajajajaja! Claro, Dylan O'Brien es mil veces más hermoso que tú. Me estás jodiendo.— mi hermano empuja un poco mi cabeza de forma juguetona, rodando los ojos con una sonrisa formada en sus labios.

En eso, la cabeza de mi papá se asoma en mi cuarto.

—Hola amor, ¿como estas?— dice mi padre desde la puerta.

—Bien papá, no me pasó nada. En serio estoy bien, solo fue un susto.— digo tratando de reconfortarlo.

Hace menos de 2 horas, mis padres estaban completamente histéricos, primero conmigo, por no decirles a donde iba.

Después les expliqué que fueron mis amigas las que me sacaron a la fuerza, lo que hizo que las culparan de todo lo que me pasó, por lo que me tocó convencerlos que nadie tuvo la culpa de eso. Ellas no sabían lo que pasaría.

Luego, empezaron a gritarle a mi hermano, lo que si me pareció un poco exagerado, debido a que él ni estaba en casa, yo no le contesté el celular. Todo eso si fue mi culpa.

Se que se preocuparon, así que entiendo sus acusaciones y actos.

Después de un rato, ya calmados ambos, se dieron cuenta que todo fue una mala circunstancia, que todo está bien, que yo estoy bien y que no hay ninguna culpa que repartir.

—Hay unas personas que quieren verte, ¿las vas a recibir?— me pregunta mi padre.

—Claro pa', ¿Quien es?— dos persona entran por la puerta, una más alta que la otra.

—¿Ann? ¿Como estas?— la voz suave del pequeño Matt Euler hace eco en mis oídos. Llega rápidamente a mi cama y me abraza.

Mi papá sale del cuarto, dejándonos a mi, a Daniel, a Jess y a Matt en mi cuarto.

Si hubiera tenido un hermano menor, sería la viva imagen de este pequeño, o al menos hubiera querido que fuera así.

Soulmates ~JB~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora