Soulmates ~JB~

Capítulo 48: Acaramelados

Justin y yo estamos en el auto de regreso a su casa. Vamos, según él, por un camino largo, en el que hay muchos árboles y no hay mucha gente.

—Te iba a decir que nadie está más feliz que yo en este mundo, pero puedo ver que tú estás el triple de feliz.— Justin dice mientras mantiene su vista en la carretera.

—Me duelen las mejillas de tanto sonreír. Esto es lo que me haces.—Justin sin dejar de mirar el camino, me da un beso en la mejilla.

—Eso es lo que tú me haces.— voltea a verme ligeramente, y me sonríe.—¿Te había dicho que amo tu cabello?— Lo miro confundida, pero sonriente.

—No, pero gracias. Yo también amo el tuyo, pero te haces tantos cambios que pareces 3 personas distintas en un mes.— mi comentario hace a Justin reír.

—Tenía pensado raparme el cabello y teñírmelo de rubio otra vez.

—¿En serio?— él asiente.— Las beliebers te llamarán "egghead".

—Claro que no, ellas lo amaran. Me dirán que soy sexy y que las prendo.

—Wow, detente allí. Yo más que nadie se lo que las beliebers piensan, porque soy una de ellas, pero ahora que soy tu...—me interrumpe con su mirada en el camino y una sonrisa.

—Novia, dilo. Quiero oír cómo suena.— sonrío.

—Ahora que soy tu novia...—río ligeramente al decirlo.—... no quisiera escuchar esa clase de comentarios.

—De acuerdo bebé, como quieras.

Recuesto mi cabeza en el espaldar de la silla, sonriendo ampliamente. Volteo mi cabeza suavemente, observando con adoración a Justin, el cual, como conductor responsable, mantiene su mirada en el camino.

Al admirarlo lo único que puedo pensar es: Vaya, esto está pasando.

Nunca creí que llegaría a pasar. Recuerdo haber escuchado a mis padres decir tantas veces que no me ilusionara con ese niñito que cantaba bien, que se me quitaría el encanto, y que en todo caso, si no se me quitaba, no habría oportunidad de que yo estuviera con él.

No lo malinterpreten, no lo decían para hacerme sentir mal, según ellos, yo era demasiado linda y tenía un camino demasiado exitoso para tener que estar con un drogadicto grosero como lo era Justin Bieber.

Joder, ¿quien lo hubiera pensado?

—¿En que piensas?— dice Justin sin mirarme.— Siento tú mirada quemarme la cara Princesa.

—¿Te molesta que te observe?

—No, hermosa. Solo me conciernen tus pensamientos.— dice mirándome rápidamente.

—No se, pensaba en lo raro que se siente...—me interrumpe.

—¿Que cosa?—alza una de sus cejas.

—Esto, el estado de noviazgo. Es que...— tomó un suspiro.— Justin yo nunca he estado en una relación, en cambio tú ya has tenido una que otra novia en el pasado.— digo midiendo mis palabras, esperando que no suene grosero o que se ofenda.—Entonces tú ya sabes cómo esto funciona, yo no.

—Entiendo, ¿que quieres saber?

—¿Eh?

—Eso, ¿que te asusta? Escúchame, yo no quiero bajo ningún motivo lastimarte, y se que tú tampoco quieres eso, así que esto no es nada del otro mundo, ¿si? Es como...— busca las palabras correctas.— un acuerdo mutuo. Hay distintas clases de acuerdos.