Soulmates ~JB~

Capítulo 8: Lo quiero demasiado

-Tú y yo debemos hablar.

Se apagaron las luces, la lluvia artificial cesó, los gritos de miles de Beliebers eran lo único que podíamos escuchar. Completa oscuridad era lo único que podía ver. Siento la mano de Justin en mi cintura, lo que me hace estremecer como nunca en la vida. A pesar de la poca visibilidad que tenemos, Biebs al parecer sabe por dónde debemos ir, por lo que me guía a detrás de escena, o al menos eso creía yo.

-No podremos quedarnos aquí, tendremos que ir en auto hasta el hotel en el que me hospedaré - dice Justin algo agitado- ¿Confías en mí?

Pienso por 2 segundos antes de responder automáticamente- ¿En ti? Por supuesto

Al oír eso, Justin y yo corremos hasta su camioneta, antes de que sus fans sepan a donde se fue. Hay un silencio algo incómodo, que Justin trata de romper de manera poco disimulada:

-¿Tienes frío?- pregunta, como si no fuera obvio. Estoy temblando, por si no se da cuenta, estuvimos debajo de la lluvia artificial, y terminamos completamente mojados, además de que el aire acondicionado no ayuda mucho. A pesar de querer decirle todo esto, respondo con un simple:

-Si

A esto, Justin coloca la calefacción, y me pasa una toalla que tiene en la parte de atrás de la silla. ¿Qué demonios hacía eso ahí?

-Gracias Justin

-No hay de qué princesa- me sonríe de manera tierna, lo que hace que me sonroje.

Pasamos 10 minutos en el auto, sin mirarnos y sin articular palabra alguna, hasta que el chofer le avisa a Justin que hemos llegado al hotel, entramos por la parte de atrás, y al subir, me doy cuenta de que es el mismo hotel en el que yo me estoy hospedando.

Bueno, al menos no tendré que irme tan lejos.

El ascensor indica que llegamos al último piso del hotel, en el que está la mejor habitación de todas "La Habitación Real", Digna para un rey.

Digna para Justin.

Hay unos guardias en la puerta de la habitación, que nos abren las puertas a Justin y a mí.

Al entrar, me siento en un palacio, de verdad que es una habitación como de la realeza: muchas luces y muebles lujosos, a lo lejos divisó una piscina y un jacuzzi. En serio que es lujosa. Mientras observo todo, Justin me habla:

-Princesa... Aún estás húmeda, no quiero que te enfermes o algo por el estilo. ¿Te gustaría que te preste algo de ropa? Incluso si no quieres la mía, puedo pedir a buscar algo más o menos de tu talla o...

-No te preocupes por eso. Me puedo cambiar después- le digo sin mirarlo a los ojos, ya no puedo verlo.

-No, lamentó contradecirte preciosa, pero te debes cambiar, no quiero que te enfermes. Llamaré a recepción para que te busquen ropa para que te cambies. Mientras tanto puedes ponerte una de mis camisas largas.

-No Justin, no es necesar...- me cortó

-Nada, por favor hazme caso ¿si?- me mira autoritario pero suplicante a la vez. ¿Cómo es eso posible?

-Esta bien- suspiro resignada.

-Mientras tanto yo me daré una ducha. Espérame aquí. ¿Si?