Capítulo 56: Perfecto Desastre (Última Parte)

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No-one's P.O.V.

Capítulo dedicado a MainHill por sacarme una sonrisa cuando más lo necesite. ❤❤❤

¿Qué otra cosa podían pedir, si ya se tenían el uno al otro?

Justin veía directo a los ojos de Ann, los cuales brillaban tanto, como si tuvieran luz propia.

Están recostados en la cama del hotel, escuchando una lista de reproducción de R&B del celular del chico. Este último sin camisa puesta y debajo de la chica, cuyas manos recorren el abdomen marcado de Justin, repintando al mismo tiempo los animales de tinta que hacen parte de él. De la misma manera, el joven hace que sus manos viajen desde el cabello de la chica hasta los costados de su cuerpo.

Después de un rato de escucharse solamente la música y la respiración tranquila de ambos, Ann decide levantar la voz:

—Pareces un zoológico.

—No pues, gracias hermosa.

Una risita sale de la boca de Ann, y eso para Justin es música para sus oídos.

—¿Qué quieres que te diga? Un león, un oso, un águila. ¿Qué te falta? ¿Que te tatúes a Esther?

—No es mala idea.

Ahora ambos son los que ríen. Ann esta súper aferrada a Justin, cuyo cuerpo desprende un calor singular, propio de él. Conectan sus miradas intensamente, logrando que el interior de Ann se derrita por las órbitas mieles cálidas de Justin.

Ann ve en los ojos de Justin un destello particular, algo así como una estrella fugaz que atraviesa las lagunas avellanas del chico. Siente la necesidad de besarlo hasta el final de los tiempos.

Y lo hace.

Lo hace con una intensidad que a Justin le sorprende, pero a la cual reacciona rápidamente, devolviéndole el gesto con gusto.

Las manos de la chica aún se encuentran en su abdomen descubierto, trasladándose ágilmente de arriba a abajo, en algún momento llegando a tomar el cuello de Justin, profundizando el beso.

La fiereza con la que Ann ataca los labios de Justin hace que éste empiece a tener hambre de ella. No quiere separarse nunca de su cuerpo. No quiere nunca dejar de sentir su calor. No quiere nunca de unir sus labios a los de ella.

Justin logra levantarse de la cama, sin desconectar sus labios de los de su novia, para acomodarse mejor en el espaldar, teniéndola a ella en sus piernas.

Toman un momento para respirar y mirarse.

Pareció como si se hubieran intercambiado los papeles, ya que al instante de mirarse a los ojos, Justin siente todo ese deseo que movió a Ann a besarlo tan intensamente, y a ella se le acumula el calor en todo el cuerpo, especialmente en las mejillas.

En un momento de distracción, Justin pasa sus manos a la espalda de Ann, llegando al cierre del vestido azul rey de la chica, que lo mira un tanto nerviosa.

Él nota este gesto, y le habla:

—Te amo, ¿si? No importa lo que pase, yo te amo tal y cómo eres. Nos podemos tomar el tiempo que tu quieras, que eso no me va a hacer quererte menos, princesa.

Soulmates ~JB~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora