Soulmates ~JB~

Capítulo 36: ¡No puedo calmarme!

6:36 a.m.

Estoy camino a la escuela con Daniel, y el camino es ambientado por un silencio que sorprendentemente no es incómodo, pero tampoco es placentero.

Ante la situación, saco los audífonos de mi mochila y reproduzco Journals aleatoriamente, topándome con Bad Day.

Mi música parece predecir mi estado de ánimo cada vez.

Mis ideas respecto a todo lo que está pasando me atormentan, bueno, no necesariamente la información, pero el hecho de que todo esto me está importando más de lo que pensé que me importaría.

Para explicarme mejor, no he estado pendiente a chicos diferentes a Justin en este último año. Difícilmente me interesan mucho los amoríos de mis amigas, ni estaba enterada de mis sentimientos hacia ciertas personas: Justin, Jake...

James no, solo me atraía al inicio, principalmente por sus ojos y extranjerismo australiano, pero ya lo superé.

En conclusión, no me importaba mucho, pero ahora conozco un poco más a Justin, y mi corazón había llegado a un veredicto: Quieres a Bieber.

Pero de un momento a otro, Jake revela que me quiere más que como una amiga, un año después de yo estar obsesionada con él.

Bueno, no obsesionada, pero si pensaba mucho en él, disfrutaba mucho de su compañía y muestras de afecto, a pesar de que él nunca dijo algo insinuando algo más.

Y yo nunca tuve el valor de decírselo.

¿Sigo queriéndolo de esa manera?

—Ann, pequeña, me tienes mal.— Daniel me quita un audífono de mi oreja y se dirige a mi.— No has dicho palabra desde que salimos de casa, estabas ida en el desayuno, y ahora el camino se ha convertido en la cosa más interesante del mundo, porque no has despegado la mirada de la ventana. Por favor dime que te pasa.—dice suplicante, sin alejar la vista del camino.

—Estoy bien Dan, no te tienes que preocupar por mí.

—Igual me preocupa tu estado. Pareces estar en la luna, o aún mas elevada.

Tomo un momento y llego a la siguiente conclusión: No sé como hablar de esto con Daniel, siento que es un tema algo incómodo discutir tus confusiones sentimentales con tu hermano mayor, involucrando a su mejor amigo de la infancia y tu ídolo.

—No sé como hablar de esto contigo.— le digo directa.— Siento que sería extraño.

—¿Qué acaso no me tienes confianza?— dice parqueando el auto en un espacio afuera de la escuela. Ya llegamos.

—Claro que te tengo confianza, pero simplemente hay temas en los que no me gustaría involucrarte.— digo tratando de no ser grosera con él. Me bajo del auto rápidamente, para evitar alargar más esta conversación.

—¡Espérate! Ann— me toma velozmente del brazo, volteándome para encararlo. Le doy una mirada triste, haciendo que él suelte un suspiro y me de un beso en la frente.— Me mantendré al margen por ahora, ¿okay? Sólo quiero verte feliz.—le ofrezco una pequeña sonrisa.—Nos vemos más tarde.

—Dale, adiós.—le doy un beso en la mejilla y me dirijo al salón de la primera clase de hoy: Historia, dos horas.

Mátenme.