Capítulo 1

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— ¡Buenos días! –saludé a Amil que se encontraba desayunando en la isla de la cocina.

— Se te ve con energía –reímos. Asentí –. ¿Estás nerviosa?

— Un poquito –dije bebiéndome el café –, pero sólo le tengo que entregar el currículum.

— Es verdad, no hace falta que te entreviste –dijo pensativa.

— ¿Qué harás hoy?

— Pues no sé... Estoy esperando a que llegue la carta.

— ¿Cuando te acepten pedirás la sección del Atleti?

— ¿Ya das por hecho que me van a aceptar? –rió. Asentí –. Eso haré, espero que me lo concedan.

— Imagínate entrevistando a uno del Madrid, no digo que no lo vayas a tener que entrevistar alguna vez, pero imagínatelo todos los días –dije riendo.

— No por dios –respondió horrorizada.

Miré la hora.

— Me voy ya que no llego a tiempo –cogí el sobre y mi bolso –. ¡Adiós!

— ¡Suerte!

Me monté en el coche y me dirigí al Vicente Calderón. Andando no se tardaba mucho ya que nuestro piso no pillaba muy lejos, pero no me daba tiempo. El camino me lo sabía de memoria, todos los fines de semana que jugaba el Atleti en casa íbamos a verlo.

Un cuarto de hora más tarde ya estaba allí. Hoy el equipo entrenaba aquí, así que podría hablar en persona con Simeone si era necesario. Rezaba para que no ocurriera, ya que me pondría más nerviosa al tenerlo delante.

Caminé por los pasillos hasta que un guardia me paró.

— ¿Qué desea señorita?

— Busco al presidente. Debo entregarle unos papeles y hablar con él en persona –asintió.

— Sígame.

Me llevó hacia su despacho. Llamé a la puerta y se escuchó un "adelante".

— Buenos días, ¿se puede? –pregunté amablemente.

— Adelante. Usted debe ser la señorita de las prácticas, soy Enrique Cerezo, un placer.

— Luna Bécquer, el gusto es mío –estrechamos la mano.

— Siéntese.

Me senté en la silla que estaba enfrente de su escritorio.

— Déjeme ver su currículum.

— En realidad no es un currículum, es un seguimiento específico de mis estudios –le informé entregándole los papeles.

Leyó los folios detalladamente. Al acabar me hizo varias preguntas.

— ¿Por qué ha elegido hacer las prácticas en este club?

— Porque soy del Atlético de Madrid. Desde pequeña comparto este sentimiento –sonreí.

— Me complace saberlo –asintió sonriendo –. Venga, vayamos a conocer al equipo.

— ¿Al equipo? Pero si todavía no he sido aceptada –dije riendo nerviosamente.

— Antes de que tomemos la decisión es necesario que conozca, como mínimo, a Simeone.

Asentí insegura. Ésto no estaba en los planes.

Nos dirigimos hacia el césped, donde se encontraban Simeone, el Mono Burgos y el Profe Ortega.

Los jugadores no estaban, suspiré internamente.

— Buenas –dijo Cerezo –. Os presento a Luna, la chica que se ha presentado para hacer las prácticas para enfermería.

— Luna Bécquer, encantada –fui estrechándole la mano uno a uno.

— Encantado –habló el Cholo –, sería magnífico tener a gente joven trabajando en el cuerpo técnico –sonrió –. ¿Cuántos años tenés?

— Tengo veintidós años –sonreí.

— ¿Por qué ha elegido este club para hacer las prácticas?–repitió el Mono Burgos la misma pregunta que me había hecho antes Cerezo.

— Soy del Atlético de Madrid –sonrieron.

— Me gustas para candidata –añadió el Profe Ortega. Reímos.

— ¡Luna! –exclamó una voz conocida.

Maldije en voz baja. No quería que supieran que conozco a Griezmann.

— ¿Os conocéis? –preguntó Simeone.

— Sí –contestó Griezmann colocándose a mi lado –, es amiga de Noa y mía.

— No me lo ha mencionado –me dijo Cerezo.

— Si llego a conseguir las prácticas no quiero que sea gracias a ellos –dije un poco avergonzada.

— Eso dice mucho de usted –opinó Simeone sonriendo.

Sonreí y agaché la cabeza.

Estuvimos hablando unos minutos más.

— Ha sido un gusto conocerla señorita –dijo Simeone sonriendo.

— Dentro de unos días le llamaremos y  le confirmaremos si hemos aceptado las prácticas o no.

— Muchas gracias por su tiempo. Ha sido un gusto.

Me despedí y salí del estadio.

Con "suerte" no había conocido a los jugadores. Es obvio que quería conocerlos, pero me hubiera puesto más nerviosa y lo hubiera echado a perder. Aún así estaba contenta, sinceramente, creo que me salió bien.

Me terminaste gustando [Saúl Ñíguez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora