La cuenta atrás estaba siendo un desastre. Carrasco se había quedado sin la mitad de las uvas, Amil tenía de más, a Noa le faltaban lacasitos, todos estaban en la boca de Griezmann, Saúl se las había comido antes de empezar y yo... yo tenía salud, que es lo importante.
— ¡TRES! –exclamaron Carrasco y Amil.
— ¡DOS! –gritaron esta vez los Griezmann.
— ¡UNO! –terminamos Saúl y yo.
— ¡FELIZ AÑO NUEVO! –exclamamos al unísono.
Sentí cómo me envolvían entre unos brazos.
— Feliz año nuevo, princesa –me susurró.
— Feliz año nuevo, príncipe –sonreímos. Al instante uní nuestros labios.
Le deseé feliz año a todos, pero me faltaban los tortolitos.
— ¿Y Amil?
— Está con Carrasco fuera.
Todos abrimos los ojos como platos y corrimos sin hacer ruido hacia donde estaban ellos.
— ... y después de haberte confesado todo esto, quiero preguntarte una cosa. ¿Querrías ser la novia de este belga tan guapo?
A Amil le brillaban los ojos, tenía una sonrisa radiante.
— Por supuesto que quiero ser tu novia –contestó alegre.
Carrasco la cogió y dio varias vueltas con ella para finalizar con un tierno beso.
— ¡Qué monos son! –susurró Noa más alto de la cuenta. La pareja se dio cuenta de nuestra presencia.
— ¿Os traemos palomitas y unas mantas? –preguntó Amil divertida sin vergüenza alguna, en cambio, el belga se ruborizó.
— No sabía yo que fueras tan vergonzoso, cuñado –dije guiñándole un ojo –. Feliz año nuevo y enhorabuena –le abracé.
— Igualmente –me dio dos besos.
— Lo mismo te digo hermana –le di un abrazo de oso.
Una hora más tarde sólo quedábamos los seis, aunque la cosa no cambió, Saúl y yo seguíamos de sujetavelas.
— Joder, esto de que tengamos mañana que trabajar es una putada... –opinó Carrasco.
— Yo no trabajo –sonrió Amil con autosuficiencia.
— Qué suerte tienen los tontos –le bromeó a su novia para después besarla.
— Que razón llevas –le apoyó Noa, la cual estaba sentada en el regazo de su francés.
Amil se me acercó y se sentó a mi lado. Sonrió tristemente. Sabía que quería decir su sonrisa, otro año más sin ver a nuestra familia.
— Anda, ven aquí –le abracé —, ¿quieres hablar a solas? –asintió.
Nos dirigimos a la cocina. Le abracé de nuevo. Ella sollozó.
— Hey, no te pongas así –le animé limpiando sus lágrimas –, me vas a hacer llorar y no quiero – ella rió –. No pienses en el pasado, ahora eres feliz, estás con la persona a la que quieres, el equipo, y conmigo, siempre. Acabamos de empezar un nuevo año y no lo vamos a empezar mal, vamos a intentar que sea lo mejor posible, ¿vale? –ella asintió sonriendo.
— Pero hay un pequeño problema... –dijo nerviosa.
— ¿Cuál?
— Estoy embarazada –dijo tras un largo suspiro.
— Hostias... ¿Yannick es el padre? –ella asintió cabizbaja. Suspiré –. ¿En qué estabais pensando?
— No quieras saberlo –dijo con un tono de picardía en su voz.
— No me refiero a eso –reímos –. ¿Se lo vas a decir?
— Tengo que decírselo, aunque debo dar por rota nuestra relación.
— No sé cómo es Yannick en estas situaciones, pero él te debe ayudar.
— Ya...
— Díselo ahora. No puedes esperar más, tarde o temprano se dará cuenta.
Respiró profundamente.
— Allá voy.
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Queridas lectoras, os deseo un feliz año nuevo con antelación. Espero que lo festejéis, con precaución, y lo paséis genial. 😉😆Ojalá y cumpláis vuestros sueños y vuestras metas en este año y conozcáis a gente maravillosa como vosotras. 😚
Este 2016 ha sido perfecto para mí, espero que el 2017 sea igual o incluso mejor, si es posible. 🙌
Un gran abrazo y muchos besos para todas! A por el 2017! 👏✨💓
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Me terminaste gustando [Saúl Ñíguez]
Fanfiction"A veces tenemos que alejarnos de ciertas personas, no porque queramos, sino porque debemos." Empezada: 04/12/16. Acabada: 05/02/17.