Por fin Lunes. Irónico ¿verdad?
Estaba bastante nerviosa, hoy conocería a los jugadores, a mis ídolos.
Estaba desayunando unas tostadas cuando mi móvil comenzó a sonar.
— ¿Sí? –descolgué sin mirar.
— ¿Nos llegamos a por ti para ir a trabajar? –preguntó Noa.
— Sí, mejor.
— En un cuarto de hora estamos allí. No estés nerviosa –bromeó.
— Imposible –reímos –. Ahora nos vemos.
Colgué.
Hoy sería de los pocos días que me iría con los dos tórtolos a trabajar, ya que hoy tocaba entrenar en el Vicente Calderón. Los demás días trabajaríamos en la Ciudad Deportiva Wanda, la cual quedaba a tres cuartos de hora de mi piso.
Llamaron al timbre. Eran ellos. Bajé.
— Buenos días –dije entrando al coche.
— Se te ve contenta.
— Y un poco nerviosa.
— Sí, bastante –sonreí.
— Tranquila –dijo Grizi –, son personas normales como tú y yo.
— No me jodas, Griezmann –bromeé. Reímos.
— Ya sabes a lo que me refiero, trátalos igual que como me tratas a mí.
— O sea que va a tener que darles collejas –intervino Noa. Reímos.
— De momento no, pero seguro que el Cholo te dará permiso más adelante –reímos de nuevo.
Tras minutos de charla, llegamos.
Seguí todas las indicaciones que ponía en el correo; primero firmé el contrato, y luego bajé al césped.Allí me esperaban todos los jugadores y el cuerpo técnico.
— Muchachos os voy a presentar a Luna, viene a hacer las prácticas de enfermería –me presentó Simeone –. Es del Atleti, así que más os vale tratarla bien –todos los jugadores estallaron en ovación.
— Hola, encantada –sonreí con un leve rubor en las mejillas.
Fui conociendo uno a uno.
— Encantado, me suenas de algo –bromeó Antoine.
— Qué gracioso eres Antoine –dije rodando los ojos mientras le pegaba una colleja. Él rió.
— Así me gusta, que aportes mano dura al club, te doy el permiso de darle un pequeño toque de atención a los jugadores siempre que sea necesario –me permitió riendo. Reí.
— ¿Ves? Te lo dije –me susurró el francés.
— Encantado Luna, soy Gabi, el capitán del equipo –sonreí ampliamente.
— Eres su favorito –canturreó Griezmann.
Me puse roja a los instantes.
— Eso está bien saberlo –dijo Gabi riendo. Me abrazó.
— Saúl Ñíguez, a sus pies –se presentó un chico moreno claro con unos ojos muy bonitos. Reí.
— Encantada –sonreí un poco incómoda.
— Ya está ligando el ilicitano –bromeó Torres –. A éste ni te acerques que es un rompe corazones.
Ya decía yo que había sido bastante directo... me lo apuntaré.
— Hola guapa, soy Lucas Hernández, un placer –dijo sonriendo tímidamente.
— Mucho gusto Lucas –le sonreí.
— Hola, soy Yannick Carrasco...
— "Míster tupé" para los amigos –le interrumpió Moyá. Reí. Yannick rodó los ojos.
— Tú eres mi cuñado –él sonrió divertido.
– ¿Tu cuñado?
— Ajá –asentí –. Mi hermana Amil está loquita por ti.
Todos rieron.
Tras más presentaciones comenzó el entrenamiento.
— Puedes quedarte por aquí si quieres, no hace falta que te vayas a tu consulta a no ser que tengas trabajo –me informó el Cholo amablemente.
– Vale. Muchas gracias –sonreí.
Era divertido ver cómo los jugadores se lo pasaban fenomenal entrenando. En este grupo había buenas sensaciones.
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Me terminaste gustando [Saúl Ñíguez]
Fanfiction"A veces tenemos que alejarnos de ciertas personas, no porque queramos, sino porque debemos." Empezada: 04/12/16. Acabada: 05/02/17.