— Lucas...
— Shh –me atrajo más hacia él. Lo abracé –. Siento haberlo escuchado todo, pero es que se oía desde los vestuarios.
Me separé al instante.
— ¿Se oía todo? –pregunté horrorizada –. Oh dios, me van a echar, me van a echar...
— No digas eso –alzó mi cara –. Si se lo explicas al Cholo él lo entenderá.
Bufé.
— Qué vergüenza...
...
— Hola parejita –saludé a Amil y a Carrasco.
— Hey chicos –nos dijeron a Lucas y a mí.
En estos último días, Lucas se había convertido en un gran soporte para mí.
— Amil, ¿vas a venir mañana a vernos entrenar? –le preguntó Carrasco.
— ¿Mañana?
— Tenemos entrenamiento a puertas abiertas en el Calderón.
— Pues entonces sí –contestó mirando a su novio para después besarlo.
— Qué pesados son –me quejé –, están todo el día así.
Lucas rió y me atrajo hacia él. Le abracé. Él besó mi cabeza.
La parejita nos miraba enternecidos.
— Vosotros seguro que queréis está igual –dijo Amil riendo.
— Para decir eso prefiero que sigas comiéndote al belga –reímos.
...
Estaba viendo el entrenamiento con Noa cuando sentí dos pares de brazos rodearme las piernas.
Miré hacia abajo.— ¡Leo! ¡Tiago! –saludé a los hijos de Fernando y Filipe.
Me agaché para darles un beso.
— ¿Estáis viendo a los papis?
— Sí, pero queremos jugar... –dijo Tiago.
— Y no nos dejan –terminó la frase Leo haciendo un puchero.
— Cuando acaben de entrenar podréis jugar, pero si os portáis bien –ellos asintieron repetidas veces sonriendo.
Noa y yo nos sentamos en el banquillo con los dos pequeños encima nuestra. Leo con Noa y Tiago conmigo.
— El tito Antoine es malo –dijo Tiago enfadado.
— ¿Por qué? –preguntó Noa riendo.
— Porque nos quita la pelota mientras jugamos y se pone él a jugar –contestó Leo cabreado cruzándose de brazos.
Noa y yo reímos.
Al acabar el entrenamiento los dos salieron a correr con una pelota al centro del césped.
— ¿Han dado mucha guerra? –nos preguntó Filipe. Reímos.
— Aunque parezca mentira, se han portado muy bien.
Lucas y Griezmann se dirigían hacia nosotras.
— Hola –saludó Lucas sonriendo –. ¿Quieres que salgamos a comer cuando termine de ducharme?
Asentí sonriendo.
Saúl, al pasar por nuestro lado se enteró. Me miró triste.
Estuve esperando a Lucas hasta que lo vi aparecer. Él me sonrió.
— ¿Te he dicho alguna vez que me encanta tu coche? –le pregunté entrando en él.
— Alguna que otra vez –reímos –. ¿Y yo te he dicho alguna vez que me encantas tú?
La miré con una ceja alzada sorprendida por su declaración.
— No... no me lo habías dicho –contesté ruborizada. Él rió.
La comida transcurrió tranquila, y como otras veces, Lucas no me dejó pagar.
— Eres tonto, de verdad.
Él rió. Me pasó un brazo por mis hombros y me acercó a él.
— Pero a este tonto lo tienes loquito, y haría cualquier cosa por ti.
— Vaya día de declaraciones ¿no? –dije riendo nerviosa.
— ¿Para qué perder el tiempo? –puso sus manos en mi cintura y me besó.
Al instante rodeé su cuello con mis brazos y me dejé llevar.
Con Lucas sentía cosas cuando me besaba, pero no sentía lo mismo que con Saúl, y esa sensación no me gustaba.
![](https://img.wattpad.com/cover/90897071-288-k969177.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Me terminaste gustando [Saúl Ñíguez]
Fanfiction"A veces tenemos que alejarnos de ciertas personas, no porque queramos, sino porque debemos." Empezada: 04/12/16. Acabada: 05/02/17.