YOONGI
Me estaba vistiendo algo formal, sin dejar de lado el encanto masculino que atraía a las mujeres, similar como un indefenso pez a un anzuelo. Hoy tenía mi cita con Hyun-ah, a quien no veía hace ya una semana. Una semana de total alivio para mi persona, ya que no me levanta escuchando su voz, no llegaba a mi hogar agotado después de un día laboral viendo sus "pucheros" porque no tenía en sus manos el ultimo labial o que se yo. Lo que más quería y anhelaba desde lo más profundo de mi corazón era ver su reacción ante la petición que le haría. Yo sé que le encantaría y brincaría de la emoción, estaba más que seguro sobre ello.
Bajé las escaleras, y lo primero que hice fue buscar a SuJin. Sin embargo, no estaba en ningún rincón de la casa. Me dirigí a la cocina y estaba Sue, una de las empleadas y la niñera principal de mi pequeño.
-Sue, ¿y SuJin? - dejó de lavar los platos y me miró sonriente.
-Sr. Min, está acostado- miré el reloj y eran recién las 20:30 pm- es la hora adecuada para que un niño se duerma, mucho más por su edad.
-Está bien, pero ¿comió algo? - conociéndolo, demás que ya lo había hecho.
-Sí- asintió- se tomó su leche y comió algo de pastel- y se puso a reír ¿Acaso tengo cara de payaso? - quería más incluso, ese niño come más que una termita.
La miré algo divertido y me retiré de la cocina, sin antes despedirme de ella.
Tomé las llaves de mi auto que estaban sobre el piano, y salí al patio delantero en donde estaba mi automóvil. Arregle mi suéter, para luego subir tranquilamente a mi vehículo. Coloqué algo de música, y con una enorme sonrisa me fui hacia el hotel donde estaba el amor de mi vida. Hoy sería una gran noche, una noche inolvidable.
-Amor, está todo hermoso- chillaba Hyun-ah- el hotel es maravilloso- sonreía como estúpida esta mujer. Me llegaba a causar gracia.
-Me alegro- le contesté sin interés. Me molestaba sentir sus dedos enredarse con los míos.
Ya estábamos sentados en un restaurante, de comida italiana. Estaba aburrido y quería irme luego de aquel lugar. Con tan solo escuchar su quejumbrosa voz, me molestaba y la detestaba a leguas, pero debía llevar a cabo mi sorpresa para dicha persona. Para comenzar, solicite un vino algo caro y unos espaguetis con salsa boloñesa, nada de otro mundo, y mucho más en un local como este. Tenía demasiada hambre, además soy bueno para comer, lo reconozco. En cambio, ella, cuidaba su estética y figura. Estúpida Hyun-a. Cree que con una ensalada similar al pasto de las vacas será delgada toda la vida.
- ¿Tanto querías verme? -me miró de manera coqueta, colocando ambas manos alrededor de sus mejillas, llenas de base y rubor.
-Mmm sí- estaba más preocupado del fideo revoltoso que no lograba atrapar con el tenedor, que de ella misma.
-Qué cortante Sugui- la detesto.
-Odió que me digas así- hice una mueca.
Tras el delicioso platillo, de postre pedí pastel de chocolate. Mientras esperaba que lo trajeran, ella acariciaba mis dedos, dedos que desinfectaría con cloro luego. De una sentada trague la delicia que comía, mientras solo miraba de reojo como me observaba.
Terminé y busqué entre mis bolsillos de la chaqueta la pequeña cajita de terciopelo. Estaba decidido, le haría aquella propuesta que tanto le gustaría y la haría saltar de alegría, aunque fuera la mujer más detestable del planeta. Ella era la indicada, mi corazón y alma proclamaban por ello.-Hyun-ah- ella me miró con los ojos brillosos. Se notaba lo emocionada que estaba.
-Sí YoonGi- colocó sus manos sobre sus ruborizadas mejillas.
-Llevamos mucho tiempo juntos como pareja y quiero que lo nuestro tomé otro rumbo, algo mejor para nosotros- ella sólo me miraba sorprendida- esto es para ti.
Tomé la pequeña caja de terciopelo, la abrí y su rostro sí que fue de sorpresa. Por dentro me llegaba a cagar de la risa. Sus ojos se abrieron de par en par, fue como si hubiera visto un muerto.
-¿Qué hacen las llaves de mi vehículo dentro? - preguntó.
-Quiero que te lo lleves de mi casa linda- hablé pausadamente.
-Pero ¿por qué? - estaba enojándose. Se estaba transformando, pasando de Hyun-ah a Hulk literalmente.
-Lo nuestro se acaba, desde ahora no vivirás en mi casa- iba a reclamar, pero continúe- como favor les pedí a las empleadas que hicieran tus maletas.
-Imbécil... eres un hijo de perra Min.
-Y están en la habitación del hotel, que será ahora pagado por ti- Hyun-ah rió. Parece que creía que bromeaba.
-Sugui, con las tarjetas de crédito igual lo pagas tú- negué- están a tu nombre estúpido.
-Desde ayer no corren por mi cuenta y las llaves de la casa fueron cambiadas.
-Mi padre te dejara en bancarrota- pero ¡qué miedo!
-Ese contrato término hace 1 año, así que ya no puede- Hyun-ah estaba histérica- por donde quieras buscar no podrás Lee, porque ya te cagué por todos lados- le guiñé un ojo- esta vez, gané yo.
Me levanté, dejando algo de dinero para la cuenta. Mientras miraba mis zapatos, esperé al mozo para indicarle que ya me retiraba y el vuelto era suyo. Prefería que él se quedara con lo que restaba del dinero en lugar de la zopenca.
-Fue un gusto conocerte, pero esto se acabó.
Me fui directo a mi casa. Estaba aliviado, con una tranquilidad interna que hasta a mí me sorprendía. Lee Hyun-ah era pasado. Ahora vería por un futuro nuevo y mejor para mí.
Al ingresar a mi casa, subí las escaleras rápidamente. Mientras caminaba hacia el dormitorio, iba bailando. Sentía una enorme alegría y una paz interior única, algo inexplicable. Coloque mi pijama, cepille mis dientes y abrí la cama. Esta estaba fría y me sentía algo sólo, por lo que me levanté y me dirigí al dormitorio de SuJin. Parecía un angelito como dormía. Lo tomé con sumo cuidado en brazos y lo llevé a mi dormitorio.
Esa noche dormí, no solo como muchas veces, sino que esta vez fue con mi hijo.
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Fue un error. (Min YoonGi) Wattys 2020
Fanfiction"A veces una realidad mal escrita, puede alterar una verdad causando una calle sin salida" Un giro inesperado, generará un gran impacto en la vida de una pareja, que por una mentira, destruyen sus vidas. Pero ¿Qué sucederá? Fue un Error, Min YoonG...