3 meses después.
KAY
Estaba sentada en el jardín junto a Sujin. Ambos debajo del gran árbol que adornaba aquel sitio. Sin duda, el día estaba hermoso y perfecto, con un bello sol alumbrando aquella mañana; pero mi vida seguía siendo la misma. Sentía un enorme vacío, vació que al parecer, nunca cambiaría.
A mi hermano y a JungKook no he podido verlos, de manera física, como acostumbraba, desde la última vez que fui a visitarlos. La última oportunidad que se me otorgó, siento que no la disfruté como debía. Y realmente los extraño. Los extraño en demasía.
Jimin ya no es como antes, o más bien, no tiene el mismo tacto dirigido hacia mi persona; sino que lo noto más nervioso y preocupado, no tan sólo por mi, sino que más por sus sobrinos. Cada vez que nos vemos, vive diciéndome o preguntándome "Kay, ¿Crees qué YoonGi te quite a los niños?" o "¿Por qué aguantas tanto a YoonGi? ¿Estás segura de lo que estas haciendo?". Pienso que Min Jimin sabe o supo algo que tiene que ver conmigo o más con mis hijos. Me tiene dudosa.A pesar de todo ello, últimamente, YoonGi al fin y al cabo no ha cambiado nada. Tiene exactamente la misma actitud. Sigue siendo idiota, se enoja con gran facilidad y la violencia, la violencia es pan de cada día. No sé porque lo soporto tanto, pero creo que es porque... porque... lo amo. Un estúpido amor. Enfermizo diría mi madre.
A veces me apena y me angustio. Siento en lo más profundo de mi ser, que él me tiene a su lado solo para desquitarse y pasar sus rabias. Soy su muñeco, su maldito muñeco.A los ojos de las personas cercanas, es un buen marido, aunque no estemos casados, pero es una vil mentira. Actúa bien, perfecto, esplendido.
Decidí ignorar aquellos pensamientos tormentosos, para ingresar a la casa. Me dirigí al sofá del comedor, para revisar el bolso que estaba allí, abandonado como yo.
Comencé alistar a SuJin en mi habitación, para salir a la cita con el médico. Al menos, estaba bien en los tiempos.
- ¿A dónde vas? - de pronto preguntó YoonGi saliendo de la cocina con un sándwich. Yo por mi parte, bajaba las escaleras con suma cautela.
-Voy a la cita mensual con el médico- sólo me miró, de pies a cabeza- ¿me vas acompañar?
-No- respondió seco- tengo mejores cosas que hacer- y luego subió las escaleras para desaparecer. Como siempre.
-Papito no acompaña-dijo SuJin haciendo puchero.
-Cariño, papito esta cansado- sólo me miró y sonrió- vamos, que sino, llegaremos tarde.
Salimos de casa, para subir al vehículo manejado por HoSeok, quien no me deja salir sola a ningún lado, ni siquiera al supermercado y eso aburre. No me daban siquiera un espacio de libertad y tranquilidad. Estaba en una celda, una celda sin salida.
-Tienes ya 3 meses y dos semanas Kay- comentó MinHyuk, mientras pasaba aquella maquina junto al gel frío por mi vientre- va muy bien el embarazo, se nota que te estás cuidando como corresponde.
-¿Niño o niña?- preguntó SuJin causando una sonrisa en el doctor Lee, mientras me indicaba que limpiará mi vientre.
-Aún hay que esperar pequeño- le sonrió de vuelta, mientras SuJin sonreía alegre- Kay, tienes que venir en meses más, osea el otro mes- comenzó anotar unas cosas en la ficha electrónica- y debes tomar ácido fólico y mucha leche.
Luego de despedirme y llevarme la ecografía, fuimos a comer pizza a un local cercano, y de igual manera invitamos a HoSeok, quien feliz aceptó. Al menos, en estos minutos podía estar un poco más tranquila. Creo. Sin embargo, no todo es de color rosa.
Cuando llegamos a casa, estaba todo apagado, todo oscuro y siniestro; ni siquiera la radio de la cocina estaba encendida. Por ello, supongo que Sue posiblemente no estaba en casa. No había alma alguna por los rincones de lo que suponía ser mi hogar.
Eran ya las siete de la tarde, por lo que le di de comer a SuJin para luego darle un relajante baño y acostarlo. Pero, cuando preguntaba por la ausencia de su padre, me dolía en el alma, tener que repetir siempre lo mismo.
-Mamita y ¿papito?- preguntó dándome un beso en la mejilla.
-En el trabajo cariño, mañana lo verás- asintió sonriente mientras abrazaba su osito de felpa.
Apagué la luz y me dirigí a mi habitación. Me acosté a ver televisión, para luego, sin darme cuenta me quede dormida.
Exactamente las tres de la mañana. Son las tres de la mañana, y YoonGi aún no llega a casa. Aún no colocaba un pie en su domicilio; y sinceramente, me tiene preocupada. Bajé a la cocina a beber agua, ya que estaba más seca que una planta. Pero al llegar a la cocina, o más bien, poner un pie en ella, siento que abren la puerta principal y escucho a YoonGi entrar. Allí estaba el rey de Roma.
-Hola- me saluda seco- ¿ aún no te acuestas?- no alcancé ni siquiera a responder porque me interrumpió- Acaso me vigilas y me controlas Kay- estaba enojado. Otra vez, enojado.
-YoonGi, nadie te controla...- sentí mi garganta secarse- solo bajé a tomar agua- me observó de pies a cabeza, y comenzó a caminar hacía mi lado. Estaba extraño.
-Estas sexy mi amor- el alcohol estaba presente en su aroma. Había bebido.
-YoonGi estas ebrio- me tomó fuertemente de la cintura, apegándome a su cuerpo- suéltame...otro día mejor- empezó a besar mi cuello- por favor YoonGi, otro día.
-Amor...te deseo- me subió bruscamente sobre la encimera de la cocina, comenzando a besarme desesperadamente. Sus besos húmedos, comenzaron a recorrer cada centímetro de piel.
-YyoonGi éstas borracho e inconsciente ahora mismo... Suéltame- dije ya al borde del llanto.
Pero hizo caso omiso, Esta vez o más bien ahora, con sus manos rajó prácticamente mi ropa, con una fuerza inexplicable mi polera del pijama fue destrozada, para luego besar mis pechos y mordisquear sobre ellos. Dolía mucho, mi piel ardía y quemaba. Todo sin su puto consentimiento. Iba a ser violada. Ni siquiera le importaba el que ya tuviera una pequeña panza algo notoria, al contrario, seguía con su actuar.
Lloraba a gritos, pero YoonGi no reaccionaba, hasta que bajo sus manos a mi short para sacarlo y luego frotarse sobre mi. Sentía su miembro palpitante sobre mi pelvis, con movimientos bruscos de arriba hacia abajo, dentro y fuera. Dolía, me sentía sucia ¿Cómo podía causar tanto daño en tan pocos minutos? Sus manos descendieron hasta la hebilla de su cinturón, para comenzar a bajarlos, hasta que no soporte más esta situación.-Min YoonGi basta- lo empuje contra la pared de la cocina.
Ante ese acto de valentía de mi parte, me miró extrañado, con ira y luego resentimiento. Se alejó de allí y me dejó semidesnuda llorando en la cocina.
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Fue un error. (Min YoonGi) Wattys 2020
Fanfic"A veces una realidad mal escrita, puede alterar una verdad causando una calle sin salida" Un giro inesperado, generará un gran impacto en la vida de una pareja, que por una mentira, destruyen sus vidas. Pero ¿Qué sucederá? Fue un Error, Min YoonG...