Capítulo 24.

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YOONGI

Ella estaba allí. Ella estaba en el suelo, en aquel frío piso llorando por mi culpa ¿Qué había hecho? ¿Qué mierda acababa de hacer? Kay sufría por mi. Sufría por mi culpa.
Sin decir palabra alguna, subí a la habitación. Necesitaba despejarme, necesitaba pensar; pero lo principal, era dejar tranquila a Kay. Busqué en el mueble una camisa. Mis prendas apestaban horriblemente, pero esto no era para mi. Sino que para ella. Bajé corriendo las escaleras, y la observé. Estaba allí, sentada llorando en el suelo. Tenía su rostro sobre sus rodillas.

-Toma- le estire aquella camisa blanca, para luego sentarme  a su lado- por favor Kay, discúlpame...no sé que me ocurrió, sinceramente no sé.

-YoonGi...me querías obligar a tener sexo contigo- dijo agarrando la camisa  y colocándosela rápidamente- eres un cerdo- eso me dolió- un maldito cerdo.

-Amor, contigo no sólo es sexo...contigo hago el amor- ella aún lloraba- fui un cerdo estúpido... Lo siento, pero yo te amo.

Me miró con sus ojos lagrimosos, sus mejillas estaban rojas de tanto llorar. Sus ojos estaban algo hinchados, todo por mi culpa. Era un maldito demonio.

-YoonGi, las cosas no van bien- se levantó para caminar hacia la escalera.

- ¿A qué te refieres?- quería indagar, saber a qué se refería.

-YoonGi, esta relación fue linda durante todo el primer mes, pero el resto ha sido horrible- abrí mi boca para hablar, pero siguió- me tratas mal, llegas enojado de la empresa, me golpeas...¿qué te sucede? Acaso ¿tienes a otra? Yo no quiero volver a ser un puto juguete que este a tu antojo.

-Sólo te quiero a ti- la tomé de las manos.

-Ya no soporto esto- me dijo mirándome triste- ni siquiera me acompañas al médico o siquiera a la hora del almuerzo. No te pido estar pegado a nuestro lado como una maldita lapa, sino que te quiero como compañero y pareja.

-No tengo tiempo- respondí a lo que ella negó- tu sabes que la empresa y las licitaciones me consumen.

-Sue me dijo que cuando fui, te quedaste viendo televisión- decidí guardar silencio. Silencio que otorga verdades- acaso ¿es mentira?

-Es verdad- le dije de manera digna. No sacaba nada con mentirle.

-Necesitamos un tiempo- dijo de pronto- sí me voy, me llevó a SuJin a Busan junto a mi familia, y tú...- titubeó- puedes ir los fines de semana, pero él se va conmigo.

-Pero Kay, amor yo...

-Es lo mejor, piensa bien las cosas- comenzó a llorar nuevamente - no quiero sufrir lo mismo de antes, pero menos ahora por SuJin y por el bebé, pero sobretodo por mí.

-Amor, quiero estar contigo y los niños- rodeé sus hombros con mis brazos.

-Pero me aburren tus cambios de actitud Min.

En cierta forma, yo era el que causaba todo esto. Mis actitudes nefastas e inmaduras me tenían al borde del precipicio. Ver a Kay llorar por mi culpa, me hacia sentir frustrado y enrabiado conmigo mismo. Era tanta la rabia hacia mi persona, que prácticamente ne estos momentos me odiaba. Tenía que decidir, no por mi bienestar y honor de hombre, sino que por el de mi familia. Debía pensar en ellos.

-Me iré yo- Kay se sorprendió ante lo dicho- se quedan los niños y tú en casa, estarán cómodos y esto es de ustedes- ella negó.

-Pero ¿dónde dormirás?

-Iré con Jimin, su departamento es grande- tomé sus manos entre las mías- esto jamás me lo perdonaré, en serio, jamás.

Le sonreí y la abrase ante lo último dicho, pero ella se alejó. Esa noche, esa misma noche, Kay durmió en nuestro dormitorio. Por mi parte, preferí la habitación de huéspedes.

Realmente yo mandé todo a la mierda.




-Entonces, vienes a mi departamento porque peleas con Kay y por ello, ¿vivirás acá?- reía Jimin bebiendo un gran vaso de leche.

-Sí bebé, pero ahora yo fui quien cagó todo-me miro preocupado y desconcertado en cierta manera- intente forzarla a tener sexo conmigo.

Min Jimin se levantó de su asiento en un dos por tres, para luego agarrarme del cuello. Su puño, estaba listo para darme un golpe letal. Era entendible y no evitaría esta posible paliza de su parte. Sin embargo, entre nosotros se metió Ho Seok separándonos.

-Jimin suéltalo- gritaba HoSeok de manera desesperada.

-Eres un puto- me escupía mi propio hermano- está embarazada y haces eso imbécil.

-Pero estaba borracho- HoSeok negó molesto.

-Ella es una mujer impresionante YoonGI, eres un tonto- dijo Jung HoSeok al lado de Jimin.

-Es mi mujer y sí, fue culpa mía pero el alcohol me dominó- grite enfurecido- no fue con querer.

- A las mujeres no se les trata así... Mamá siempre dijo eso y hasta te lo enseño estúpido.

Hubo un silencio enorme en la sala, nadie hablaba. Había una enorme tensión en el ambiente de aquel apartamento; hasta que yo mismo acabé ese silencio.

-HoSeok ¿Kay no ha hecho nada extraño? - pregunté dudoso.

-Con suerte va al supermercado, a la pizzería, y a Busan- su rostro era neutro- ella no te engaña si es lo que piensas.

-Y nunca te engañó- dijo Jimin- ¿volverás a casa ? Porque no quiero estúpidos en mi hogar. Serás mi hermano, pero esto es imperdonable.

- No lo sé, con suerte quiere que me acerqué a SuJin, y cuando nazca al bebé.

-YoonGi, ella...ella te tiene miedo- soltó Hobi- por eso te aguanta tanto, por eso soporta cada una de tus actitudes, tus cambios de humor o tus estúpidos comentarios.

-Además como no lo va hacer- dijo Jimin- si éste imbécil la amenazó diciéndole que si se va, le quita la custodia de los niños para siempre- tras decir esto, dejó el vaso en la encimera de la cocina, para luego perderse en el oscuro pasillo que daba hasta los dormitorios.

HoSeok por su parte, sólo negó cabizbajo para luego irse al dormitorio que le arrendaba a mi hermano. Me senté en el sofá que daba hacia el enorme ventanal. Una vista espectacular se posaba frente a mis ojos. Séul de noche era hermosa, hermosa y brillante con aquellos faroles. Pero no tanto como ella.

No tanto como mi Kay.

Fue un error. (Min YoonGi) Wattys 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora