Capítulo 16.

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Por fin saldría del hospital. Me aburría mucho aquí, pero al menos me venían a ver y eso en parte era un alivio, enorme. Quienes siempre venían a verme, eran mi hermano y JungKook, quien me traía pastel de manera escondida y sumamente oculta en su mochila. A pesar del viaje que tomaba desde su hogar hasta acá, era notable la preocupación de ellos hacia mi persona.
SuJin venía todos los días, pero traído por su niñera, ya que YoonGi no pisaba la habitación hace unos 3 días, y eso igual me apenaba. Sentía que su preocupación ya había desaparecido.

-Listo Kay, YoonGi ya firmó los papeles y te puedes ir- me dijo el doctor Lee, acompañado de una dulce sonrisa

-Gracias por todo doctor, se lo agradezco mucho- se despidió de mí y cuando él iba abandonar la habitación, entró Min.

-Hola YoonGi- se dieron la mano y un abrazo- cuida mucho a tu esposa y a tu pequeño, es bastante fuerte tu hijo.

-Nosotros ya no....-no alcancé a decir palabra alguna, porque YoonGi me interrumpió.

-Lo haré, los cuidaré con mi vida- le dijo, para luego acariciar mi mejilla suavemente. Era un experto en mentir.

Min Hyuk salió de la sala, dejándonos solos. El ambiente estaba tenso, podría cortarse hasta con un cuchillo. Mire hacia la ventana, afuera estaba nublado y yo no tenía alguna chaqueta o una prenda abrigadora, con suerte la ropa del funeral de Jin.

- ¿Puedes salir? - me miró extrañado- necesito cambiarme y me incomoda tu presencia.

-Te he visto miles de veces, estoy acostumbrado- se sentó a los pies de la cama.

-Éstas con Hyun-ah y es irresponsable de tu parte mirar a otra mujer- sonrió bajo, para luego mirarme directamente a los ojos.

-Con Hyun-ah se acabó todo- eso me sorprendió- además, tu eres la madre de mi hijo y te he visto muchas veces así- hizo una pausa, acercándose a mí- y eres perfecta.


Se alejó, para luego pasarme una bolsa. En su interior tenía un vestido color rosa pastel, con unas medias y unos zapatos negros bajo.
Pero sin duda, había un toque de YoonGi ¿Por qué? ¿Dónde? Pues, había un conjunto de lencería negro, de encaje finísimo.

YoonGi se caminó en dirección al sofá crema que había en la sala. Me levanté con sumo cuidado y me di la vuelta, mirando a la pared y dándole la espalda. Por sobre la bata, me saqué las bragas que usaba y en su lugar coloqué las nuevas. Luego; y lo que sin duda me genero más pudor me generó, fue retirarme la bata para ponerme el sostén, sabiendo que le estaba dando un espectáculo a YoonGi.

Después de ponerme el resto de la ropa, me tendió un abrigo negro, realmente hermoso.
Pero lo que más me sorprendió, fue que antes de salir me dio un beso en la frente y salimos de la sala.

Subimos al vehículo y todo el cariño que Min YoonGi me mostró en el hospital se esfumó.

-Cuando salgamos juntos, te haré la esposa más feliz- lo miré algo dudosa y extrañada- seré cariñoso y algo empalagoso, pero en casa no hablaremos, excepto si esta SuJin y las empleadas.

- ¿Es una broma? - negó ante mi pregunta.

-No, frente a nuestro hijo, servidumbre y gente externa seremos puro amor, pero nosotros solos no- encendió el vehículo- las apariencias engañan.

-Vivir contigo será el infierno-le respondí.

-Para mí igual, sólo lo hago por SuJin y nadie más- se detuvo en un semáforo en rojo- tú a y él -apuntando a mi vientre- aquí están demás.

Desde que me dijo eso, no hablé nada en el camino. Fue como si un ratón me hubiese comido la lengua.
En cuanto llegamos a nuestro, bueno su hogar, me abrió la puerta del vehículo y me ayudó a bajar.

-Mamita- grito SuJin al verme. Me abrazo y dio un beso en la mejilla- papito- extendió sus brazos, para que este último lo tomara entre ellos.

YoonGi lo tomó en brazos y se lo llevó al comedor, dejándome sola a la entrada de la casa. Me sentía estúpida por creer en él, pero solo hacia esto por mis hijos.

- ¿Dónde dormiré? - le pregunte a YoonGi, quien estaba retirando su reloj de su muñeca izquierda.

-Conmigo para dar la impresión de que nuestra relación es buena y marital.

-Las empleadas ¿saben de mí? - asintió.

-Saben que eres mi esposa, pero que nos tomamos un tiempo de pareja- sólo asentí- y en ese tiempo estuve con Hyun-ah, pero volvimos y producto de eso, viene un hijo en camino- se puso de pie- nacerá gracias a una reconciliación.

-Deberías ser escritor.



YoonGi me miró molesto y se fue a quien sabe dónde.
Subí las escaleras, para ver a SuJin, pero ya estaba durmiendo. Ahora YoonGi era quien se preocupaba en parte de él. Camine por el largo pasillo que conectaba con el resto de las alcobas, para luego entrar al dormitorio que pertenecía a él, era enorme. Busqué en el mueble mi pijama para colocármelo, pero como no había nada de mi talla, decidí colocarme una polera de él. Ojalá no se molestara por dicha acción. Cepillé mis dientes y me acosté. La cama estaba cálida, con unas sábanas suaves y delicadas.

-Tu no duermes allí- encendieron la luz, era YoonGi con su pijama negro. Supongo que se cambió fuera de la habitación- Kay, duermes en el sofá del dormitorio.

- ¿Perdón? -negó.

-Nada de perdón, ahora ándate al sofá- no me levanté- levántate te dije- me tironeo del brazo y me grito.

Con fuerza bruta e innecesaria, me dejó sentada en el sofá. Me tiró una almohada y una frazada, para posteriormente acostarse y apagar la luz.


- ¿No creerás que dejaré que el bastardo este cómodo en tu panza? - rió- duerme bien.


🌻🌻🌻

Fue un error. (Min YoonGi) Wattys 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora