Capítulo 6.

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YOONGI

Sentado en mi oficina esperaba a los parientes del segundo fallecido. Ya habían venido los familiares de Chang Sui, el chico de 22 años. Vino su abuela y hermana en representación legal de él. Él era el sustento de su familia, por lo cual su familia estaba afectada emocionalmente, pero más bien por el ámbito económico, según lo que observé, por lo que el cheque de indemnización lo recibieron más que con una sonrisa de lado a lado. Por otra parte, los familiares de Kim Seok Jin, aún no venían y hacían acto de presencia; y por lo que observe en su archivo, sólo salía un número telefónico, pero ninguna otra información respecto a quienes contactar.

Iba a beber mi café matutino, puesto que necesitaba despejarme un poco, hasta que sonó el teléfono y todo se vio interrumpido.

-Sr. Min, ya se dirige a su oficina la esposa del señor Kim- era Yandi informándome de la visita al otro lado de la linea.

-Gracias Yandi- contesté- cuando llegue, tráigame algo para beber y un aperitivo- al menos debía engañarlos un poco por el estómago, creo yo, porque con tanta indemnización, significaba una gran pérdida económica. Mil veces preferible eso, en lugar de una demanda legal.

-Bueno sr.- colgué y me levanté del asiento para mirar por la ventana la enorme ciudad de Seúl, lugar en donde giraban la mayoría de las empresas del país.

Tras el incidente, los familiares del otro trabajador no hicieron ninguna denuncia, porque realmente la indemnización era muy buena, y la abuela quedo bien satisfecha con dicha oferta. Sin embargo, no sabía a quienes me enfrentaría ahora. Mientras pensaba en alguna estrategia o en cómo actuar, sentí que se abrió la puerta de mi oficina.

- ¿Los hago pasar? - era la voz de Yandi.

-Claro Yandi o esperas que vaya a buscarla yo- le dije algo sarcástico- ¿o le mando una invitación? Dime tú.

Sentí como Yandi se retiraba, algo molesta por lo que visibilizaba su rostro. Seguí mirando por la ventana, hasta que sentí como nuevamente abrían la puerta, pero descarté que fuera nuevamente mi secretaria. Esta vez, de fondo sólo escuché la voz de un niño pequeño, por lo que deduzco que Kim debe haber sido papá o a lo mejor es un hijastro. Quién sabe.

-Mami, que grande aquí-gran discurso pequeño. Se notaba que era un letrado totalmente.

-Silencio mi pequeño- esa voz era conocida, sentía que en algún momento de mi vida alguien tenía ese tono tan particular de voz, tan suave, tan tierno- Buenos días- titubeo un instante- ¿Usted es el sr. Min?

-Sí, yo soy el sr. Min- cuando me giré para ver quiénes eran, no lo podía creer.

Era ella, era mi Kay. Ella estaba igual que antes, igual que cuando terminamos, excepto que tenía más caderas y unos pechos más prominentes. Su cabello en una coleta baja, su típico vestido floreado y sus sandalias sin taco, puesto que odiaba los zapatos con plataforma o taco. Y a su lado un pequeño, quien a su vez me observaba sonriendo como si fuera lo más divertido del mundo verme, quizás tengo rostro de payaso, no lo sé. Kay sólo me miró sorprendida, estaba igual o más que yo. Pero se mantuvo neutra, sin emoción alguna en su rostro pálido.

-Hola Kay- ella sólo me miró.

-Hola Min- su tono era igual al de antes, pero conmigo fue frío, no como con el pequeño. Su mirada, era algo rencorosa. Era como si detestara verme.

- ¿Cómo has estado? Siento mucho lo de tu esposo- ella sonrió de lado, algo molesta.

- ¿Cómo crees que estoy? ¿Feliz? No sé, estoy bien- el pequeño se aferró más a su mano, porque al verme algo abrumado como que se asustó ante mi presencia- superando el momento duro que atacó a mi familia ¿no crees?

¿Familia? Ella había formado una familia con el imbécil que en pocos días estaría bajo 5 metros de tierra ¿Y yo? Sólo en el mundo, sin formar una familia por el momento. Esa palabra, generó una rabia tan grande en mi interior, que hasta me había causado darle las gracias al de arriba por darme el privilegio de ver al estúpido bajo tierra.

-Bueno, te daré una muy buena indemnización por el accidente- le sonreí y le indiqué que tomará asiento- te ayudará mucho ¿Cuánto quieres? ¿Cuántos wons?

-Pero eso no me devolverá a Jin- qué pena, pensé para mí mismo. No me duele tu perdida Kim.

-Si fuera dios, te lo devolvería, pero no se puede- contesté algo apenado- Siento tu pena y la perdida de tu esposo.

-No me hagas reír- sonrió molesta- enserio ¿Sientes? ¿Tienes emociones? ¿Min YoonGi tiene sentimientos?

-Aunque no lo creas sí, tengo sentimientos y emociones- ella sólo miró a su pequeño- A todo esto, él ¿Cómo se llama? - me intrigaba aquel pequeño monstruo.

-SuJin- el pequeño le sonrió. Al parecer era astuto e inteligente. No como su padre.

-SuJin, lindo nombre, pero ¿Tiene apellido? -hice una pausa- ¿cierto pequeño? - él solo sonrió.

-Sí, me llamó Min Sujin- contestó el pequeño observándome sonriente.

¿Acaso está desgraciada usó mi apellido? Fue lo primero que se me vino a la cabeza. Tomé el teléfono, para llamar a Yandi.



-Yandi hazme un favor, ven y llévate al niño para hablar en privado con la viuda- Kay me miró extrañada. Ahora íbamos hablar seriamente, y no del difunto.

En menos de lo que canta un gallo, llegó Yandi sonriendo y haciendo una reverencia frente a Kay, quien le sonrió algo dudosa. Tomó de la mano al pequeño SuJin, quien se despidió de mí y de su madre moviendo su manito derecha. Luego de que se retiraran, empecé a observarla, de pies a cabeza. Sin duda era tan hermosa, su personalidad, su forma de ser. Todo. Era perfecta. Era casi la mujer ideal de Corea del Sur, o más bien del universo. Era igualita a Hyun-ah, quien, en vez de hacerme suspirar, me lograba sacar canas verdes.

- ¿De quién es el pequeño? -pregunté de una, la duda me comía por dentro.

-Es mío- sentí como se tensaba el ambiente.

-No tiene el mismo apellido de tu esposo, no es Kim sino que es Min- ella me miró fijamente ¿acaso fue tan desgraciada de utilizar mi apellido? Maldita perra.

-Eres un imbécil- bajó la mirada- es tu hijo- lo dijo en un tono tan serio y tan extraño, puesto que ella nunca reaccionaba así.

-Ese bastardo no es mío- grité, causando en ella un gran susto.

-No has cambiado, eres el mismo imbécil con el que me casé y con quien tuve un hijo- respondió contraatacando- No sabes cuánto te odio.


-Te dije que ese bastardo no es mío- la observé completamente, para luego levantarme y pararme delante de ella- pobre Jin que estuvo al lado de una zorra como tú- la tomé de la muñeca bruscamente y la empuje- eres una zorra Kay.


🌻🌻🌻

Fue un error. (Min YoonGi) Wattys 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora