Capítulo 11. Venganza

14 0 0
                                    

A media tarde, cuando algunos habitantes de la capital salían de sus trabajos y comenzaban su vida social Winter y yo decidimos que era la hora de volver a casa. No porque el rico sabor del vino comenzara a hidratar las gargantas de algunos en exceso rápidamente, sino porque la afluencia de gente despreocupada podía poner en riesgo el anonimato que teníamos en ese momento, puesto que alguien podía reconocernos y yo no quería acabar como ocurrió una vez, encerrada en una carpintería esperando a que la Guardia viniese a por mí. Al llegar me encontré con mi madre sentada en uno de los miradores, en el mismo sitio que nos sentábamos ambas cuando yo era pequeña para peinarme.

-Qué pronto llegáis, chicas.

-Sí, mañana es festivo así que la gente aprovecha desde hoy para salir a la calle.

-Hacéis bien. Además, Leia, debes preparar un viaje. Mañana partes hacia Naboo.

-¿Mañana? ¿Para qué?

-Debido a unos visitas inesperadas tu padre y yo no podemos ir a la boda de la Senadora Naberrie. Por lo que hemos decidido que irás tú en representación.

-Vale, bien. Me gustan las bodas. Pero ¿qué vestido me pongo?

-Pruébate el que tenía preparado para mí, ya que me lo han hecho que alguien lo aproveche, sino hasta que encuentre otro evento para algo así se va a quedar guardado en el armario.

-Tranquila mamá, yo me lo pruebo, tampoco tengo otra cosa, así que... Vale, vamos ahora. Winter, ¿vienes?

-¡Vale! - Ambas seguimos a mi madre hasta su habitación y me entregó un vestido de un tono de azul oscuro con la parte superior con un encaje por el pecho y las mangas plateado precioso. La verdad es que quien haya hecho el vestido se merece un reconocimiento porque quedó perfecto. - ¡Leia, es precioso!

-Sí, espero que me quede bien, voy a probármelo – Agarré el vestido y entré rápidamente en el vestidor de mi madre. Me había enamorado del vestido y deseaba probármelo. Me quité el traje que llevaba y me puse el de mi madre. Me quedaba perfecto, y no muy ajustado, justo como me gustaba a mí - ¡Me encanta!

-Pues ya tienes vestido. ¿A ver? - Salí con él puesto del vestidor. - Te queda genial, hasta mejor que a mí.

-Es más bonito puesto que quitado. - Comentó mi amiga

-Y tanto. Me lo quedo. Muchas gracias, mamá. - Le dije dejándole un beso en la mejilla, aunque sabía que era porque ella no se lo iba a poner y lo había mandado coser para el evento, ese traje era más de reina que de princesa, bueno, estaba preparado para la reina, y ese hecho era algo imporante para mí, era la primera vez que me ponía uno. La diferencia entre ambos es bastante

-No las des, gracias a ti por querer ponértelo. Cambiate y vete a asear, que la visita debe de estar próxima a llegar.

-¡Vale! - Me cambié de ropa mientras mi madre se iba y me fui a mi cuarto acompañada de Winter, tenía la extraña manía de ducharme prefiriendo que hubiese alguien en mi cuarto. ¿Quién sería esa visita?

----- -----

-Brey, mañana voy a Naboo y me llevo al niño – Afirmé tajantemente en cuanto Brey llegó a casa. Se asombró porque no me esperaba allí.

-¿Qué? ¿Otra vez fuera? Ni se te ocurra. - Respondió poniendo mala cara.

-Se casa mi sobrina y voy a ir a ver a mis padres y me voy a llevar a Anakin, que conozca a sus abuelos, que ya es hora de que se conozcan.

-Tus padres pueden esperar, hace solo unos días que fuistéis a Corellia.

-Están avisados. Llevan esperando 12 años y yo hace casi 18 que no los veo. Y mi padre está enfermo y quiere conocer a su nieto. ¿Es pedir tanto? Sin contar que mi sobrina se casa

Nueva OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora