Capítulo 29. Obi-Wan

28 1 0
                                    

-¿Qué te ha parecido hacer la presentación con tu madre? - Me preguntó mi padre cuando salió el tema de conversación. A la hora de la comida mi padre no había podido pasarla con nosotros.

-Muy bien.

-Un poco nerviosa la he notado - Responde mi madre riendo - ¿Por qué sería? ¿O quién?

-¡Mama! No se te puede contar nada.

-¿Que pasa? - Preguntó mi padre sin saber de qué estábamos hablando.

-Que había un chico guapo y Leia está con las hormonas revolucionadas.

-¡Mamá! Luke es guapo pero no estoy con las hormonas revolucionadas - Al decir eso oi a mi padre atragantandose un poco con la cena. - ¿Pero por qué hoy todos os atragantáis cuando menciono a Luke o hablo con el?

-Casualidad... Luke... El granjero ¿no?

-No sé lo que es. Pero es muy guapo, Sabé me ha dicho que es su hijo y sí, si te fijas se parecen un poco - Vi como mis padres se miraban entre ellos. - ¿Qué pasa?

-Nada, hija, ¿qué va a pasar?

-No queréis que me acerque a él. Ninguno.

-No, que no te acerques a él no. Pero solo como amigos.

-¿Pero por qué?

-Ya lo entenderás

---------- ----------

Era de noche, estaba en casa cenando con mi hijo cuando la puerta sonó, esa misma tarde habíamos vuelto de palacio, las cosas de Brey ya no estaban en casa. Le dije a Anakin que siguiera comiendo y me levanté para abrir. Al hacerlo vi a un humano mayor envuelto en una túnica oscura, aunque no tardé en reconocer al Maestro Jedi que tanto me ayudó en el pasado.

-¡Obi-Wan! - Exclamé sorprendida pero bajito. - Pasa. - Dije y cuando entró cerré la puerta y lo abracé fuerte. - Que alegría me da verte Maestro Kenobi.

-La alegría y el placer son míos, Pad.. Sabé.

-Sí, mejor, está el niño por aquí. ¿Has cenado? Estábamos en ello nosotros.

-No, tranquila, yo ya lo hice antes de venir.

-Pero acompáñanos aunque sea. - Dije señalando la cocina y asintió. - Anakin, él es el Maestro Kenobi, un viejo amigo.

-Y tan viejo.... - Contestó por lo bajo el niño.

-Anakin, esa educación.

-Tranquila, si el niño tiene razón, los años no pasan en balde y el sol de Tatooine no ha ayudado. Por cierto, bonito nombre, Anakin, me trae buenos recuerdos.

-Ajam...

-Anakin, no seas borde.

-Lo siento mamá, pero hace una semana que se murió papá, no se cómo puedes estar tan tranquila.

-Porque no ganamos ni conseguiremos algo estando mal, y tampoco va a volver, por eso debes pasar página. Sé que duele, lo sé muy bien, pero por eso debes intentar pasar página, hijo. Y sobre todo no la tomes con el Maestro, él ha hecho mucho por mí y estoy viva gracias a él.

-Lo siento mamá – Terminó de cenar cabizbajo y se fue a su habitación.

-Le ha afectado mucho la muerte de su padre, ¿verdad? - Preguntó Obi-Wan

-Estaba muy unido a él. Y aún está muy reciente. Tiene que acostumbrarse y hacerse a la idea, no hay de otra, mejor es darle tiempo.

-Tienes razón. ¿Qué tal te va por aquí?

-Bueno, más o menos bien, con mis cosas, a veces mejor y otras peor, pero al menos tranquila, sobre todo ahora sin Brey – Dije eso último susurrando – Al principio estaba muy a gusto con él, no obstante últimamente era demasiado agobiante, apenas podía respirar sin que se quejara.

-¿Sabía algo de lo tuyo?

-Nada. Bueno, ya salté y le confesé todo. Pero al momento acabó dividido en dos partes por Vader, así que de nada sirve. Oye, y cuéntame, háblame de Luke.

-No sé qué decirte. Es un chico muy responsable y trabajador, un poco impaciente a veces, pero aprende rápido, en eso es parecido a su padre.

-¿Le has hablado sobre mí?

-Algo. Sobre ti solo sabe tu nombre y que eres de Naboo. Y sobre cómo eres. Y sabe que estás viva

-¿Crees que sería bueno decírselo, presentarme, decirle que soy su madre?

-Déjame que te allane el terreno  y se lo dices. Estoy seguro que le haría muchísima ilusión. Sus tíos siempre le han dicho que estás muerta, pero claro, ellos es lo que creen, sino les costaría mucho mantener la mentira.

-Entonces se lo diré. Es que últimamente vivo con miedo de morirme si que mis hijos sepan que yo soy su madre. Aunque no sé cómo decírselo a Leia. Sé que ella no se lo va a tomar bien. Son demasiados años viviendo en esta mentira. No es lo mismo que haya estado lejos y que tus tíos te hayan dicho una cosa que luego no sea cierta y otra es que tu propia madre sea quien te diga esas cosas.

-No pongas el parche antes que la herida. Id poco a poco, entre los reyes y tú, id diciéndole cosas. Primero sobre lo que pasaba y que entienda el por qué lo has hecho.

-Ya pero, no sé, es difícil.

-Pero no es imposible. Poco a poco, paciencia y que la Fuerza decida qué ocurrirá. No te agobies, seguro que lo entenderá, no parece una muchacha rencorosa.

-No creas, eh, en ese aspecto es como Anakin pero sin ser vengativa, bueno, un poquito pero en su justa medida. Pero bueno, debería enterarse así que buscaré la forma para ello. Por cierto, ¿dónde te estás quedando?

-Ahora mismo en una pensión, pero Bail decía de irme a palacio, pero no sé, llamaría mucho la atención allí.

-¿Y por qué no te vienes aquí? Hay sitio y, además, me quedaría más tranquila si el niño no está solo.

-Creo que no le agrado mucho.

-Ya verás como se le pasa, es solo un niño. Sino que se acostumbre, no es pequeño ya para comportarse como debe.

-Bueno vale, me vendré con vosotros.

Nueva OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora